Aves en Gijón

Birdwatching in Gijón (N Spain)

viernes, 25 de octubre de 2024

Pardela cenicienta mediterránea en Gijón

     En la entrada anterior os hemos contado algunos pormenores acerca de la migración de aves vista desde la costa y desde embarcación. Hemos tratado algunas de las especies de aves más comunes y fáciles de ver en nuestras aguas. Una de ellas es la pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis. Si recordáis lo que os contamos en esa entrada, la especie antes conocida, a secas, como pardela cenicienta se ha separado recientemente en tres. La pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis, la pardela cenicienta de Cabo Verde Calonectris edwardsii y la pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. La primera es la más común en nuestras aguas cantábricas. La segunda, la pardela cenicienta de Cabo Verde es endémica de ese archipiélago. Y una verdadera rareza en Asturias. Y la tercera es propia del Mar Mediterráneo. Aunque fuera de la época de reproducción también se pueden ver algunas en nuestras aguas. Y eso, precisamente, fue lo que sucedió en las dos excursiones que organizó el Colectivo Ornitológico Carbayera del Tragamón los días 29 de septiembre y 20 de octubre de este 2024. Que se vieron, al menos y con seguridad, dos ejemplares de esta especie mediterránea. Uno cada día. El de la foto es el visto en septiembre. Su autor es Joaquín Meana:

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 29/09/24.
Gijón. Autor foto ©: Joaquín Meana.

    La génesis de la identificación de esta especie vista en la excursión fue la siguiente. Joaquín Meana, como también algunos de los participantes en la excursión, hizo fotos. Que compartió con otros observadores con el fin de identificar con seguridad las especies observadas. En el catamarán, en vivo, no distinguimos diferencias entre las distintas pardelas cenicientas que vimos. No es fácil, creedme, poder ver claramente in situ, (desde una embarcación que se mueve, con olas que de vez en cuando tapan a las pardelas que van volando muy cerca de la superficie de la mar) las diferencias de fenotipo¹ que distinguen a la pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis y la pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea.

¹ Fenotipo: Expresión en forma física de las características de un individuo de cualquier especie.

    La pardela cenicienta mediterránea se puede separar de la muy parecida pardela cenicienta atlántica por, entre otras cosas, el diseño de la parte inferior del ala. Muy básicamente explicado:

  • La parte inferior del ala en las pardelas cenicientas atlánticas muestra una mayor cantidad de plumas oscuras en las primarias. También muestra dos manchas oscuras en el nacimiento de la primera primaria.
  • En lo que se refiere a la pardela cenicienta mediterránea, esa extensión de oscuro de la parte inferior del ala es mucho menor. En las primarias se ven unas lenguas claras que se extienden casi hasta la punta de esas plumas primarias. Y en la base de la primera primaria solamente se ve una mancha oscura.
    Lo tenéis muy bien explicado en el blog Isocero. Uno de los mejores blogs de ornitología que tenemos en Asturias y que administra Jorge Valella Robledo:

https://isocero.blogspot.com/2016/03/identificacion-de-pardelas-cenicientas.html

    Un artículo que explica muy bien la diferenciación de ambas especies de pardelas por medio del diseño de la parte inferior del ala, es este de Ricard Gutiérrez Benítez y Robert L. Flood. Está publicado en inglés en formato PDF, es de libre descarga entrando en el enlace que va a continuación y fue publicado en la revista MARINE ORNITHOLOGY. Journal of Seabird Science and Conservation;

http://www.marineornithology.org/article?rn=1438


    Volviendo a las pardelas vistas en la excursión del pasado 29 de septiembre. Algunas fotos más hechas por Joaquín Meana en las que se ve al menos una pardela cenicienta mediterránea:

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 29/09/24. Gijón.
Autor foto ©: Joaquín Meana.

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 29/09/24. Gijón.
Autor foto ©: Joaquín Meana.

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 29/09/24. Gijón.
Autor foto ©: Joaquín Meana.

    Los ornitólogos, todos ellos expertos en la diferenciación de esta especie de ave y que mediante la contemplación y análisis de las fotos, determinaron que en las imágenes que os compartimos se ve pardela cenicienta mediterránea fueron: Ricard Gutiérrez Benítez, Jesús Menéndez Quintana y Daniel López Velasco.

    Algunas fotos más. Que están hechas por Armando Castañón Álvarez. En ellas se ven las dos especies de pardelas cenicientas que podemos contemplar en Asturias. La primera es una pardela cenicienta mediterránea. La segunda es una pardela cenicienta atlántica. Observad los muy diferentes diseños de la parte inferior de las alas:

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 29/09/24. Gijón.
Autor foto ©: Armando Castañón Álvarez

Pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis. 29/09/24. Gijón.
Autor foto ©: Armando Castañón Álvarez.

