Birdwatching in Gijón (N Spain)

sábado, 31 de julio de 2021

Reproducción exitosa de cernícalos vulgares en Gijón

    Cuatro nuevas vidas vuelan ya por los cielos de Gijón. Una pareja de cernícalos vulgares Falco tinnunculus han sacado adelante a sus cuatro pollos. Las aves rapaces son muy sensibles a las molestias cuando están criando. Por lo que es muy importante que los lugares en los que anidan no se den a conocer. Se han dado casos de abandono de los pollos, por parte de los padres, debido a las molestias humanas. Los pollos de cernícalo vulgar tardan una media de un mes (treinta y un días) en abandonar el nido. Pero permanecen dos semanas (quince días) más en las cercanías del nido siendo alimentados por sus padres. Fuente: Enciclopedia virtual de los vertebrados españoles - Museo Nacional de Ciencias Naturales CSIC:

http://www.vertebradosibericos.org/aves/reproduccion/faltinre.html

   En las fechas en las que estáis leyendo esta entrada, ya ha pasado el margen de tiempo suficiente como para que pollos y adultos se encuentren lejos del nido. Así que os compartimos el dato, unas curiosidades y os mostramos unas imágenes. El dato frío es el que ya os contamos. Una pareja de cernícalo vulgar ha sacado adelante a sus cuatro pollos.

    Unas curiosidades sobre la especie. El cernícalo vulgar es un ave rapaz que, hablando de España y en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, aparece calificado como "De interés especial". Por otro lado, en el Libro Rojo de las Aves de España, la subespecie dacotiae, presente en Fuerteventura y Lanzarote, se cataloga como "Vulnerable". Mientras que para la subespecie canariensis, que está presente en el resto de las Islas Canarias, se considera que existen datos insuficientes. Fuente: SEO/BirdLife:

https://seo.org/ave/cernicalo-vulgar/

   En Asturias es una especie de la que, a partir del año 2005, se solicitan todas las citas en época de cría. Según se recoge en el Anuario Ornitológico Asturiano publicado en la revista El Draque:

http://www.coa.org.es/images/PDF/draque/0704-annuariu2000.pdf


   Para cerrar, vamos con unas imágenes y más curiosidades. El dato de la cría de esta pareja de cernícalo vulgar se lo debemos a Saúl Rodríguez Rodríguez. Quien nos hizo saber su existencia. Ese nido lleva siendo ocupado al menos durante los últimos seis años. Dato comunicado por Julián Rufino Gómez González. Quien, durante el último paso postnupcial, vio en el lugar del nido a un macho con una anilla metálica de la que no se pudo leer el código. La anilla tiene pinta de ser vieja. De un material que ya no se usa. Se ve muy desgastada y, probablemente, sea muy difícil de leer aún con el ave a corta distancia. Unas fotos, hechas por Rufo, del macho en cuestión.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus macho anillado.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.


Cernícalo vulgar Falco tinnunculus macho anillado.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

   Durante el inicio de esta temporada de cría del 2021, Julián Rufino Gómez González también vio cortejando a la pareja de cernícalos. En esta serie de fotos podéis ver al macho que, para conquistar a la hembra, le obsequia con pequeños roedores. También al macho y la hembra por separado. El macho, fijaos, no está anillado. Es diferente al visto en la zona durante el paso postnupcial.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus macho con presente para la hembra.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Macho (izquierda). Hembra (derecha).
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Macho (izquierda). Hembra (derecha).
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Hembra.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Macho.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Macho.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Hembra.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

   En años pasados y durante el periodo de cría de los pollos, le sacó una foto preciosa a la hembra. ¿La misma que crió este año? Probablemente.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Hembra.
Foto ©: Julián Rufino Gómez González.

   Este año llegamos ya al sitio con los pollos muy crecidos. Tardaron unos nueve días en abandonar el nido desde que les sacamos estas imágenes. En las fotos se ven en el nido, marcados por flechas, a los cuatro pollos que la pareja sacó adelante esta temporada.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Pollos.

   Y en estos dos vídeos se ven: En el primero, a uno de los pollos oteando con impaciencia el cielo. A la espera de que aparezca alguno de sus padres trayendo comida. En el otro vídeo, uno de los pollos hace ejercicios de vuelo mientras peligra seriamente su estabilidad. Corrió peligro de caerse del nido.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus.
Pollos esperando a los padres.

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus.
Pollos. Uno hace ejercicios de vuelo.


   Y esto ha sido todo en lo referente a las andanzas de esta familia de cernícalos vulgares. Os recodamos que las aves rapaces son especies sensibles a las alteraciones cuando están criando a sus pollos. Por lo que es de vital importancia mantener las distancias y la discreción. Discreción hacia ellos y con nuestros colegas humanos. No divulgar, no dar a conocer las ubicaciones de nidos de aves. Especialmente de aves rapaces. Es algo de importancia capital para la conservación de dichas aves.

   No podemos acabar sin antes agradecer a Saúl Rodríguez Rodríguez la comunicación de la reproducción en ese lugar de la pareja de cernícalos vulgares. Y a Julián Rufino Gómez González, datos de cría de temporadas pasadas y la cesión de la mayor parte de las fotografías que ilustran esta entrada. Gracias a ambos. Y hasta una próxima ocasión.


domingo, 25 de julio de 2021

Control de gaviotas nidificantes en la ciudad.

