Birdwatching in Gijón (N Spain)

viernes, 21 de octubre de 2022

Búho chico "Asio otus" en Gijón.

    El búho chico Asio otus, la especie que traemos hoy al blog y que se estrena en el mismo, es una rapaz parcialmente sedentaria y reproductora en Asturias. Pero que ve incrementada su población con los escasos migrantes europeos que pasan el invierno en nuestra provincia. Antes de seguir adelante, una imagen del protagonista. Está sacada de Wikipedia, pues no tenemos fotos de calidad con las que ilustrar esta entrada.

Búho chico Asio otus. Imagen © Wikipedia.
Foto tomada en el Reino Unido.


   Los datos de reproducción, como en otras ocasiones, proceden del Atlas de Aves Nidificantes de Asturies 1990 - 2010, editado por la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (C.O.A.) y el Indurot. Para verlo en el concejo de Gijón, lo más fácil, que tampoco es sencillo, es hacerlo durante los pasos migratorios. Y ello si tenemos suerte, ya que es muy escaso y complicado de ver. Para muestra de lo afirmado, deciros que el total de citas de la especie en Asturias y que están recogidas en los distintos anuarios ornitológicos publicados en papel en la revista El Draque, no son más que treinta y una (31) desde el año 1975 y hasta el 2000. Que es el último año en el que se publicó dicha revista. A mayor abundamiento, algunos de esos registros corresponden a aves encontradas muertas o a citas de aves oídas y no vistas. Muy pocos son de ejemplares con cría comprobada. Y la mayoría de esas citas son de búhos chicos vistos u oídos en concejos de montaña. Principalmente en Somiedo y Cangas del Narcea. Esas aves nidificantes en la montaña asturiana, es posible que bajen de altitud cuando a esas zonas llegan las nevadas y el frío invernales. Muy pocos registros confirmados hay de aves en cotas de baja altitud. Y la gran mayoría de registros en cotas bajas se corresponden con aves invernantes y que suelen reunirse en dormideros comunales de varios ejemplares. Y ello a pesar de que, durante el resto del año, la especie es de carácter solitario. Y ningún registro hay recogido de ejemplares en cotas altas durante los meses invernales. De ahí, de esas posibles migraciones desde las montañas y hacia los valles al llegar el invierno, viene la consideración de especie como parcialmente sedentaria en Asturias. Fuentes: Atlas de Aves Nidificantes de Asturies 1990 - 2010, editado por la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (C.O.A.) e Indurot y Revista El Draque:

http://www.coa.org.es/index.php/atlas

http://www.coa.org.es/index.php/eldraque

   La literatura sobre la especie nos dice que los búhos chicos del norte y este de Europa migran hacia el sur al acabar su período reproductor. Pero que viajan por tierra. No cruzando la mar, como si lo hace el búho campestre Asio flammeus. Aunque las observaciones nos digan que la generalidad, la gran mayoría de los búhos chicos, viajan por tierra y no cruzando la mar, no siempre sucede así. Algunas veces migran volando sobre el mar abierto. Tuvimos la oportunidad de comprobarlo durante una expedición en catamarán para observar aves pelágicas. Fue el 11 de agosto del 2007 (11/08/07). Ese día vimos un búho chico llegando por la mar desde el E/NE. Fue visto unas cinco millas marinas (unos diez kilómetros) mar adentro y en la vertical del Cabo Torres. Y siguiendo con las observaciones hechas en el concejo de Gijón, hace dos inviernos se dejó ver un ejemplar por la salida E/SE de la Autovía del Cantábrico. En el enlace con el ramal a Villaviciosa. Se posaba en las farolas de alumbrado del nudo de carreteras que allí hay. Unas semanas después del último de estos avistamientos, un compañero de la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (C.O.A.) fotografió un búho chico posado en el alféizar de una de las ventanas de su domicilio. Próximo a la zona de la citada Autovía del Cantábrico. Y muy probablemente, el mismo ave que se veía en las farolas de alumbrado del nudo de carreteras. Por desgracia no tenemos imágenes de esas citas.

   Aparte de lo que vemos en nuestras observaciones, el sentido del oído tiene tanta o más importancia que la vista. Os lo contamos ya en una entrada anterior en el blog. Aquí, si recordáis:

http://avesporgijon.blogspot.com/2022/09/identificar-por-el-oido-la-importancia.html

   Viene esto a colación porque a las aves nocturnas, rapaces o no, solemos oírlas mucho más que verlas. Es el caso de esta grabación que está hecha por Juan Bueno Pardo, el creador de este blog, de un joven búho chico reclamando a un adulto. En ella se oyen, en un momento determinado, unos golpecitos metálicos. El archivo está grabado en la isla de Palma:

Búho chico Asio otus. Joven reclamando a un adulto.
Isla de Palma. Autor: Juan Bueno Pardo.


   Y en este enlace a la web de Xeno-Canto tenéis el sonido del canto de un adulto. Está grabado en el Reino Unido:



   En la que está considerada como la mejor guía, hasta el momento, de aves de España y Europa y que está publicada originalmente por la editorial Collins (Collins Bird Guide, The most complete guide to the birds of Britain and Europe) y escrita e ilustrada por Lars Svensson, Killian Mullarney y Dan Zetterström, viene una lámina que ilustra esta especie y otra muy similar. El búho campestre. También la tenemos en español. Pero el escaneado que compartimos es de la segunda edición inglesa. Podéis comparar similitudes y diferencias entre las dos especies:

Búho chico Asio otus y búho campestre Asio flammeus.
Lámina de la Guía de Aves de España y Europa. Edición inglesa de Collins.