    Como veis, la parte inferior de las alas es claramente distinta. Mucho más oscura en la pardela cenicienta atlántica. Otras diferencias, como un tamaño ligeramente menor en la pardela cenicienta mediterránea, así como un tono distinto (más grisáceo, menos cálido) en el color de la parte superior del cuerpo y alas en comparación con la pardela cenicienta atlántica, son muy difíciles de apreciar en la foto sin otra pardela cenicienta cercana con la que poder compararla. Otra foto de Armando Castañón Álvarez con una pardela cenicienta mediterránea. Observad la parte inferior del ala. Muy blanca, con muy poca extensión de negro en las primarias. Comparadla con la foto de arriba, hecha también por Armando, en la que se ve una pardela cenicienta atlántica. Las diferencias son evidentísimas:

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 29/09/24. Gijón.
Autor foto ©: Armando Castañón Álvarez.


    Pero no acaban aquí los avistamientos de esta especie de pardela más propia del Mar Mediterráneo que de aguas cantábricas. El domingo 20 de octubre los componentes de la excursión que salió del puerto local de Gijón, vieron otro ejemplar de pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. Estuvo siguiendo al catamarán en la mayor parte del viaje de ida. Si recordáis todo lo leído hasta ahora, la mejor forma de distinguir esta especie es por el diseño de la parte inferior del ala. En esta foto de Rubén Alonso Calzón se ve muy bien ese diseño. Primarias muy claras, con una zona blanca o blanquecina que se mete prácticamente hasta la punta de esas plumas. Y con una mancha oscura en la base de la primera primaria. La más cercana al borde de ataque, el borde anterior del ala. Ambas características, en nuestra opinión, se ven muy claras en esta estupenda imagen de Rubén:

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 20/10/24.
foto ©: Rubén Alonso Calzón. 

    Sin embargo, si se ve al ejemplar desde otros ángulos, no resulta nada fácil separarlo de la muy parecida pardela cenicienta atlántica. Lo podéis ver en esta otra foto, del mismo ejemplar de la imagen anterior y del mismo autor. Rubén Alonso Calzón:

Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. 20/10/24.
foto ©: Rubén Alonso Calzón. 


    Esto ha sido todo por hoy. Pero antes de despedirnos tenemos que agradecer su inestimable ayuda para poder confeccionar la entrada a: Joaquín Meana, Ricard Gutiérrez Benítez, Jesús Menéndez Quintana, Daniel López VelascoArmando Castañón Álvarez y Rubén Alonso Calzón.

    Y por supuesto, muchas gracias a los que habéis sacado tiempo para entrar a leernos. Juan Bueno Pardo y yo os estamos muy agradecidos. Y esperamos que esta entrada os haya parecido amena e instructiva. Hasta una próxima ocasión.







lunes, 7 de octubre de 2024

Observación de la migración de aves desde la costa y desde embarcación

     La migración de las aves, os lo hemos contado en la anterior entrada del blog, es uno de los mayores espectáculos de la naturaleza que podemos contemplar en nuestras tierras. Seguramente muchos de nosotros guardamos en la memoria imágenes de las migraciones que gacelas, ñus, cebras y otros animales hacen en África. Hay que verlo grabado en vídeo o viajar hasta allí para poder contemplarlo en directo. Sin embargo y prácticamente sin salir de casa, podemos disfrutar gratis del grandioso espectáculo que millones de aves nos ofrecen dos veces al año. Aproximadamente a finales de verano y a finales de invierno. En el caso que ahora nos ocupa podemos ver la llamada migración otoñal o, más correctamente expresado, la migración postnupcial. Y el mejor mes para ello es septiembre. El mes que ha finalizado hace pocos días. Aunque también en el mes de octubre, en el que ahora estamos, se ven cantidad y variedad de aves y otros animales en migración. Entre las distintas especies de aves, como sucede con la floración y fructificación de las plantas, por poner un símil, se da también una especie de estacionalidad. Hay especies de migración más temprana que otras. Lo mismo que las hay que hacen viajes cortos, largos o muy largos. Como también las hay que viajan a pasar el invierno a tierras más cálidas o a reproducirse en tierras del hemisferio sur. Lo explicamos un poco más en detalle a continuación. Entre las aves que viajan desde el norte hacia el sur, tenemos a las terrestres por un lado. Y a las marinas y acuáticas por el otro. Hoy vamos a centrarnos en estas últimas. Las aves marinas y, en menor medida, las acuáticas. Aunque no dejaremos de dar algunas pinceladas de las aves terrestres. En la fotocomposición que os compartimos a continuación y cuyas imágenes no están tomadas ni por nosotros, ni en Asturias, (sino en aguas afuera de Estaca de Bares en Mañón, Coruña, Galicia y durante un viaje en barco para ver aves) os mostramos unas pocas de las especies que podemos ver en paso migratorio desde nuestras costas. No recuerdo ahora quienes son los autores de todas las fotos. Pedimos disculpas por ello:

Aves marinas en paso migratorio. Mañón, Coruña. Septiembre 2009.
De arriba hacia abajo y de izquierda a derecha:
Gaviota de Sabine Xema sabini, paíño de Wilson Oceanites oceanicus,
pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis, alcatraz atlántico Morus bassanus,
págalo parásito Stercorarius parasiticus, págalo rabero Stercorarius longicaudus.