   Las ciudades tienen su avifauna asociada a ellas. En las poblaciones costeras o cercanas a la costa es diaria la presencia de aves marinas. Entre ellas destacan, por su proximidad al ser humano, las gaviotas. En Asturias podemos encontrar durante todo el año gaviotas patiamarillas cantábricas Larus michahellis lusitanius en casi cualquier pueblo o ciudad. Varios factores contribuyen a este hecho.

1.- La gran cantidad de costa que tiene Asturias. Unos cuatrocientos setenta y dos (472) kilómetros.

2.- La presencia del vertedero central de COGERSA. Un inmenso basurero ubicado a poca distancia del casco urbano de Gijón. Y que, durante años, acogió los residuos de toda Asturias y parte de León. A día de hoy los asturianos seguimos depositando allí nuestra basura.

3.- La práctica, hasta hace pocos años, de echar al mar los descartes pesqueros de la pesca comercial. Actualmente está prohibido tirar a la mar los descartes.

4.- La costumbre que tenemos demasiados gijoneses de dejar las bolsas de basura al lado de los contenedores y fuera de los mismos. Una fuente gratis de comida para las gaviotas.

5.- El hecho de que los humanos hemos invadido su espacio natural. Aumentando el tamaño de las ciudades y pueblos. Degradando con infraestructuras algunos lugares en los que las gaviotas anidaban en plena naturaleza, etcétera.

    Hay más causas. Pero no vamos a cansar detallándolas.

   Los gijoneses tenemos la percepción de que el número de gaviotas patiamarillas nidificantes está aumentando. Pero es una percepción errónea. Un estudio de Aitor Galarza y publicado en la revista Munibe Ciencias Naturales, una revista de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, alerta de un descenso de casi el 50% (en concreto del 46,7%) en las colonias de Vizcaya, País Vasco. Aunque no es en Asturias, ni en Gijón, los resultados son extrapolables al resto del Cantábrico.


   En lo que respecta a Gijón, la numerosa colonia de cría que había en el Cabo Torres ha menguado hasta quedar, en la actualidad, circunscrita a unas pocas decenas de parejas. Y seguirá disminuyendo, nos tememos. El Atlas de Aves Nidificantes de Asturies (1990-2010), estimaba una población nidificante de entre 6.000 a 7.000 parejas. Hay que tener en cuenta que, por aquellos años, el número de gaviotas nidificantes en la naturaleza estaba en su apogeo. Y la colonización de las ciudades por la especie se encontraba en sus comienzos. Empezó en 1992. No obstante los autores de los textos de Atlas ya apuntan que el número de parejas reproductoras parecía haberse reducido (Molina & Bermejo 2009). Del 2007 al 2009 se hizo un censo de gaviotas reidoras, sombrías y patiamarillas a nivel de toda España. En el que tuve el placer de participar. La población estimada, a la baja, de parejas reproductoras en Asturias fue, por entonces, de 4.237 parejas. Estas cifras recogidas en estas publicaciones no son más que un bello y triste recuerdo en la actualidad. Si estáis interesados en este trabajo de censo de gaviotas, podéis descargarlo o leerlo en este enlace y en formato PDF. "Gaviotas reidora, sombría y patiamarilla en España. Población en 2007-2009 y método de censo", se titula el trabajo:


   Muchos de nuestros convecinos gijoneses se quejan de las molestias ocasionadas por las gaviotas. Llevan muchos años quejándose. Y sus lamentos han hecho que, desde el año 1996, todos los dirigentes de los distintos partidos políticos que han gobernado en Gijón, hayan llevado a cabo lo que, eufemísticamente, han llamado un "control sobre los nidos, huevos y pollos de gaviotas". Control que consiste en la retirada de esos nidos, huevos y pollos. Retirada que, en todos los casos, significa la muerte. Se mata a los pollos y se destruyen huevos y nidos. A lo largo del año 2020 se han "retirado", según datos de la agencia encargada de la tarea, 1.425 descendientes (es decir, huevos y pollos) y 589 nidos. Lo que constituye, según cuenta la noticia un "récord histórico". Triste récord. En el diario "El Comercio" del lunes 19 de julio de 2021 podéis leer lo que os contamos:

Diario "El Comercio". Edición de Gijón. 19/07/2021.


   Entre otras cosas, los gijoneses se quejan de los ruidos y suciedad que generan estas aves. Alegan que sus chillidos, que no cesan ni de noche, no les dejan dormir. Al respecto tengo que hacer (y ahora hablo en primera persona) una puntualización. Vivo en un edificio que dista menos de 300 metros de la línea de costa en línea recta. En los tejados que tengo encima hay, este año, dos nidos de gaviota patiamarilla. Uno de ellos queda fuera de la vista. Por lo que no sé la cantidad de pollos que sacarán adelante. En el otro nido, aunque tampoco puedo verlo, si observo a adultos y pollos cuando pasean por las inmediaciones. Tiene, por lo menos, dos pollos a punto de volar. Puede que, cuando esta entrada se publique, ya hayan volado.

