La migración otoñal sigue haciéndose notar. Estos días, aunque no he tenido demasiado tiempo libre para pajarear, pude ver por El Musel varios bandos de aves en paso. Ayer domingo un bando de catorce cormoranes grandes Phalacrocorax carbo y otro de veintitres garcetas comunes Egretta garzetta pasaron volando en dirección O-SO. El viernes pasado otro grupo de siete garcetas comunes pasó en vuelo en la misma dirección. Pequeños grupos, o individuos solitarios, de varias especies de limícolas también se hicieron notar durante este fin de semana. Zarapitos trinadores Numenius phaeopus, ostrero euroasiático Haematopus ostralegus, vuelvepiedras comunes Arenaria interpres, archibebes comunes Tringa totanus y otros se han visto u oído por el mismo lugar, El Musel.
En cuanto al tiburón peregrino Cetorhinus maximus del título, no lo vi en Gijón, sino en Lastres. Fue el miércoles pasado. Un día en el que, dentro de la misma dársena vimos, los que allí estuvimos, el peregrino (que mediría, bien a gusto, unos cuatro metros), un primer invierno de gaviota cana Larus canus y un macho de negrón común Melanitta nigra. Negrón que luego dejó de verse y apareció en Tazones. O ese, o un hermano gemelo. Fuera, a algo menos de una milla, una buena concentración de alcatraces atlánticos, pardelas y charranes de varias especies y una importante gaviotada daban buena cuenta de un banco de peces pequeños (lo que los pescadores en Asturias llaman "rumia"). Quizá esa fuera la razón de que el tiburón se diera una excursión por la dársena lastrina. Pudiera ser que viniera persiguiendo el plancton y los minúsculos peces y, despistado, acabara dentro del puerto. Una vez allí dio varias vueltas (unos diez - quince minutos) y se largó otra vez mar afuera. Para los que estábamos allí fue toda una suerte, pues nos pasó varias veces pegado al muro, justo por debajo y a muy corta distancia. En el trayecto desde Gijón hasta Lastres, bien en vuelo, bien posados, vi un total de once busardos ratoneros Buteo buteo.
En cuanto al tiburón peregrino Cetorhinus maximus del título, no lo vi en Gijón, sino en Lastres. Fue el miércoles pasado. Un día en el que, dentro de la misma dársena vimos, los que allí estuvimos, el peregrino (que mediría, bien a gusto, unos cuatro metros), un primer invierno de gaviota cana Larus canus y un macho de negrón común Melanitta nigra. Negrón que luego dejó de verse y apareció en Tazones. O ese, o un hermano gemelo. Fuera, a algo menos de una milla, una buena concentración de alcatraces atlánticos, pardelas y charranes de varias especies y una importante gaviotada daban buena cuenta de un banco de peces pequeños (lo que los pescadores en Asturias llaman "rumia"). Quizá esa fuera la razón de que el tiburón se diera una excursión por la dársena lastrina. Pudiera ser que viniera persiguiendo el plancton y los minúsculos peces y, despistado, acabara dentro del puerto. Una vez allí dio varias vueltas (unos diez - quince minutos) y se largó otra vez mar afuera. Para los que estábamos allí fue toda una suerte, pues nos pasó varias veces pegado al muro, justo por debajo y a muy corta distancia. En el trayecto desde Gijón hasta Lastres, bien en vuelo, bien posados, vi un total de once busardos ratoneros Buteo buteo.
Os pongo dos fotos que nos envían nuestros amigos Yoli y Laure de dos cormoranes grandes, como los que estos días se ven en migración. Están hechas en el Parque Isabel la Católica y con un intervalo de más de un año de diferencia. Gracias a ambos por estas imágenes tan guapas.
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