    Pero como hemos dicho, no es necesario irse fuera de Gijón, ni siquiera embarcarse en una excursión por nuestras aguas costeras, para poder contemplar estas maravillas. En nuestra ciudad tenemos un lugar para poder ver la migración de aves marinas. Un sitio que, aunque no es el mejor del mundo, ni siquiera el mejor de Asturias, sí es un emplazamiento que, en las condiciones favorables, nos permite contemplar de forma razonablemente buena este maravilloso espectáculo migratorio. Este lugar es el Cabo de San Lorenzo. Que cierra por el este la bahía de Gijón. En días de meteorología favorable para la observación de la migración de aves marinas, las condiciones del tiempo hacen que estas aves pasen cerca de la costa. En ocasiones lo hacen tan cerca que incluso quedan ocultas a la vista por los acantilados o la vegetación. Lo podéis ver en este vídeo. Unas pardelas pichonetas Puffinus puffinus que fueron tapadas a nuestra vista por la vegetación. Tan cerca pasaron de la línea de costa:

Pardelas pichonetas Puffinus puffinus en migración.
27/09/24. Gijón, Asturias.

    Cuando el viento pega fuerte de cara, como fue el caso del día en que se filmó el anterior vídeo, las aves tienen dificultades para volar. Ellas vienen desde el norte, donde han estado haciendo dos cosas:

  • Criar, si hablamos de las especies con un rango europeo de reproducción.
  • Pasar su invierno, si nos referimos a las que crían en el hemisferio sur.

    Dos de las especies que crían en aguas del Atlántico Sur y que pasan su invierno, nuestro verano, en los mares del norte de Europa, son la pardela capirotada Ardenna gravis y la pardela sombría Ardenna grisea. La primera anida en la isla Gough y en los archipiélagos de las Malvinas y Tristán da Cunha. La segunda lo hace en las islas cercanas al Cabo de Hornos y el archipiélago de las Malvinas. Tened en cuenta que estas aves hacen, dos veces al año, miles de kilómetros de ida y vuelta desde sus colonias de cría y hasta sus cuarteles de invierno. Ida y vuelta:

Pardela capirotada Ardenna gravis. 5/08/23. Cariño, Coruña.

Pardela capirotada Ardenna gravis.
5/08/23. Cariño, Coruña.
Autor vídeo ©: Daniel López Velasco.

Pardela sombría Ardenna grisea. 10/09/19. Gijón, Asturias.

    Otra de las especies que podemos ver ahora en migración es la pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis. La pardela cenicienta era, hasta hace pocos años, una sola especie. Actualmente y gracias a las últimas investigaciones científicas, se ha separado en varias:
  1. Pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis, que es la más común en nuestras aguas cantábricas. En la actualidad se reproduce en Galicia, las portuguesas Islas Berlengas y los archipiélagos de Azores, Canarias y Madeira.
  2. Pardela cenicienta mediterránea Calonectris diomedea. En España cría en las Islas Baleares, Chafarinas, Columbretes y algunos islotes de las provincias de Murcia y Almería. Aunque en poca cantidad, también podemos ver algunas en la costa cantábrica.
  3. Pardela cenicienta de Cabo Verde Calonectris edwardsii. Como su propio nombre indica, es endémica de este archipiélago del Atlántico sur.
Pardela cenicienta atlántica Calonectris borealis y
pardelas pichonetas Puffinus puffinus. 27/09/24. Gijón, Asturias.

    En este vídeo se ve otra ave marina muy común en nuestros mares durante los pasos migratorios y el invierno. El alcatraz atlántico Morus bassanus. La mayor colonia de cría europea está repartida por varias islas de Escocia. Y en estos últimos años ha visto como morían muchos de los adultos y pollos que en ellas había. La especie es una de las que más ha sufrido los efectos de la gripe aviar. Actualmente son raros de ver, en nuestra costa gijonesa, los bandos (llamados "trenes" en el argot pajarero) de más de una treintena de individuos. En el pasado, durante un día propicio, no era infrecuente ver más de cien ejemplares en uno de esos trenes. El tren que veis, viaja acompañado de una pardela sombría:

Alcatraces atlánticos Morus bassanus y
pardela sombría Ardenna grisea.
Año 2020. Gijón, Asturias.

    Otro vídeo en el que podéis ver tres ejemplares de una de las especies de pardela más abundante en los pasos migratorios. Y que ya os hemos mostrado antes. La pardela pichoneta Puffinus puffinus:

Pardelas pichonetas Puffinus puffinus.
Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

    Otro grupo de aves que los observadores de aves marinas buscamos con mucho interés es el de los págalos. Desde la costa gijonesa se pueden ver las cuatro especies europeas. En estos vídeos veis dos de ellas. El primero es un muy breve vídeo, grabado con videoscoping, en el que se ve un págalo grande Stercorarius skua. Otra de las especies a la que la gripe aviar ha golpeado con especial dureza:

Págalo grande Stercorarius skua.
Año 2017. Gijón, Asturias.

    Y a continuación, vemos unos págalos pomarinos Stercorarius pomarinus que pasan en compañía de los ya mencionados y vistos alcatraces atlánticos. También está hecho con videoscoping:

Págalos pomarinos Stercorarius pomarinus y
alcatraces atlánticos Morus bassanus.
Año 2017. Gijón, Asturias.

