Birdwatching in Gijón (N Spain)

domingo, 22 de agosto de 2021

Alcatraz atlántico "Morus bassanus". Apuntes sobre la presencia de la especie en Gijón y en el mundo.

   Empezamos esta serie sobre la vida de las aves que se han visto y registrado alguna vez en el concejo de Gijón con el alcatraz atlántico Morus bassanus.

   El alcatraz atlántico Morus bassanus es un ave a la que no es raro ver en nuestra ciudad. En determinadas épocas del año, sobre todo durante los pasos migratorios de primavera y otoño, pero también durante los meses invernales, podemos observarlo desde la costa. A veces en grandes números. No es raro, mientras observamos desde algún cabo el paso de aves marinas, hacer conteos de varios cientos o, a veces, miles de aves a la hora. En primavera y verano el grueso de la población europea se va al Atlántico Norte. A sus colonias de cría. La mayor de Europa está situada en las islas San Kilda y Sula Sgeir, en las Hébridas. Al oeste de Escocia. En dicha colonia había, en el último censo realizado, unos 60.000 nidos. En la costa escocesa anida el 60% de la población mundial de la especie. Dicha población se estima entre 1.500.000 y 1.800.000 ejemplares. La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) le da a la especie un estatus de conservación de "Preocupación Menor" (Least Concern). Fuente: BirdLife International:

http://datazone.birdlife.org/species/factsheet/northern-gannet-morus-bassanus

   La colonia más cercana a Gijón se encuentra en la región francesa de Bretaña, en la Reserva Natural Nacional de Sept-Îles. Allí se estima que viven unas 20.000 parejas. Os mostramos unas fotografías de la colonia tomadas en 2019:

Vista al aproximarse a Île Rouzic donde se encuentran la mayoría de nidos de la Reserva Natural.

Vista detallada de los nidos en Île Rouzic.

Adulto volviendo a su nido.

 
Adulto de alcatraz atlántico en la Reserva de Sept-Îles.

   El alcatraz atlántico es un ave marina del Orden Suliformes y la Familia Sulidae. Dicha familia engloba también a los llamados piqueros. Los piqueros no son propios de nuestras latitudes. Viven en aguas de los océanos Pacífico, Índico y sur del Atlántico. Aunque a veces algunos se deja ver por nuestras tierras. Es el caso del piquero pardo Sula leucogaster. Una rareza que ya ha sido vista y fotografiada en el Mar Cantábrico. Un enlace a Wikipedia con algunos datos sobre el alcatraz atlántico:

https://es.wikipedia.org/wiki/Morus_bassanus#Colonias_de_cr%C3%ADa


   En este mapa podéis ver la distribución mundial. Las principales colonias de cría están marcadas en verde. La zona azul clara es el área de dispersión durante la época no reproductora. Fuente: Wikipedia.

  https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=251616

Alcatraz atlántico Morus bassanus. Mapa de distribución.
Las principales colonias de cria están marcadas con puntos verdes.

   El alcatraz atlántico, que en Asturias es conocido como "mazcatu", es un ave que tiene una envergadura de hasta 1,8 metros. Una longitud máxima de 1 metro y un peso, cuando es adulto, de entre 3 y 4 kilos. Se hace adulto cuando llega a los cinco años de vida. Que es cuando luce su espectacular plumaje blanco con las puntas de las alas negras. En plumaje juvenil, al poco de abandonar el nido, las plumas son de color marrón oscuro con unas muy vistosas pintas claras que se aprecian solamente a corta distancia. Suele ser silencioso, salvo en las colonias de cría y cuando están en acción de pesca. Suelen pescar en bandos, a veces muy numerosos. Y se lanzan en picado para conseguir atrapar a sus presas. Peces y calamares, principalmente. Cuando se lanzan en picado como flechas, suelen emitir un reclamo raspante y repetido. Para advertir a los demás que tengan cuidado y no choquen contra él. En este vídeo grabado en 2012 en las inmediaciones de Tadoussac, una población de Canadá, se puede ver a un gran bando pescando. No se les oye graznar para avisar, pues los ruidos del viento, del motor de la embarcación y de las conversaciones, lo impiden. Pero nos ha parecido interesante compartirlo. Ilustra muy bien la forma en la que estas magníficas aves consiguen su comida:

https://www.youtube.com/watch?v=_m0bo8km_vs

   Sobre el alcatraz atlántico nos cuenta SEO/BirdLife lo siguiente:

https://seo.org/ave/alcatraz-atlantico/

   Como os decíamos antes, esta especie alcanza su edad adulta a los cinco años de vida. Y adquiere su precioso plumaje. Lo podéis ver en estas malas fotos. Hechas con cámara compacta y desde un catamarán en marcha que navegaba a unas millas al norte de Gijón. Siguiendo la estela del paso de aves marinas. La fecha y hora preimpresas contribuyeron a estropear más la foto.