   Debido a la fecha en la que se hizo la observación gijonesa, año 2007, no viene recogida en los anuarios ornitológicos publicados en papel. Y por esa escasez de citas que habéis leído, pensamos que a la observación que hoy os traemos al blog, del 5 de octubre pasado (5/10/22) en las proximidades de la playa de El Arbeyal y hecha por Miguel Ángel Parga Pampillón, debemos darle un tratamiento exclusivo y dedicarle una entrada en solitario. Es una de las pocas citas confirmadas con foto que tenemos en el concejo. La foto está hecha con la cámara del teléfono móvil, de noche. Y como podéis ver, es lejana y tiene muy poca nitidez. Pero refleja bien, creemos, lo que los observadores de aves vemos cuando nos encontramos en el campo a un ave que capta nuestra atención. Vemos lo mismo que se observa en la imagen que va debajo de este párrafo. Probablemente os preguntaréis si es posible llegar a identificar al ave que se ve en ella como un búho chico. Os tenemos que decir que sí. Que es posible hacerlo con un más que razonable margen de seguridad. También os hemos de decir que el autor de foto y observación no es un experto ornitólogo. Ni siquiera es un observador casual de aves. Vio allí lo que él creyó un búho. Y sabiendo que algunos de sus amigos somos aficionados a las aves, publicó la imagen en su muro de Facebook. Si Miguel fuese un experimentado observador de aves, hubiera sabido al momento y sin dudas que el ave que estaba posada y que fotografió, es un búho chico. Va la foto y luego os explicaremos algunas de las claves para llegar a la conclusión de que, lo que en ella se ve, es un búho chico:

Búho chico Asio otus. 5/10/22.
Foto: Autor © Miguel Ángel Parga Pampillón.

   Como os contamos. ¿Por qué decimos que ese pájaro que se ve en esa foto es un búho chico y no otra especie? Os damos algunas claves para poder afirmarlo. Con estos recortes de la anterior foto os lo explicamos:



Búho chico Asio otus. Recortes de foto.

  1. Tamaño. En la foto tenemos varios elementos que nos dan una buena comparativa de tamaños. Una papelera-contenedor (1a). El tronco de un árbol, varios postes y gomas usados para entutorar dicho árbol (1b) y otros árboles y plantas al fondo de la foto. La especie con la que se podría confundir por tamaño, el búho real Bubo bubo, es mucho mayor.

  2. Silueta. El búho chico tiene alas más largas que el búho real. Y tiene los penachos de plumas de la cabeza (las llamadas popularmente 'orejas') mucho más largas que la otra especie con la que se podría confundir por tamaño y proyección alar. El búho campestre Asio flammeus. En la foto se ve que las alas llegan con holgura al final de la cola (2a). En el búho real la proyección primaria se vería más corta. Y los penachos de plumas de la cabeza, aunque no están completamente erectos, son más largos (2b) que los del búho campestre.

   Además de lo dicho, ahora estamos en fechas en las que podemos ver los primeros ejemplares de búho chico, también de búho campestre, migratorios. A pesar de que la observación hecha desde el catamarán fue en el mes de agosto, los meses habituales de presencia en Asturias de ejemplares migratorios y de invernantes de búho chico en la franja costera, van desde octubre y hasta enero. Volviendo al ave de la foto. En esa imagen no parecen verse pihuelas. Lo que nos hace pensar que el ejemplar en cuestión no tiene como origen un escape de cautividad. Somos conscientes, dicho lo anterior, que ese búho chico puede llevar algún tipo de anilla de criador, o bien unas pihuelas cortas. O ambas cosas. Y que ninguna de ellas se vean en la foto. Pero la época del año y el sitio en el que se vio, unidos a la ausencia aparente de pihuelas en esa imagen, apuntan a un ejemplar llegado en migración.

   El búho chico es una especie poco común en Asturias. Como habéis podido leer anteriormente. Aunque si atendemos a los textos de Alfredo Noval Junquera, parece que fue mucho más común en el pasado, él lo consideraba abundante, en hayedos y robledales de montaña. Y entre las amenazas para la especie se encuentran los atropellos (que es la causa principal de muerte no natural) y la caza ilegal. También hay que tener en cuenta la competencia por el espacio con otras especies de rapaces nocturnas. Como el cárabo común Strix aluco o el búho real. Este último incluye al búho chico entre las presas que caza. La fuente, una vez más, es el Atlas de las Aves Nidificantes de Asturies 1990 - 2010.

   Nada más por hoy. Antes de despedirnos tenemos que darle las gracias a Miguel Ángel Parga Pampillón por la cesión de su foto. Que nos ha ayudado a ilustrar esta entrada confeccionada al alimón entre Juan Bueno Pardo y yo. Muchas gracias.

   Y muchas gracias a los que os habéis decidido a entrar y leer nuestro blog. Hasta una próxima ocasión.

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