    Pero también, como habéis leído en el título y os hemos contado en la entrada, podemos embarcar para poder ver de cerca y con más detalle el espectáculo de la migración. En teoría, cuando embarcamos, lo hacemos para ver aves marinas y acuáticas. Pero con frecuencia vemos también aves terrestres que, cruzando la mar, pretenden llegar a nuestras tierras. Las aves terrestres no flotan en el agua. Si caen a la mar tienen todas las papeletas para morir ahogadas. Y de hecho mueren muchas. Muchas. No tantas como las que llegan a completar el paso del Golfo de Vizcaya. Pero es enorme, incontable, la cantidad de aves terrestres que no consiguen completar su migración. Bastantes de ellas hacen lo que se conoce como migración asistida. Mientras van volando, si están cansadas (que muchas lo están) y encuentran una embarcación, se posan. Para ellas solamente es algo que flota y va a permitir que no se ahoguen si se posan. Sobre todo si la embarcación sigue el mismo rumbo que ellas llevan. Si la embarcación va en sentido contrario a su viaje migratorio, ya no entran tan decididas a posarse. Pero si están realmente cansadas y, generalmente, después de pensárselo un rato, acaban posándose en algún sitio tranquilo del barco, vaya en la dirección que vaya la nave. Allí descansan el tiempo suficiente para reunir fuerzas y seguir su viaje. Aunque el barco navegue, como fue el caso de la foto que va a continuación, en dirección contraria (iba al norte), se posan un rato. El descanso y la recuperación de fuerzas les compensa la distancia perdida mientras el barco se aleja de su meta. Este petirrojo europeo Erithacus rubecula se posó después de unos cuantos intentos. Estuvo allí, tranquilo y sin ser molestado por los pasajeros que estábamos en el barco. Y cuando consideró que había recuperado las fuerzas suficientes, prosiguió su viaje. Ese día fueron bastantes los petirrojos europeos que vimos viajando. Y varios los que intentaron o lograron posarse en el barco. La foto está hecha por Javier Alonso Almeida. A quien le damos las gracias por dejarnos compartirla:

Petirrojo europeo Erithacus rubecula descansando en su migración.
29/09/24. Aguas afuera al norte de Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Javier Alonso Almeida.

    Entre las aves que, aunque no floten en el agua, sí están ligadas a entornos acuáticos, están las garzas. La garza real Ardea cinerea es común en Asturias en los pasos migratorios y en invierno. Pero la garza imperial Ardea purpurea es poco frecuente. Se la ve sobre todo en el paso prenupcial, en primavera. Verla en el otoño es más raro. El día que se vio desde el barco, también se localizaron unos pocos ejemplares en algunos de los humedales y rías asturianos. En esta foto de Juan Luis Menéndez Valderrey veis a las dos especies. La foto está sacada de su muro de Facebook:


Garza imperial Ardea purpurea, arriba a la izquierda.
Garza real Ardea cinerea, abajo a la derecha.
29/09/24. Aguas afuera al norte de Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.


    Volviendo a las aves marinas y acuáticas, el principal asunto de esta entrada. En una embarcación la contemplación de las aves que se acercan al barco no tiene nada que ver con las observaciones que hacemos desde la costa. Los que organizan estas excursiones emplean atrayentes para que las aves se acerquen. Usan desperdicios de pescado. Gracias a este método se consigue que gaviotas de varias especies sigan a la embarcación. A su vez, las aves marinas se sienten atraídas por el bando de gaviotas. Lo que los observadores de aves llamamos, en el argot, una pajarera. Si hay un grupo grande de aves congregadas en un punto concreto de la mar, suele significar que hay comida disponible. De forma natural las pajareras, las concentraciones de aves, se forman cuando un grupo de peces atacan a los cardúmenes, los bandos, de los llamados peces pasto. Los peces que sirven de alimento a las especies de peces depredadores. En nuestras costas son los túnidos, escómbridos, delfines, calderones o marsopas los más habituales. Esos ataques hacen que el bando de peces pasto intente escapar nadando hacia la superficie. Incluso llegan a saltar fuera del agua para escapar a los ataques. Y los alcatraces atlánticos, págalos, charranes, fumarelespardelas y otras especies de aves, se unen al ataque. En lo que respecta a las observaciones en barco, las demás aves marinas se unen al bando de gaviotas cuando ven que siguen a la embarcación. Lo mismo sucede cuando los barcos de pesca hacen los descartes de lo que llevan en sus redes. Las aves marinas siguen al barco pesquero para intentar pillar lo que se devuelve al mar. De esa forma, las personas que van en el barco vemos a las aves a pocas decenas de metros. Como mucho, a algo más de un centenar de metros. Todo un lujo respecto a la mayoría de observaciones que hacemos desde la costa. Os compartimos ahora una serie de fotos que sacaron unos amigos que embarcaron en la última excursión para ver aves que hicimos este año. El domingo 29 del pasado mes de septiembre:

Pardela capirotada Ardenna gravisgaviota patiamarilla Larus michahellis.
29/09/24. Aguas afuera al norte de Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Javier Alonso Almeida.