   Siguiendo con el tema de los ruidos provocados por las gaviotas, dicen mis conciudadanos que sus ruidos nocturnos les despiertan. Recuerdo que tengo dos nidos encima de la casa en la que vivo. Vivo en un sexto y las terrazas quedan en lo que constituye el tejado del séptimo. Ni me despiertan por la noche, ni me molestan sus ruidos. Cuando era joven, hace muchos años, dormía toda la noche de un tirón. Y no me despertaba ni una bomba que cayese a mi lado. Mucho menos lo hacían un ejército de gaviotas chillonas. Ahora, que hace mucho que dejé la juventud atrás, tampoco me despiertan los chillidos de las gaviotas. Duermo menos que un búho. Y mi insomnio hace que oiga cualquier ruido que se produzca en las cercanías. Pero una vez que consigo conciliar el sueño, nada me despierta. Y lo mismo les pasa, lo afirmo con toda seguridad, a los que se quejan de que las gaviotas no les dejan dormir.

   Y sin abandonar el tema de los molestos ruidos de las gaviotas nidificantes en la ciudad, hay algo que me resulta chocante. Mis conciudadanos no se quejan con la misma contundencia de los ruidos provocados, noche tras noche de verano y fines de semana, por los juerguistas que regresan a casa medio borrachos. Y que incívicos y despreocupados por el descanso de sus vecinos, van pegando voces a todo pulmón. Curioso. Tampoco protestan de los ruidos provocados por los escapes de los vehículos a motor. Ni de los molestos ruidos que tienen que soportar debido a los camiones de basura cuando vacían los contenedores.

   Otra de las razones que mis conciudadanos esgrimen para la erradicación (que no el "control") de los nidos de gaviota patiamarilla en la ciudad de Gijón, de las gaviotas patiamarillas nidificantes en mi ciudad, es que son sucias. Que todo lo manchan con sus deposiciones y su costumbre de romper bolsas de basura para rebuscar dentro algún resto comestible. Se olvidan, al mencionar lo anterior, de dos cosas:

1.- En muchas zonas de mi ciudad es mayor la suciedad por la contaminación industrial (polvo de mineral de hierro, de carbón, de la cementera de Aboño, de las chimeneas de ArcelorMittal...) que la provocada por las gaviotas. Y de eso pocas quejas se oyen. Y menos aún se ven a cientos de personas participando en las manifestaciones de protesta que se convocan en mi ciudad. Los manifestantes no alcanzan las tres decenas. Y son, casi siempre, los mismos.

2.- Estas aves rompen las bolsas de basura para rebuscar en ellas restos comestibles. Muy cierto. Las gaviotas son grandes oportunistas. Aprovechan cualquier fuente de comida fácil. Pero lo que mis conciudadanos olvidan es que esas bolsas de basura que las gaviotas rompen y de las cuales esparcen los desperdicios, deberían estar convenientemente depositadas dentro de los contenedores instalados al efecto. Y no dejadas, alegremente, en la acera y fuera de los mismos.

   Otra de las cosas que dicen mis convecinos gijoneses es que las gaviotas son aves agresivas. No es cierto. Mejor dicho: Es cierto en parte. Las gaviotas son muy agresivas cuando consideran que corren peligro de muerte sus huevos o pollos. En el resto de las situaciones, por ejemplo si están comiendo restos de una bolsa de basura, se alejarán unos metros o saldrán volando si nos acercamos. En ningún caso nos harán frente. Saben que perderán más que ganan si lo hacen. También dicen mis convecinos que esa agresividad lleva a las gaviotas a lanzarse sobre los pinchos y demás alimentos que los hosteleros ponen en las mesas de las terrazas de sus establecimientos para que los consuma la clientela. Es cierto. Las gaviotas son oportunistas y aprovechan cualquier oportunidad de conseguir comida fácil. Pero, como en todo en la vida, hay que matizar. Suelo ir a ver aves a varios sitios de mi ciudad. En varios de esos sitios (Cimadevilla, los barrios de El Carmen, Matadero Viejo, El Natahoyo...) es habitual la presencia de gaviotas patiamarillas. Y en la totalidad de esos barrios es posible observar a las aves desde la comodidad de una silla de una terraza hostelera. En más de seis años observando aves de esa forma, jamás (repito, jamás) me ha robado el pincho o el bocata una gaviota ni ningún otro pájaro. Por la misma razón que antes esgrimí cuando hablé de las gaviotas que escarban en las bolsas de basura. Saben muy bien que pueden perder más que ganar si se atreven a acercarse a mi comida. Lo que no debemos hacer, sabiendo que hay gaviotas en las proximidades, es despreocuparnos de los alimentos y bebidas que tenemos encima de la mesa. Que es lo que solemos hacer la mayoría de nosotros. Y luego vienen los lamentos.

   A pesar de las protestas, denuncias, control de nidos en tejados y demás inconvenientes, algunas parejas se las arreglan para sacar adelante a sus pollos. Lo podéis ver en estas fotos cedidas amable y desinteresadamente por nuestro amigo Julián Rufino Gómez González. Aunque en la fecha de las fotos los pollos eran pequeños, ahora estarán a punto de abandonar el nido. Si es que no lo han hecho ya. Y es imposible que puedan atrapar a los pollos para matarlos. Por eso publicamos estas imágenes.

