El concejo de Gijón no es, en la actualidad, un lugar atractivo para la invernada de anátidas. Los patos que, antaño, eran abundantes en nuestro concejo, son rara avis actualmente. Como muestra os traemos el botón del censo invernal del año 1993 y que la C.O.A. (Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies) publicó en su revista El Draque. En el embalse de San Andrés de los Tacones hubo ese invierno lo siguiente:
Cerceta común Anas crecca 193 aves.
Ánade azulón Anas platyrhynchos: 160.
Cuchara europeo Spatula clypeata: 4.
Ánade rabudo norteño Anas acuta: 1.
En los estanques del Parque de Isabel la Católica:
Porrón europeo Aythya ferina: 319.
Porrón moñudo Aythya fuligula: 286.
Estas cifras hace ya años que son historia de la ornitología. La invernada de anátidas esta temporada y en lo que respecta al embalse de San Andrés de los Tacones, se puede calificar de atípica. Como ya os hemos contado, hay obras en el enclave. La presa tiene fisuras y corre peligro de rotura. Por ello se está procediendo al vaciado del embalse. Y, al no haber casi nada (o nada) de agua en la zona en la que en años anteriores invernaban los patos, este invierno la invernada ha sido aún peor que en los años inmediatamente anteriores. Y en los estanques del Parque de Isabel la Católica el panorama fue idéntico. Aunque allí no estén en obras. Las causas de este declive en especies y número de efectivos creemos que hay que buscarlas, principalmente, en el llamado calentamiento global o cambio climático. Los patos que vemos aquí en invierno anidan en latitudes norteñas. Y viajan al sur cuando las condiciones meteorlógicas les obligan a dejar sus lugares de reproducción. Pero el clima está cambiando. Y las condiciones meteorológicas en gran parte de la Europa que tenemos más al norte (prácticamente toda Europa, menos Portugal, está al norte de España) hacen que estas aves no viajen tal al sur en su migración. Si pueden encontrar condiciones favorables para pasar el invierno en sitios que queden más cerca de sus lugares de nidificación que la Península Ibérica, es un desperdicio de energía viajar más lejos.
Pero, aunque la mayoría de los patos no lleguen hasta nuestras latitudes en su migración postnupcial, algunos pocos sí lo hacen. Entre las especies que hemos podido ver este invierno os podemos citar la cerceta común, ánade azulón, cuchara común, ánade rabudo norteño, porrón europeo, porrón moñudo... Aunque, quitando el ánade azulón (que es residente y cuya población se incrementa con los invernantes) y la cerceta común (cuya población reproductora en Asturias tiene un carácter casi testimonial), la mayoría de especies de patos solamente están presentes con ejemplares solitarios o bandos muy reducidos. Aún más en el caso de especies que ya eran escasas hace décadas. Es el caso del ánade rabudo norteño Anas acuta. Una pareja invernó en el embalse de San Andrés de los Tacones. Y todavía se dejó ver durante este mes de junio, como pudo comprobar Miguel Puente Prendes en una visita que hizo a la zona. En este recorte de vídeo, cuyo original filmamos el 16 de marzo del 2021, podéis ver al macho en compañía de varias cercetas comunes. El ánade rabudo norteño es el ave de mayor tamaño.
Y en esta imagen os mostramos una captura de pantalla. El ánade rabudo norteño es el ave de la derecha de la imagen. A la izquierda se ven unas cercetas comunes. Este invierno hemos tenido una pareja de ánade rabudo norteño que se ha dejado ver hasta últimos de mayo, según observaciones hechas por Miguel Puente Prendes. Lo tardío de la observación para ser ejemplares que solamente estén pasando aquí el invierno, podría indicar un posible intento de reproducción. Habrá que estár atentos.
Ánade rabudo norteño Anas acuta. Macho. 16/03/21. |
Cuchara común Spatula clypeata. Macho. |
Anáde azulón Anas platyrhynchos. Machos y hembra. |
Volviendo al título de esta entrada, hemos de contaros que a veces y entre las anátidas europeas, se tiene la fortuna de contemplar alguna especie de pato llegada desde el otro lado del Atlántico. Desde América del Norte, en este caso. En concreto nos referimos a un precioso macho de cerceta americana Anas carolinensis que vimos por primera vez esta invernada el 29 de enero de 2021. La última vez que la vimos por la zona fue el 29 de marzo del 2021. Tres meses más tarde. Está considerada como una rareza a nivel nacional.
Cerceta americana Anas carolinensis macho. 29/01/21. |
Cerceta americana Anas carolinensis (abajo a la derecha) y cerceta común Anas crecca (arriba a la izquierda). Machos. |
Cerceta americana Anas carolinensis (izquierda) y cerceta común Anas crecca (derecha). Machos. En el medio, una hembra de cerceta común. |
Para despedirnos del visitante americano, unas imágenes captadas el último día que pudimos verla. El 29 de marzo del 2021. Tres meses más tarde del día en el que la localizamos.
Cerceta americana Anas carolinensis (abajo a la derecha), cerceta común Anas crecca (izquierda). Ambos machos. Y cerceta común hembra (derecha arriba). |
En la actualidad y con el paupérrimo, más bien inexistente, nivel de agua que hay en la charca de la cola del embalse de San Andrés de los Tacones, que es lugar en donde se pueden ver la mayor parte de anátidas, casi no se ven prácticamente patos. Algún ánade azulón suelto. Y para de contar. Esperamos que una vez que se repare el muro de la presa del embalse y se restablezcan los niviles hídricos en la zona, las aguas vuelvan a su cauce. Y las aves acuáticas, todas y no solamente las anátidas, tengan las condiciones adecuadas para poder pasar allí el invierno y reproducirse en la época de nidificación. Chorlitejos chicos, zampullines comunes, somormujos lavancos o ánades azulones, por citar algunas especies, se reproducen en el lugar.
Esperamos que la entrada os haya resultado interesante. Hasta una próxima ocasión.
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