    Las dos fotos que van a continuación están publicadas en una de las mejores webs de naturaleza que tenemos en Asturias. Su nombre es Asturnatura. En este enlace podéis ver multitud de fotos de aves que Juan Luis Menéndez Valderrey, el creador y administrador de dicha web, tiene a nuestra disposición para contemplarlas libremente:


Págalo pomarino Stercorarius pomarinus.
29/09/24. Aguas afuera al norte de Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.
Foto de la web Asturnatura.

Págalo grande Stercorarius skua.
29/09/24. Aguas afuera al norte de Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.
Foto de la web Asturnatura.

    Esta foto de un charrán común Sterna hirundo es de Javier Alonso Almeida:

Charrán común Sterna hirundo.
29/09/24. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Javier Alonso Almeida.

    En estas fotos que nos cede Julián Rufino Gómez González podemos ver otro charrán común juvenil. Ese plumaje de aspecto escamoso, provocado por los bordes claros de las plumas, es propio de esa edad. Las fotos están sacadas desde la costa:

Charrán común Sterna hirundo joven. Septiembre 2024.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Charrán común Sterna hirundo joven. Septiembre 2024.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

    Y en estas otras imágenes, también cedidas por Julián Rufino Gómez González, vemos otra especie de charrán muy común en nuestras tierras en la migración postnupcial. El charrán patinegro Thalasseus sandvicensis. En concreto se ve un adulto:

Charrán patinegro Thalasseus sandvicensis. Septiembre 2024.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Charrán patinegro Thalasseus sandvicensis. Septiembre 2024.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.


    Volviendo a las fotos sacadas en la última excursión hecha el pasado domingo 29 de septiembre, aquí tenéis el resto:

Fumarel común Chlidonias niger.
29/09/24. Gijón, Asturias.
Autor foto 
©: Javier Alonso Almeida.

Alcatraz atlántico Morus bassanus y gaviotas Larus sp.
29/09/24. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Armando Castañón Álvarez.

Pardela balear Puffinus mauretanicus.
29/09/24. Aguas afuera al norte de Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.

Pardela sombría Ardenna grisea.
29/09/24. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Daniel Martínez Martínez.
 
   Pero estar embarcado en un viaje para ver aves en migración, también nos puede dar inesperadas y muy agradables sorpresas. Fue el caso de la foto que va a continuación. En ella se ve una muy pequeña parte, la aleta dorsal y una ínfima parte del lomo, de un rorcual aliblanco Balaenoptera acutorostrata que había salido a respirar. Está rodeado con una línea roja para resaltar mejor al animal. Dos ejemplares pudimos ver de forma muy breve. Esta especie de mamífero marino, una ballena, respira aire atmosférico. Como todos los mamíferos marinos. Sube a la superficie, expulsa el aire viciado y carente de oxígeno, toma varias bocanadas de aire fresco y vuelve a sumergirse. Cuando regresa a las profundidades marinas tarda unos veinte minutos en volver a salir a la superficie. Y mientras está respirando solamente deja ver, de forma breve, parte de la aleta dorsal y el lomo. La foto es de Armando Castañón Álvarez:

Rorcual aliblanco Balaenoptera acutorostrata.
29/09/24. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Armando Castañón Álvarez.

    En esta imagen, sacada de la Wikipedia, podéis ver el aspecto general de esta preciosa ballena de pequeño tamaño. El adulto no mide más de unos 5 o 6 metros de largo:

Rorcual aliblanco Balaenoptera acutorostrata.
Ilustración ©: Wikipedia.


    Para ir acabando, vamos a comentaros un aspecto de la ornitología que se emplea en el estudio de las aves migratorias. Los que sois lectores habituales del blog ya lo conocéis. Nos referimos al anillamiento científico. A las aves anilladas. Bastantes de las aves que llegan a nuestras tierras portan anillas. Algunas son las llamadas anillas de lectura a distancia. Que están hechas de plástico y llevan un código de color con letras y/o números grabados en ellas. En este viaje pudimos ver al menos cinco gaviotas anilladas con este tipo de marcas. Cuatro gaviotas patiamarillas Larus michahellis y una gaviota sombría Larus fuscus. Las fotos son de Juan Luis Menéndez Valderrey. Gracias por dejarnos compartirlas:

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en Dinamarca.  V.2NP .
29/09/24. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en Dinamarca.  V.2NP .
29/09/24. Gijón, Asturias. Detalle de las anillas.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.

Gaviota patiamarilla Larus michahellis anillada en el País Vasco.  26W:G .
29/09/24. Gijón, Asturias. Detalle de las anillas.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.

Gaviota patiamarilla Larus michahellis anillada en Francia.  26Z:C .
29/09/24. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.

Gaviota patiamarilla Larus michahellis anillada en Francia.  26Z:C .
29/09/24. Gijón, Asturias. Detalle de la anilla de color.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.