Gaviota patiamarilla Larus michahellis. Adulto.
Foto: Autor © Julián Rufino Gómez González.


Gaviota patiamarilla Larus michahellis. Adulto y dos de los tres pollos.
Foto: Autor © Julián Rufino Gómez González.


Gaviota patiamarilla Larus michahellis. Pollo.
Foto: Autor © Julián Rufino Gómez González.



   Este año y debido a la pandemia causada por la COVID-19 este "control" que todos los que han gobernado en Gijón desde el ya lejano 1996 han llevado a cabo, no se ha realizado. Pero no os preocupéis. Los concejales gijoneses de la formación política llamada Foro, haciendo amigos entre los gavioteros, se han encargado de recordarle al ayuntamiento gijonés que hay que volver a matar gaviotas. Habrá que tomar nota. Noticia del martes 20 de julio de 2021. Y publicada en el diario asturiano "El Comercio":



   Por desgracia, el tema del control de la población de gaviotas nidificantes en el casco urbano no es exclusivo de Gijón. Recordamos a los bienpensantes que, en este caso, "control" significa "muerte". Destrucción de huevos y retirada y muerte de los pollos. Si queremos estar convenientemente informados, debemos llamar a las cosas por su nombre. En la vecina ciudad asturiana de Avilés, también se dedican a "controlar" a la población de gaviotas que anida en el casco urbano. La noticia es para suscriptores digitales. Pero basta leer el titular para darse cuenta de la magnitud de la matanza proyectada. Pretenden recuperar en un año lo que no se hizo en los dos últimos. Reducir la población nidificante de gaviota patiamarilla entre un 30 y un 40%:


   Lo penúltimo y para no cansar a los que nos lean. Dos consideraciones más. La primera: No se debería dejar en manos de los políticos un tema como el del control de una especie salvaje, en este caso las gaviotas patiamarillas nidificantes en las ciudades. Para eso están los científicos. Esos seres que ahora están tan de moda debido a la desgraciada pandemia causada por el virus de la COVID-19. Los científicos, en este caso los biólogos, son los que, mediante los estudios correspondientes, deberían tener el poder para decidir si se hace una campaña de control de nidos. Y la cantidad de huevos y pollos que deben ser retirados. Actualmente estas cosas se dejan en manos de los políticos de turno. Quienes contratan a una empresa especializada en la retirada de nidos huevos y pollos. Pero los informes científicos previos e independientes, brillan por su ausencia. Al menos aquí, en Gijón. Hemos dicho informes científicos "libres e independientes". Precisamente en Gijón y en el año 2018, durante la campaña desarrollada entre el 15 de mayo y el 13 de julio se retiraron de los tejados de la ciudad, 561 nidos, 513 huevos y 726 pollos de gaviota patiamarilla, lo que supone un total de 1.239 descendientes. Asímismo se estima la presencia de unas 778 parejas nidificantes en la ciudad. En el año 2020 (lo habéis leído anteriormente) se batió el récord de retirada de huevos, nidos y pollos. La tendencia de la población basada en el número en el número de parejas detectadas y el número de nidos retirados, si bien no disminuye, apunta desde hace años a una progresiva estabilización. Lo podéis leer aquí:

https://sedeelectronica.gijon.es/page/5771-gaviotas

   La segunda consideración, que creemos muy conveniente, es hacer pedagogía. Con las llamadas nuevas generaciones es una herramienta que resulta útil. Las gaviotas y otras aves forman parte del paisaje de pueblos y ciudades costeros. Lo han hecho desde tiempo inmemorial. Y lo seguirán haciendo, pese a quien pese. Hay que explicarles a los niños que las gaviotas no están ocupando nuestro espacio. Sino que es justo al revés. Que somos nosotros los que nos estamos metiendo en su terreno. Hay que hacerles comprender a los niños que las aves marinas, de las que las gaviotas forman parte, son algo consustancial al paisaje de la ciudad o pueblo en el que viven. Que las gaviotas no son aves agresivas a no ser que vean peligrar la integridad de sus nidos, huevos o pollos. Que incluso pueden ser algo bonito e interesante de ver. Pero para todo ello hay que contar con la colaboración de las distintas Administraciones Públicas. Las cuales no suelen tener la paciencia suficiente para estos menesteres de enseñar a las nuevas generaciones. Y ni siquiera tienen el detalle de contestarte cuando les escribes mandando toda clase de información para contarles algo referido a las aves que viven en la ciudad en la que están gobernando. Lo único que les importa a nuestros dirigentes políticos es que sus presuntos votantes vivan tranquilos y felices. Que confíen en ellos para que, dentro de otros cuatro años, vuelvan a renovarles esa confianza mediante el voto.