Alcatraz atlántico Morus bassanus adulto.
A la izquierda y arriba, desenfocada, gaviota sp.

Alcatraz atlántico Morus bassanus adulto en un grupo de gaviotas sp.


   Las aves no adultas van, poco a poco y a lo largo de cinco años, adquiriendo el plumaje anterior. Esta otra foto, hecha de la misma forma que las anteriores y en el mismo día, muestra un ave de edad intermedia. Quizá un segundo para tercer invierno.

Alcatraz atlántico Morus bassanus de edad intermedia.


   Pero no todos tenemos la posibilidad de embarcarnos para contemplar el grandioso espectáculo del paso de aves marinas mientras estamos sentados en un asiento de primera fila. Lo más habitual para la mayoría de nosotros es ver desde algún cabo a estas magníficas aves. El mejor lugar de la costa española para ello es, en nuestra opinión, el cabo de Estaca de Bares, en Lugo, Galicia. La frontera occidental del Mar Cantábrico. En dicho enclave hay un grupo de ornitólogos de gran prestigio. Capitaneados por Antonio Sandoval Rey, llevan décadas observando, identificando, anotando y comunicando todo lo que ven pasar por allí. Tienen un blog llamado Seawatching Estaca en el que recogen las observaciones más interesantes que se realizan en el enclave:


   Y bajo estas líneas, va una captura de pantalla de Google Earth mostrando la dirección del viaje de las aves durante la migración postnupcial a partir de mediados-finales de verano, (flechas) y la orientación en la que se ubican los ornitólogos para observar esa migración (óvalo). Mencionar que la especie, a pesar de su apellido "atlántico", puede verse, dependiendo de la época del año, en todo el litoral peninsular español, islas mediterráneas, Canarias, Ceuta y Melilla:

Cabo de Estaca de Bares. Dirección de paso de las aves durante la migración postnupcial.
Y zona en la que se ubican los ornitólogos para observar el paso.


   Si hablamos de Asturias, aunque cada observador de aves solemos frecuentar un lugar determinado, el mejor punto de observación para ver el paso migratorio es la Punta de La Vaca en Luanco, Gozón. ¿Pues por qué, si es así, no vamos todos allí a observar este fenómeno? Las causas son varias. En nuestro caso prima la comodidad de nuestro sitio. El mirador del Parque del Cabo San Lorenzo, en Gijón. Para alguien con problemas de movilidad, como es el caso, podemos dejar el coche aparcado a menos de treinta metros de distancia del punto de observación. Es cierto que el sitio elegido tiene varios inconvenientes. El primero de todos es que, a pocos kilómetros al oeste, las aves se encuentran con el obstáculo del Cabo Torres y los muelles del puerto de El Musel. El Cabo Torres es más saliente que el de San Lorenzo. Pero es que, además, los muelles de la última ampliación de El Musel penetran más de tres kilómetros mar adentro. Las aves tienen que dar un rodeo enorme. Y si las condiciones meteorológicas se lo permiten, ya empiezan a desviarse mar adentro antes de llegar a la altura del Cabo San Lorenzo. El segundo inconveniente es que el punto elegido por comodidad, te hace perder unos trescientos cincuenta (350) metros hasta la línea de costa. Hay caminos asfaltados que te llevan hasta el borde del acantilado. Pero hay que cargar con todo el peso del equipo (telescopio, trípode y rótula) para llegar allí. Y si queremos hacer algunas fotos, también con la cámara. Y la vuelta es cuesta arriba. Otra captura de Google Earth con el sitio citado y mostrando el lugar desde el que observamos con una flecha amarilla:

Cabo San Lorenzo, Gijón.