    Para cerrar la entrada de hoy os damos unas pinceladas de otras aves que podemos ver en migración en estos momentos. Las aves limícolas. Julián Rufino Gómez González nos cede unas preciosas imágenes de una limícola migratoria de larga distancia. En Gijón hemos visto aves de esta especie que habían sido anilladas en la lejana Mauritania. Allí, en el Banco de Arguin, estaban pasando el invierno. Estos dos correlimos gordos Calidris canutus, pues de esta especie estamos hablando, fueron vistos a mediados del pasado mes de septiembre. No llevan anilla de ningún tipo. Pero podrían, perfectamente, haber pasado el invierno en ese lejano lugar de Mauritania:

Correlimos gordo Calidris canutus. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Correlimos gordo Calidris canutus. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Correlimos gordo Calidris canutus. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Correlimos gordo Calidris canutus. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

   

   Esto ha sido todo por esta vez. Damos las gracias por su inestimable colaboración para confeccionar esta entrada a Armando Castañón Álvarez, Daniel Martínez MartínezJavier Alonso AlmeidaJuan Luis Menéndez Valderrey y Julián Rufino Gómez González. Muchas gracias. Gracias, así mismo, a los autores de las fotos hechas en la salida desde Cariño. También os damos, por supuesto, las gracias a vosotros por haber entrado a leernos. Juan Bueno Pardo y yo os estamos muy agradecidos. Sois la razón de ser de este modesto sitio web. Muchas gracias y hasta la próxima ocasión.

sábado, 21 de septiembre de 2024

Migración postnupcial

    En esta nueva entrada vamos a compartiros las que, creemos, son las observaciones más interesantes de las que hemos tenido noticia hasta ahora en este paso postnupcial. Las aves han terminado su temporada de reproducción. Y ya hace meses que han iniciado su viaje al sur para pasar el invierno en latitudes más cálidas. Un verdadero ejército de muchos millones de seres alados efectúan su migración otoñal o postnupcial. Lo retrataron muy bien los directores de la película Le Peuple Migrateur. Que en español se tituló Nómadas del viento. Los observadores de aves tenemos esta época del año, la de la migración postnucial, como una de las marcadas en rojo en nuestra agenda. Y aprovechamos cualquier momento que tenemos libre para disfrutar con este espectáculo que es la migración de las aves. En uno de esos momentos, pudimos ver un grupo de garzas reales Ardea cinerea pasando en migración por la costa:

Garzas reales Ardea cinerea. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

    Siendo Gijón una ciudad costera es un lugar ideal para disfrutar de la migración de las aves marinas y acuáticas. Dentro de ellas podemos englobar a las aves limícolas. Como estos ostreros euroasiáticos Haematopus ostralegus que descansaban en uno de los diques del puerto del Musel:

Ostreros euroasiáticos Haematopus ostralegus. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

    La migración es un viaje muy largo. Muchas aves que vemos aquí, anidan en el norte y este de Europa. Algunas especies nidifican muy al norte. Y vuelan muchos kilómetros para llegar a sus lugares de invernada. En el trayecto hay multitud de peligros que deben desafiar y vencer si quieren llegar a la meta. No siempre lo consiguen. Es lo que le pasó a este joven ostrero euroasiático. Sirvió de comida a uno de los halcones peregrinos Falco peregrinus que anidan cerca de la zona en la que localizamos sus restos. Es ley de vida. Comer o ser comido. La muerte del ostrero euroasiático sirvió para que el halcón peregrino pudiera alimentarse y seguir su vida. También sirvió para que un grupo de avispas se pegasen un buen festín con los restos. Si os fijáis en la imagen, se ve una avispa. Sabemos que el ave es un joven por la punta oscura, negra, del pico. Los adultos lo tienen anaranjado rojizo entero, como se ve en la foto anterior:

Ostrero euroasiático Haematopus ostralegus joven. Comido
por un halcón peregrino Falco peregrinus. Agosto 2024. Gijón, Asturias.


    Tampoco tuvo suerte este otro jovenzuelo. Un combatiente Calidris pugnax que había hecho parada en un humedal del concejo. La foto es del 15 de septiembre por la tarde. El día anterior y ese mismo día por la mañana lo vieron con vida y aparentemente sano. Pero cuando llegué allí ya lo encontré agonizando. Murió al poco tiempo. Es la vida salvaje. Solamente sobreviven los más fuertes y los que se adaptan mejor al entorno. Es una pena. Pero el cuerpo de este precioso limícola servirá de alimento a los carroñeros. En la naturaleza nada se desperdicia. Todo se aprovecha. Todo se recicla:

Combatiente Calidris pugnax. 15/09/24. Gijón, Asturias.