   Y ahora lo último. A pesar de lo dicho hasta ahora, no está todo perdido. Hay personas que emplean su tiempo y dinero en recoger, cuidar, recuperar y liberar, si ello es posible, a los animales salvajes que les llegan. En la ciudad de Gijón algunos de nosotros hemos oído hablar de Xuan Xulio Fernández García. Es mucho menos conocido, en nuestra opinión, de lo que debería. Su labor es de un valor incalculable. Xuan es un ser humano excepcional y que de forma altruista desarrolla una labor de cuidado y liberación de la fauna salvaje en problemas. Anualmente cientos de animales que necesitan protección y cuidados son acogidos en su casa. Dijimos cientos de animales cada año. Y no exageramos. El año pasado Xuan recogió más de cuatrocientos animales, de todas clases, que necesitaron de sus cuidados. Entre ellos muchos pollos de gaviota patiamarilla cantábrica Larus michahellis lusitanius. Xuan va en su vehículo a cualquier lugar de Asturias en el que se le solicite su ayuda. Y pasa a diario por la sede de Bomberos en Gijón a recoger los animales que los gijoneses dejamos allí para que reciban sus cuidados. Y lo hace gratis. Poniendo dinero de su bolsillo. Quitando horas libres que podría pasar junto a su familia y amigos. Los animales salvajes necesitan atención las 24 horas al día, los siete días de la semana y los 365 días del año. Trescientos sesenta y seis días si es un año bisiesto. A lo largo de los años son varios cientos de gaviotas de varias especies las que Xuan recogió, cuidó y liberó. Además Xuan las anilla. Con lo que podemos saber la edad del ave cuando se recogió y seguir su evolución a lo largo de los años. En estas dos capturas de vídeo del último programa de Paxarinos TV y sacadas del canal de YouTube de esa televisión, podéis ver a Xuan en plena faena. En el vídeo también se ve a Guille. Seis añitos y ya es todo un entusiasta de las aves. El futuro. Un espléndido futuro.



Xuan Xulio Fernández García en plena faena con las gaviotas patiamarillas cantábricas Larus michahellis lusitanius. En las imágenes le acompaña Guille.


   Si queréis ver el programa completo y las imágenes de Xuan y Guille sin los cortes, este es el enlace al canal de YouTube de Paxarinos TV:

   Y aquí os compartimos unas fotos, para alegrar la vista, de algunas de las gaviotas que Xuan acogió, cuidó y liberó. Las de las fotos son todas gaviotas patiamarillas cantábricas Larus michahellis lusitanius.

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   Esperamos que esta entrada os haya parecido de interés. Y os haya ayudado a comprender mejor a estos preciosos seres alados que, en ciudades y pueblos costeros, nos han acompañado desde que el mundo es mundo. Hasta una próxima ocasión. Gracias a Julián Rufino Gómez González por la desinteresada cesión de sus fotos. Muchas gracias, Rufo.

domingo, 18 de julio de 2021

Historia de los primeros años de vida de una francesa en Gijón (argéntea 3:CLP).

    A la protagonista de la entrada de hoy ya la conocéis. Os la hemos presentado ya en este blog. Nos referimos a la gaviota argéntea europea Larus argentatus con la anilla  3:CLP . Lleva la anilla metálica DB125442. Y fue anillada como pollo el 21 de junio del 2018 en Carquefou, cerca de Nantes, Francia. Desde que tenía unos cuatro meses de edad se ha dejado ver, anualmente, por Gijón, Asturias. Una captura de pantalla de Google Earth mostrando la distancia en línea recta desde el lugar de nacimiento y hasta el de invernada. Algo más de quinientos kilómetros. Y teniendo en cuenta que las gaviotas hacen parte de su viaje costeando y que van y vienen en su ruta, se puede decir con seguridad que la distancia recorrida por la gaviota es mayor. Y la hace dos veces, viajes de ida y vuelta en otoño y primavera, desde el año 2018.

Distancia mínima desde el punto de anillamiento y hasta el de invernada
de la gaviota argéntea europea Larus argentatus con anilla  3:CLP .

   Y aquí os mostramos una foto de la primera vez que la vimos. El 29 de octubre del 2018. Cuatro meses de edad tenía. La foto, hecha con la técnica del digiscoping, cámara compacta y sin adaptador, es pésima. Está viñeteada. El viñeteo es ese marco oscuro que rodea al círculo en el que se ve a la gaviota. Pésima foto. Pero es la menos mala que tenemos de ella ese día. Fecha y hora van impresas en la imagen.

29/10/2018

   Al día siguiente volvimos a verla. Y pudimos sacarle una foto algo mejor. También de digiscoping y cámara compacta sin adaptador.

30/10/2018

   En el mes de noviembre también la pudimos observar y fotografiar. Si os fijáis en las fotos, las diferencias de plumaje en estas primeras observaciones son muy pequeñas. Las hay. Pero son casi inapreciables. La primera foto es de digiscoping y lleva impresas fecha y hora. La segúnda es de cámara bridge y de fecha 27 de noviembre del 2018.

10/11/2018


27/11/2018

  No le echamos la vista encima durante diciembre. Y reapareció el 14 de enero del 2019. La foto está hecha con la ya mencionada técnica del digiscoping. Con cámara compacta y sin adaptador. No usar adaptador hace que la calidad de la imagen se resienta. Pero permite mayor agilidad a la hora de quitar la cámara del ocular del telescopio para poder observar por él. Sobre todo si, como es el caso, la observación se hace desde el interior de un coche. A pesar de mala calidad de la imagen, se pueden apreciar ya cambios en el plumaje. Si os fijáis bien entre la primera foto de esta entrada y la que va debajo de este párrafo, el dorso y las escapulares son muy diferentes.