   Y bajo estas líneas, una imagen de la Punta de La Vaca en Luanco, Gozón. Desde el aparcamiento, un prado particular, y hasta la punta del cabo, hay menos de cien metros de diferencia con la distancia que hay en el Cabo San Lorenzo hasta la línea de costa. Y además es bastante llano. El problema es que hay que pasar por prados con hoyos, charcos o piedras. Por caminos sin asfaltar, embarrados cuando llueve. Por zonas de matorrales que, si no están podados (y mejor que no lo estén) te provocan enganchones. Todo lo anterior puede hacerte caer con todo el equipo, nunca mejor dicho, con consecuencias impredecibles.

Punta de La Vaca, Luanco, Gozón.
El mejor punto de la costa asturiana para ver el paso de aves marinas.

   Volvamos al alcatraz atlántico. ¿Cuál es la mejor época para verlos aquí, en Asturias? Indudablemente, durante los pasos migratorios. Especialmente el paso postnupcial. El de mediados de verano (segunda mitad de agosto) y hasta mediados de otoño (noviembre). Tanto desde algún cabo en la costa, como desde una embarcación navegando varias millas mar adentro en dirección norte. Dicho lo anterior, tened algo muy en cuenta. Las aves marinas vienen de sus lugares de reproducción y se dirigen a sus cuarteles de invierno. Y no deben volar un metro de más. Lo que significa que si pueden llegar al sur del Atlántico volando a mucha distancia de tierra firme y enfilando directamente la costa atlántica gallega y portuguesa, pasando a cientos de kilómetros de la costa asturiana, van a hacerlo. Y nos quedaremos con un palmo de narices y sin ver prácticamente nada. Es necesario tener unos rudimentarios conocimientos de meteorología y de la influencia que este factor meteorológico tiene en la migración de aves. Un libro muy útil para entender lo anterior es Weather and Bird Behaviour, de Norman Elkins. El autor nos da unas claves para entender los entresijos que mueven a las aves a iniciar o retrasar su migración, para mantener uno u otro rumbo en su viaje y para hacer una parada en determinado lugar o saltársela y seguir ruta. Como norma general y hablando del paso postnupcial, las ventanas de mejoría del tiempo después de un temporal de O-NO, suelen ser muy buenos momentos. A veces hay que llegar cuando todavía sigue la lluvia. Otras veces y con vientos sostenidos y no muy fuertes del E-NE, el paso se acerca mucho a la línea de costa. Hay que leer a Norman Elkins para llegar a comprender los mecanismos que rigen este fenómeno de la migración de aves.

Una de las obras de referencia para entender
los mecanismos de la migración de aves.



   Si hablamos del equipo necesario para la observación del paso de aves marinas, tenemos que hacerlo de los telescopios. No son imprescindibles para la actividad. Pero sí convenientes. La adquisición de uno de una marca y modelo de gama alta requiere un fuerte desembolso económico. Ese tipo de telescopios son muy caros y no están al alcance de cualquiera. Pero si se puede pagar, merece la pena. Te dará un gran juego en condiciones de poca luz (amanecer, oscurecer, nubes...). Y una nitidez y claridad en cualquier circunstancia que no te podrán dar modelos más económicos, pero de inferiores calidad y prestaciones. Si no tenemos dinero para un telescopio de gama alta, siempre nos quedan alternativas económicas. Y también ligeras. Actualmente hay mini telescopios con una excelente relación calidad/precio que no llegan a trescientos cincuenta (350) euros y pesan cuatrocientos (400) gramos. En el polo opuesto está lo más caro de la alta gama de las marcas punteras. Que, sin los descuentos promocionales, supera los cinco mil (5.000) euros. Y pesa casi tres kilos. Pero volvemos a repetir que, aunque conveniente, un telescopio terrestre no es imprescindible para observar aves marinas. Muchos de nosotros estuvimos décadas yendo a los cabos equipados con nuestros pesados y poco manejables prismáticos de 12x50. Y nos la apañábamos relativamente bien.

   Las amenazas para la especie son las ya conocidas por muchos. Muerte en artes de pesca (redes, palangres...), destrucción del hábitat propicio para reproducirse, sobrepesca de los peces y cefalópodos de los que se alimentan... Pero a todo ello se va a sumar, si no se le pone remedio, la creación de parques eólicos marinos. Macroparques eólicos, con turbinas de enormes aspas. Como sabéis muchos de los que nos leeís, la mortandad de aves en los parques eólicos terrestres es muy grande. Y las cifras serían aún mayores si se pudieran revisar exahustivamente todos los molinos que hay en España. Ya podéis imaginar que la revisión de las colisiones de aves contra las turbinas en medio de la mar, a varias decenas de kilómetros de la costa, va a ser un sueño imposible. El impacto negativo que sobre las poblaciones de aves marinas van a tener estas futuras infraestructuras, va a ser incalculable. Y no nos oponemos per se, a las energías alternativas. Las energías verdes, renovables, sostenibles. Simplemente estamos diciendo que no podemos usarlas a cualquier precio. Declarar zonas protegidas por su importancia para las aves migratorias y, a la vez, llenar el espacio intermedio entre ellas de molinos eólicos, no se debe hacer. Sorber y soplar a un tiempo no es posible. Una foto de la noticia aparecida en el diario gijonés El Comercio recogiendo lo que os contamos:

Pésimas noticias para las aves marinas.
Entre ellas, el alcatraz atlántico Morus bassanus.


   Por último, que ya está bien de literatura. Tened en cuenta que el fin último de la observación de aves es la identificación, anotación y comunicación de esos datos. Es algo fundamental para que toda esa información no se pierda en la nada. Gracias a la comunicación de las observaciones se pueden redactar y publicar anuarios, bases de datos y demás información que se guarda en sitios de Internet en los que se recoge todo el conocimiento disponible.

   Y ahora vamos con unas imágenes de nuestro protagonista. El alcatraz atlántico Morus bassanus. Fotos y vídeos captados todos ellos en el concejo de Gijón. El ámbito geográfico de este blog. Cuando publiquemos sobre algunas de las demás especies vistas en Gijón, tendremos que echar mano de imágenes conseguidas fuera. Fuera de España, incluso. De algunas especies no tenemos imágenes captadas en el concejo gijonés. Aunque siempre que sea posible publicaremos imágenes tomadas en Gijón, cuando sea necesario echaremos mano de otras hechas fuera. Lo haremos porque creeemos que lo verdaderamente importante es ilustrar la entrada.

Alcatraz atlántico Morus bassanus joven. 5/10/2019.

Alcatraces atlánticos Morus bassanus de varias edades. 4/11/2019.

Alcatraces atlánticos Morus bassanus adultos. 4/11/2019.

Alcatraz atlántico Morus bassanus. Adultos. 4/11/2019.


   A este vídeo le hemos quitado el sonido. Se colaban conversaciones de las personas que estaban en las cercanías.

Alcatraz atlántico Morus bassanus. Adultos.

Alcatraz atlántico Morus bassanus juvenil.
Foto: Autor © Julián Rufino Gómez González.

Alcatraz atlántico Morus bassanus de edad intermedia.
Probablemente un 3º para 4º año calendario.
Foto: Autor © Julián Rufino Gómez González.

Alcatraces atlánticos Morus bassanus y págalos.


   Esta entrada, aunque aparece como publicada por mí, Nacho Vega, está redactada por mí y por Juan Bueno Pardo. Tenemos, por supuesto, que dar las gracias a Julián Rufino Gómez González y Justyna Fiałkowska por la cesión de algunas de las fotos que ilustran la entrada. Muchas gracias, Rufo y Justyna.

   En una próxima ocasión os contaremos sobre otras de las especies que, en el concejo de Gijón, han sido vistas, identificadas y recogidas en los distintos anuarios ornitológicos. Hasta pronto.

5 comentarios:

Manuel Marcos dijo...

Muy interesante.

Alfonso Caso de los Cobos Martinez dijo...

Estupendo trabajo , me he entretenido mucho leyendo a la vez que aprendo más sobre los Alcatraces. Mis Fekicitaciones y ánimo para seguir con más episodios

Nacho Vega dijo...

Muchas gracias por leer y comentar, Manuel y Alfonso. Sin lectores y visitas, el blog no vale de nada.

luismadrid dijo...

Muy instructivo y gran trabajo. Y preocupa mucho los parques eólicos que se encontrarán, y que serán nuevos para estas hermosas aves. Esperemos que impacten lo mínimo, aunque no tiene pinta que vaya a ser así.

Nacho Vega dijo...

Gracias por tu comentario, Luis. Los parques eólicos van a ser un auténtico desastre para las aves que se los encuentren en sus rutas migratorias. Con el añadido de que estarán en medio de la mar. Y nadie podrá ir a comprobar la mortandad producida por ellos. Y con el añadido de que estas megaestructuras hacen que las aves no invernen en las aguas en las que están ubicadas. Se sabe por aves radiomarcadas y parques eólicos ya instalados en el norte de Europa. Muchas gracias por leer y comentar.