    Otro viajero, de muy largo recorrido, es el zarapito trinador Numenius phaeopus. En lo que se refiere a los ejemplares que vemos aquí, se reproducen en áreas septentrionales del hemisferio norte. Y pasan el invierno tan al sur como es el extremo más meridional de África. Julián Rufino Gómez González les sacó estas imágenes a un pequeño grupo que vio a mediados de septiembre. Le damos las gracias por dejarnos compartirlas:

Zarapito trinador Numenius phaeopus. Septiembre 2024.
Gijón, Asturias. Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Zarapitos trinadores Numenius phaeopus. Septiembre 2024.
Gijón, Asturias. Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

    Los chorlitejos grandes Charadrius hiaticula son otra especie de limícola común en migración por nuestras costas:

Chorlitejo grande Charadrius hiaticula. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

    Un limícola estrechamente emparentado con el anterior es el chorlitejo chico Charadrius dubius. Varias parejas anidan en nuestro concejo. Pero también se ven aves en migración:

Chorlitejo chico Charadrius dubius. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

    Para acabar con los limícolas, traemos una especie muy común en el concejo de Gijón. Aquí se reproduce y también se ve habitualmente en los pasos. El andarríos chico Actitis hypoleucos:
Andarríos chico Actitis hypoleucos. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

     Una especie de ave muy elegante y que vemos en número escaso es la espátula común Platalea leucorodia. Este joven que, si os fijáis y miráis en la parte inferior del ala plegada, en la foto muestra las primarias negras que determinan su edad, estuvo descansando varios días en un humedal del concejo:

Espátula común Platalea leucorodia. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

    Otra especie escasa en el concejo es el tarro blanco Tadorna tadorna. Tres jóvenes hicieron varios días de parada y fonda en el mismo humedal en el que lo había hecho la espátula común. Allí descansaron y se alimentaron:

Tarros blancos Tadorna tadorna. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

    En esta foto, hecha casi una semana después de la anterior, veis a dos de ellos alimentándose:

Tarros blancos Tadorna tadorna. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.


    Los estérnidos engloban a los charranes, charrancito, pagazas y fumareles. Son un grupo de aves de la familia Sternidae que todos los años pasan en migración por nuestras costas. Algunos pocos ejemplares, casi siempre jóvenes, entran a los puertos, embalses, ensenadas o rías en busca de refugio y comida fácil. Hace unos pocos días vio Javier Alonso Almeida dos charrancitos comunes en la playa de El Arveyal. Y a este fumarel común Chlidonias niger (un joven, lo veis por el plumaje), lo vimos Alejandro Villar Martín, Juan Luis Menéndez Valderrey y yo el pasado 15 de septiembre en el puerto del Musel. Iba y venía a lo largo de los muelles buscando su comida. Varias veces se tiró en picado a pescar. Y lo consiguió al menos una vez. Lo vimos alejarse volando con la presa en el pico. La foto es de Juan Luis Menéndez Valderrey. Le damos las gracias por dejarnos compartirla. Está sacada de una de las mejores páginas webs de naturaleza asturiana que conocemos y que se llama Asturnatura:

 https://www.asturnatura.com/fotografia/aves/fumarel-comun-chlidonias-niger-1-de-4/51133.html

Fumarel común Chlidonias niger joven. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Luis Menéndez Valderrey.


    Para acabar con el apartado de aves marinas y acuáticas, vamos con un grupo de aves muy comunes en Gijón. Las gaviotas. Dentro de ellas tenemos a las gaviotas sombrías Larus fuscus. Son grandes viajeras y estas semanas estamos contemplando un gran flujo migratorio de la especie. Aquí tenéis una selección de gaviotas sombrías anilladas en varios países. Todas las gaviotas, menos una, son nuevas para nosotros. Nunca habían sido vistas antes aquí. La conocida es la que lleva anilla azul oscura y código blanco  F:A6. Las fotos son de Julián Rufino Gómez González:

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en el Reino Unido.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en el Reino Unido.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en Irlanda.
El color de la anilla es azul oscuro. Pero parece negro y llama a engaño.
Gracias a Antonio Gutiérrez por su ayuda.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en Gales, Reino Unido.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en España.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Gaviota sombría Larus fuscus anillada en Dinamarca.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

    Para cerrar el capítulo de las gaviotas sombrías anilladas, vamos a compartiros una rareza. Así lo podemos calificar en estos tiempos de Internet. Cuando vemos un ave anillada, enviamos un correo electrónico al coordinador del programa o a la correspondiente oficina de anillamiento con los datos de la observación. Que solemos acompañar con una foto en la que se lea la anilla. Y ellos nos contestan, generalmente, por la misma vía. Por correo electrónico. Pero esto que hoy en día vemos como lo más normal (porque, de hecho, así es) hace unas décadas no era sino ciencia-ficción. La forma habitual de comunicación con los distintos coordinadores y oficinas de anillamiento de cada país, era el correo postal. Y por correo postal le enviaron a Julián Rufino Gómez González el historial de vida de una gaviota sombría belga anillada solamente con metálica. Fue anillada en su primer año de vida. El historial es brevísimo, como suele ser habitual con las anillas de metal. Son anillas muy difíciles de leer o fotografiar en su totalidad. Mucho mérito tiene esta lectura. Por cierto y en referencia a los que piensan que las gaviotas no son más que ratas con alas que nos roban el pincho en la terraza del bar, nos cagan el coche o nos despiertan con sus chillidos. El grupo de "las gaviotas", en general, engloba a varias especies. Hablando de las que podemos ver habitualmente en nuestra ciudad, no menos de nueve especies de ellas se pueden observar en los distintos meses del año. A saber: Gaviota argéntea europea, gaviota sombría, gavión atlántico, gaviota patiamarilla, gaviota del Caspio, gaviota reidora, gaviota cabecinegra, gaviota cana y gaviota tridáctila. Alguna de estas especies, como la gaviota patiamarilla, ha pegado un bajón de población reproductora en Asturias cercano al 70% con respecto al último censo realizado. En años de inviernos duros o de temporadas reproductoras exitosas, es posible ver en Gijón a estas otras siete especies de gaviotas: Gavión hiperbóreo, gaviota groenlandesa, gaviota enana, gaviota de Sabine, gaviota de Delaware, gaviota guanaguanare o gaviota pipizcán. Deciros también que bastantes de las especies citadas están protegidas. Y como podéis ver por las fotos de gaviotas anilladas, en Gijón se dan cita una gran cantidad de aves migratorias procedentes de muchos países. En este caso: Bélgica, Reino Unido, Irlanda, España y Dinamarca. Va la foto con la recuperación por correo postal de la gaviota sombría anillada en Bélgica:

Historial de vida de una gaviota sombría Larus fuscus anillada en Bélgica.
Autor foto ©: Julián Rufino Gómez González.

    Otras especies de gaviotas también hacen migraciones. Como esta joven gaviota cabecinegra Larus melanocephalus. Las gaviotas cabecinegras tienen en Gijón la principal plaza invernal de Asturias. En los días de meteorología adversa, no es raro ver varios cientos en las playas del concejo:

Gaviota cabecinegra Larus fuscus juvenil. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

       Vamos, por último, con las aves terrestres. Que representan el grueso de las aves migratorias que vemos en Asturias y en Gijón. El paseriforme más abundante en nuestras tierras en los pasos migratorios, sobre todo en el postnupcial, probablemente sea el mosquitero musical Phylloscopus trochilus. Se calculan en varios millones los que atraviesan la Península Ibérica para cruzar hacia África por el Estrecho de Gibraltar:

Mosquitero musical Phylloscopus trochilus. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

    Pero además de este pajarín hay multitud de especies, tanto de paseriformes, como de no paseriformes, que visitan nuestras tierras de camino al sur. Algunas criaron aquí y ya se van marchando de nuevo hacia África. Otras vienen desde Europa. Os compartimos una selección de ellas. Hemos de deciros que también se han registrado, aunque pudimos ver solamente a dos y no logramos fotografiar a ninguna, a las siguientes especies: Papamoscas gris Muscicapa striata, papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca, colirrojo real Phoenicurus phoenicurus, chorlito dorado europeo Pluvialis apricaria, tórtola europea Streptopelia turtur, garza imperial Ardea purpurea, fumarel cariblanco Chlidonias hybrida, garcilla cangrejera Ardeola ralloides o abejero europeo Pernis aviporus:

Lavandera boyera centroeuropea Motacilla flava flava macho.
Agosto 2024. Gijón, Asturias. Autor foto ©: Javier Alonso Almeida.

Lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

Collalba gris Oenanthe oenanthe. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

Tarabilla norteña Saxicola rubetra. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

Curruca zarcera Curruca communis. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

    Por último y en lo que respecta a las aves, vamos a compartir una imágenes de un no paseriforme que está emparentado con los pájaros carpinteros. Es un pícido, como ellos. Aunque de muy pequeño tamaño y colores miméticos. Su presencia en el concejo de Gijón es cada año más rara. Menos común cada año que pasa. La degradación del hábitat ha hecho que no sea fácil verlo en los sitios en los que antes era relativamente común. El de las imágenes y por su comportamiento, pues estaba alimentándose en un lugar muy poco habitual, cercano a la línea de costa, pensamos que es un recién llegado desde latitudes norteñas:

Torcecuello euroasiático Jynx torquilla. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

Torcecuello euroasiático Jynx torquilla. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.

Torcecuello euroasiático Jynx torquilla. Septiembre 2024. Gijón, Asturias.
    

    Pero no queremos cerrar la entrada de hoy sin antes compartiros unas imágenes de otros seres alados que, aunque no son aves, sí son grandes migradores. En concreto son una mariposa y un sírfido. Mariposas y sírfidos son, además de viajeros, unos grandes polinizadores:

Mariposa gris estriada Lampides boeticus.
Ejemplar viejo y muy estropeado. Agosto 2024. Gijón, Asturias.

Sírfido Scaeva pyrastri. Agosto 2024. Gijón, Asturias.


    Nada más por hoy. Solamente nos quedan los agradecimientos. Tenemos que hacerlo con Julián Rufino Gómez GonzálezJavier Alonso AlmeidaJuan Luis Menéndez Valderrey y Antonio Gutiérrez. Por su generosa, desinteresada colaboración en la confección de esta entrada del blog. Muchas gracias. Y por supuesto: Muchas gracias a los que habéis querido entrar a leernos. Juan Bueno Pardo y yo os estamos muy agradecidos. Y esperamos que la entrada os haya gustado. Hasta una próxima ocasión.