14/01/2019

  ¿Dorso? ¿Escapulares? ¿Primarias, secundarias, terciarias, coberteras menores, coberteras mayores, rectrices, obispillo, panel alar, proyección primaria? Sí. Son conceptos que algunos están muy acostumbrados a usar. Pero seguro que para la mayoría de nosotros no son más que algo completamente desconocido. Antes de seguir sembrando dudas, vamos aclarar conceptos. Unas láminas de la que nos parece mejor guía de gaviotas, hasta la fecha, que se ha publicado. La "Gulls of Europe, Asia and North America". Están en inglés. Pero creemos que se entienden bien. Y siempre nos quedan los traductores autómaticos de Internet.


Topografía de una gaviota. De la guía
"Gulls of Europe, Asia and North America".

   El ave fue de nuevo vista un mes más tarde. Y se aprecia claramente el cambio de algunas de las plumas y el deterioro de gran cantidad de las viejas.

17/02/2019. Notad el cambio en algunas plumas y
el deterioro en muchas de las viejas.

   Hasta esa fecha, mediados de febrero del año 2019, todo iba como una balsa de aceite. La gaviota estaba tranquila. Acompañada por más gaviotas de varias especies. Y en un lugar en el que podía competir para conseguir la comida que llegaba al puerto en los barcos pesqueros. Los peces no comerciales se descartan. Y las artes de pesca hay que limpiarlas de restos de pescado, algas y demás. Deben estar lo más limpias posible para la siguiente jornada de pesca. Pero en marzo sucedió el desastre. El día 7 de marzo del 2019 volvimos a ver a nuestra amiga. Y mostraba un serio daño en su pico. Al que le faltaba toda la punta superior. Lo veis en estas fotos.

7/07/2019

7/07/2019. Detalle.
13/03/2019

16/03/2019


27/03/2019. Digiscoping sin adaptador y con cámara compacta.

   Pero nuestra protagonista resultó ser una peleona. Dura de pelar. Difícil de vencer. Con ese serio problema, su menor tamaño y su inferioridad numérica en comparación con las agresivas gaviotas patiamarillas Larus michahellis, se las arreglaba para conseguir el alimento. Las patiamarillas la echaban. Pero ella, cabezota, volvía a por su comida. Lo veis en estos dos vídeos del 4 de abril del 2019. Las redes de pesca están extendidas para poder limpiarlas y remendarlas antes de volver a usarlas en una próxima marea. Y las gaviotas, grandes oportunistas, aprovechan la ocasión para conseguir una comida fácil.

4/04/2019

4/04/2019

    Cuando vamos a observar gaviotas a los puertos, las cosas no siempre son fáciles. A pesar de que los descartes pesqueros están ahora prohibidos y que las normas sanitarias prohíben el contacto de un animal con las cajas de pescado, las gaviotas siguen, erre que erre, intentando conseguir su comida. Y cuando las redes quedan extendidas en el muelle para proceder a su limpieza y reparación, llega el momento de nuestras amigas. Y el batiburrillo que se forma es considerable. No es fácil diferenciar especies, localizar anillas y demás pormenores en esos momentos. Vedlo en este vídeo. También del 4 de abril de 2019.
 
4/04/2019

   Que no sea fácil distinguir pormenores, no significa que sea tarea imposible. Con paciencia, constancia y la siempre necesaria dosis de suerte, se suele sacas algo en claro. Aquí veis otra gaviota argéntea europea Larus argentatus de primer invierno o segundo año-calendario (nacida el año anterior) que no lleva anilla. La edad es la misma que la de nuestra protagonista. Es la gaviota más clara y a la que sigue la cámara. Está buscando la manera de conseguir un pescado que no se disputen las gaviotas patiamarillas. Deciros que, al final, lo logró. El vídeo es del mes de marzo del 2019.

Gaviota argéntea europea Larus argentatus y
gaviotas patiamarillas Larus michahellis.
Marzo de 2019.

   En el mes de abril del 2019 la vimos, con su pico roto, en la desembocadura del río Piles. El color de la anilla de lectura a distancia destaca mucho cuando diriges la vista a las gaviotas que ves.

11/04/2019

   Y cuando creíamos que las desgracias de nuestra amiga iban a acabar en la rotura de la punta superior del pico, nos dimos cuenta de que toda situación, por mala que sea, puede ser peor. Quizá os suene la frase. Es una de las llamadas Leyes de Murphy. Viene a cuento porque, el 22 de mayo del 2019, vimos a nuestra protagonista con su pico roto y con los restos de un aparejo de pesca enganchados a él. Anzuelo, sedal y plomos. Como se aprecia en esta foto.

22/05/2019

   Algunos pensamos que este problema sería la puntilla. El final de nuestra amiga. Por fortuna nos equivocamos. Esta gaviota demostró ser una peleona muy dura de pelar. En el mes de junio la vimos varias veces. Y el 26 de junio pudimos comprobar que se había librado de los restos del aparejo de pesca. Volvió la esperanza. Dos fotos del mes de junio del 2019.

11/06/2019

26/06/2019

   A partir de ese día le perdimos la pista. Seguramente volvió a su lugar de nacimiento en Francia. Y no volvimos a echarle la vista encima hasta el 16 de diciembre del 2019. Ese día, mientras estábamos en la desembocadura del Piles leyendo anillas de gaviota cabecinegra en compañía de César Fernández González, pudimos comprobar que la rotura de la punta de la parte superior del pico parecía ser cosa superada. No fue posible hacerle fotos. Pero sí se las hicimos unos días más tarde. El 22 de diciembre del 2019 la vimos en El Musel. Y el problema de la rotura del pico parecía superado.

22/12/2019

   La posibilidad de ver al mismo ejemplar durante varios años y varias veces por año, hace posible que podamos ver sus cambios de aspecto. Aunque la foto tiene muy mala calidad, se pueden apreciar cambios evidentes en el plumaje de varias partes del cuerpo. También se ve el cambio sufrido en el color del iris. En esta foto se ve que es de color claro. En la primera foto del mes de mayo del mismo año ese mismo iris era claramente oscuro. El iris es la parte del ojo que rodea la pupila y que es de color más claro que ésta.

   La pandemia causada por la COVID-19 y el confinamiento casero que sufrimos durante el año pasado, hizo que no pudiésemos salir a observar aves con la frecuencia que hubiésemos querido. Como consecuencia, a nuestra protagonista pudimos verla nada más que dos veces. El 24 de febrero y el 3 de marzo. De la desembocadura del río Piles y de la observación de febrero son estas fotos.

24/02/2020

24/02/2020


   Y este año 2021 la volvimos a ver el 12 de enero. También el 21 de enero y el 22 de febrero. El plumaje ha sufrido un cambio espectacular. Ya se ven las plumas de color gris plata (recordad que su nombre vulgar es gaviota argéntea) que lucirá de adulto. Su cabeza se ha aclarado. Y el panel alar en forma ajedrezada y que es distintivo de esta especie, ya hace tiempo que se ve con claridad. Recordad también que en este año 2021 ya es un ave de tercer invierno o cuarto año-calendario. Nacida en el año 2018. Como os comentamos antes, poder ver a lo largo de varios años a un ejemplar anillado y del que, por tanto, se sabe su edad, es un lujo. Podemos observar los cambios que sufre en su plumaje y, por tanto, en su aspecto, a lo largo del tiempo. Desde la primera y hasta la última vez que la vemos. Si disponemos de una cámara de fotos podemos, además, documentar gráficamente esos cambios. Volviendo a nuestra amiga francesa, decir que tiene una apariencia magnífica. La rotura del pico es cosa del pasado. Y promete darnos más alegrías durante los próximos años. Que tenga suerte y una larga vida para que así sea.

12/01/2021

21/01/2021

22/02/2021

   Hasta una próxima ocasión.

lunes, 12 de julio de 2021

La invernada de anátidas trajo un visitante neártico.

    El concejo de Gijón no es, en la actualidad, un lugar atractivo para la invernada de anátidas. Los patos que, antaño, eran abundantes en nuestro concejo, son rara avis actualmente. Como muestra os traemos el botón del censo invernal del año 1993 y que la C.O.A. (Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies) publicó en su revista El Draque. En el embalse de San Andrés de los Tacones hubo ese invierno lo siguiente:

Cerceta común Anas crecca 193 aves.

Ánade azulón Anas platyrhynchos: 160.

Cuchara europeo Spatula clypeata: 4.

Ánade rabudo norteño Anas acuta: 1.


En los estanques del Parque de Isabel la Católica:

Porrón europeo Aythya ferina: 319.

Porrón moñudo Aythya fuligula: 286.


   Estas cifras hace ya años que son historia de la ornitología. La invernada de anátidas esta temporada y en lo que respecta al embalse de San Andrés de los Tacones, se puede calificar de atípica. Como ya os hemos contado, hay obras en el enclave. La presa tiene fisuras y corre peligro de rotura. Por ello se está procediendo al vaciado del embalse. Y, al no haber casi nada (o nada) de agua en la zona en la que en años anteriores invernaban los patos, este invierno la invernada ha sido aún peor que en los años inmediatamente anteriores. Y en los estanques del Parque de Isabel la Católica el panorama fue idéntico. Aunque allí no estén en obras. Las causas de este declive en especies y número de efectivos creemos que hay que buscarlas, principalmente, en el llamado calentamiento global o cambio climático. Los patos que vemos aquí en invierno anidan en latitudes norteñas. Y viajan al sur cuando las condiciones meteorlógicas les obligan a dejar sus lugares de reproducción. Pero el clima está cambiando. Y las condiciones meteorológicas en gran parte de la Europa que tenemos más al norte (prácticamente toda Europa, menos Portugal, está al norte de España) hacen que estas aves no viajen tal al sur en su migración. Si pueden encontrar condiciones favorables para pasar el invierno en sitios que queden más cerca de sus lugares de nidificación que la Península Ibérica, es un desperdicio de energía viajar más lejos.


   Pero, aunque la mayoría de los patos no lleguen hasta nuestras latitudes en su migración postnupcial, algunos pocos sí lo hacen. Entre las especies que hemos podido ver este invierno os podemos citar la cerceta común, ánade azulón, cuchara común, ánade rabudo norteño, porrón europeo, porrón moñudo... Aunque, quitando el ánade azulón (que es residente y cuya población se incrementa con los invernantes) y la cerceta común (cuya población reproductora en Asturias tiene un carácter casi testimonial), la mayoría de especies de patos solamente están presentes con ejemplares solitarios o bandos muy reducidos. Aún más en el caso de especies que ya eran escasas hace décadas. Es el caso del ánade rabudo norteño Anas acuta. Una pareja invernó en el embalse de San Andrés de los Tacones. Y todavía se dejó ver durante este mes de junio, como pudo comprobar Miguel Puente Prendes en una visita que hizo a la zona. En este recorte de vídeo, cuyo original filmamos el 16 de marzo del 2021, podéis ver al macho en compañía de varias cercetas comunes. El ánade rabudo norteño es el ave de mayor tamaño.

Ánade rabudo norteño Anas acuta macho. 16/03/21.

   Y en esta imagen os mostramos una captura de pantalla. El ánade rabudo norteño es el ave de la derecha de la imagen. A la izquierda se ven unas cercetas comunes. Este invierno hemos tenido una pareja de ánade rabudo norteño que se ha dejado ver hasta últimos de mayo, según observaciones hechas por Miguel Puente Prendes. Lo tardío de la observación para ser ejemplares que solamente estén pasando aquí el invierno, podría indicar un posible intento de reproducción. Habrá que estár atentos.

Ánade rabudo norteño Anas acuta. Macho. 16/03/21.
 
   
   Otra especie de anátida que nunca fue abundante en el concejo de Gijón y ahora se ha convertido en un ave de presencia esporádica es el cuchara común Spatula clipeata. Su antiguo nombre común era pato cuchara. En estos vídeo y foto de inviernos anteriores podéis ver varias parejas. En el vídeo también se ve un macho de ánade rabudo norteño. En este invierno del 2020/21 no hemos visto más que una pareja invernante de cucharas comunes.

Cuchara común Spatula clypeata. Macho.

Cucharas comunes Spatula clypeata

   En cuanto a los ánades azulones Anas platyrhynchos, la especie más común de pato que se puede ver en Asturias, la población residente se ve incrementada en invierno por los que llegan a Asturias a invernar. Escapando del mal tiempo que en esos meses reina en Europa. En la foto podéis ver tres machos escoltando a una hembra. Está sacada en la charca de la Aliseda Pantanosa. Otro de los lugares a los que vamos a observar aves.

Anáde azulón Anas platyrhynchos. Machos y hembra.


  Volviendo al título de esta entrada, hemos de contaros que a veces y entre las anátidas europeas, se tiene la fortuna de contemplar alguna especie de pato llegada desde el otro lado del Atlántico. Desde América del Norte, en este caso. En concreto nos referimos a un precioso macho de cerceta americana Anas carolinensis que vimos por primera vez esta invernada el 29 de enero de 2021. La última vez que la vimos por la zona fue el 29 de marzo del 2021. Tres meses más tarde. Está considerada como una rareza a nivel nacional.

Cerceta americana Anas carolinensis macho. 29/01/21.

Cerceta americana Anas carolinensis macho. 29/01/21.

Cerceta americana Anas carolinensis macho. 29/01/21.


Cerceta americana Anas carolinensis (abajo a la derecha)
y cerceta común Anas crecca (arriba a la izquierda). Machos.


Cerceta americana Anas carolinensis (izquierda)
cerceta común Anas crecca (derecha). Machos.
En el medio, una hembra de cerceta común.

   En este breve vídeo, un recorte de otro que se hizo para poder contar el número de chorlitejos chicos que ese día (23 de marzo del 2021) había en el sitio, podéis ver al macho de cerceta americana. Deciros que hasta que no llegamos a casa, no sabíamos lo que habíamos captado en la filmación. Solamente íbamos equipados con la cámara y unos prismáticos. Y la distancia que hay desde el punto de observación y hasta la charca, no permite afinar el detalle como para distinguir una línea blanca vertical en el costado. Que es el rasgo distintivo de los machos de cerceta americana. Los machos de cerceta común, la especie europea, tienen esa línea blanca dispuesta en forma horizontal.


Cerceta americana Anas carolinensis macho. 23/03/21.

   Para despedirnos del visitante americano, unas imágenes captadas el último día que pudimos verla. El 29 de marzo del 2021. Tres meses más tarde del día en el que la localizamos.

Cerceta americana Anas carolinensis (abajo a la derecha),
cerceta común Anas crecca (izquierda). Ambos machos.
Y cerceta común hembra (derecha arriba).

   En la actualidad y con el paupérrimo, más bien inexistente, nivel de agua que hay en la charca de la cola del embalse de San Andrés de los Tacones, que es lugar en donde se pueden ver la mayor parte de anátidas, casi no se ven prácticamente patos. Algún ánade azulón suelto. Y para de contar. Esperamos que una vez que se repare el muro de la presa del embalse y se restablezcan los niviles hídricos en la zona, las aguas vuelvan a su cauce. Y las aves acuáticas, todas y no solamente las anátidas, tengan las condiciones adecuadas para poder pasar allí el invierno y reproducirse en la época de nidificación. Chorlitejos chicos, zampullines comunes, somormujos lavancos o ánades azulones, por citar algunas especies, se reproducen en el lugar.


   Esperamos que la entrada os haya resultado interesante. Hasta una próxima ocasión.