Birdwatching in Gijón (N Spain)

sábado, 25 de noviembre de 2023

Falaropo picofino "Phalaropus lobatus" en Gijón. Segunda cita para Asturias.

     Hace algo menos de veinte días y tras una sucesión de fuertes temporales, con vientos de más de cien kilómetros por hora, lluvias torrenciales y marejadas con olas de hasta ocho-diez metros de altura significativa, las costas del concejo de Gijón recibieron una gran cantidad de aves marinas de muchas especies. Alcatraces atlánticos, alcas comunes, charranes varios, anátidas, limícolas y otras aves se pudieron ver desde los cabos mientras pasaban en migración por la costa. Y también las vimos en puertos, playas, rías, embalses y ensenadas. En donde tuvieron que entrar a refugiarse del mal tiempo. Y una de esas aves que entraron a refugio en el Muelle de Fomento del Puerto Local de Gijón, fue un falaropo picofino Phalaropus lobatus. Nada más y nada menos que un falaropo picofino. Toda una rareza en nuestra región asturiana. Desde el año 1975, cuando se empezaron a recopilar en Asturias los avistamientos de aves, solamente hay dos observaciones homologadas en nuestra región de esta especie de limícola. Por lo que es fácil imaginar que su presencia constituyó todo un acontecimiento. Que congregó a una buena cantidad de pajareros asturianos en los distintos muelles del Puerto Local. Pues el pájaro se movía por varias dársenas. Lo que, unido a su pequeño tamaño y plumaje de colores apagados (como un gorrión común en tamaño y de coloración similar, con colores marrones y blancos) hacía muy difícil su localización. También es fácil imaginar que la excepcional arribada de este pájaro a nuestro concejo gijonés, sea motivo más que suficiente para dedicarle una entrada en solitario en el blog. Este es el protagonista:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.

    El ejemplar lo había localizado dos días antes, el 6 de noviembre, Celestino Benítez. Quien lo publicó en su blog Fauna en Asturias. Wildlifeastur. Lo podéis ver en este enlace:

https://wildlifeastur.blogspot.com/2023/11/fauna-en-asturias-falaropo-picofino.html

    Esta es una de las estupendas fotos que Celes le sacó ese día al falaropo picofino:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 6/11/2023. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Celestino Benítez.

    La voz de alarma general, la que nos puso con las orejas tiesas a bastantes pajareros asturianos, la dio Rubén Fernández Martínez en un chat de WhatsApp cuando vio las fotos que Celes había publicado en el blog. Ello provocó que, desde el amanecer del día siguiente, unos cuantos pajareros asturianos se pusieran a buscar al ejemplar. Lo relocalizaron, entre otros, Saúl Rodríguez RodríguezYolanda Marcos Aparicio y José Laureano Álvarez Ramos en una dársena contigua a la que lo había visto Celestino Benítez el día anterior. Y durante ese día lo pudieron disfrutar varios observadores. Las zonas en las que el ejemplar estuvo a la vista son muy accesibles para cualquiera que pueda caminar. También lo son para los que tengan que desplazarse en vehículo particular o silla de ruedas. En esta captura de Google Earth hemos marcado los diferentes sitios en los que se vio al falaropo picofino. Con el nº 2 hemos señalado el sitio en el que se vio por tercera y última vez. Gracias a Javier Alonso Almeida, uno de los pajareros que vio al ejemplar, por su ayuda para marcar los puntos de localización:

Zonas en las que se vio al falaropo picofino Phalaropus lobatus
durante los tres días (6, 7 y 8 de noviembre) en los que estuvo en Gijón.


    El falaropo picofino es un limícola. Está emparentado con los correlimos, vuelvepiedras, zarapitos, archibebes y demás que vemos en nuestro concejo en los pasos migratorios y la invernada. Pero al contrario que los citados, es una especie muy rara en nuestras latitudes cantábricas. Es muy difícil de ver aquí, en España. Aunque en las costas mediterráneas peninsulares y de Baleares es menos complicado verlo en los pasos migratorios, sobre todo en el postnupcial, que en el Cantábrico. Donde sí que es un ave de presencia muy escasa. Toda una rareza. El falaropo picofino anida en el Ártico y en algunas islas y costas del norte de Escocia e Irlanda. E inverna en un área muy amplia. Que incluye las aguas marinas del oeste de Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica hasta Perú. Del Atlántico argentino. Del mar tropical africano desde el antiguo Sáhara Occidental y hasta Liberia. El sur de la Península Arábiga y costas de Irán y Afganistán. Japón y en los mares de China, Singapur, Malasia, Java, Sumatra, Borneo, Filipinas, Nueva Guinea e islas e islotes de ese área geográfica. Lo podéis ver en este mapa sacado de Wikipedia. El área de cría está en rojo. Las zonas de invernada, en azul marino. La especie lleva a cabo una particular estrategia de invernada, pues se interna en aguas remotas hacia el interior de los océanos. Verlo en la costa es muy raro:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. Mapa mundial de distribución.
Fuente: Wikipedia. Autor de la ilustración ©: Mirko Thiessen - Trabajo propio,
CC BY-SA 3.0. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=318281

   En cuanto a la estrategia de cría del falaropo picofino, es muy curiosa. Las hembras son poliándricas. Es decir, que se aparean (o pueden aparearse, no siempre lo hacen) con varios machos en una misma temporada de cría. La hembra deposita los huevos (normalmente cuatro) en el nido. Que no es más que una depresión tapizada con hojas y tallos. Pero la incubación y cuidado de las crías queda a cargo del macho. Por ese motivo, por esa estrategia de reproducción, los machos son de colores más apagados que las hembras. Al contrario de lo que sucede en la mayoría de especies de aves. Las diferencias no son tan evidentes, tan claras, como en otras aves. Pero existen. Lo podéis comprobar en esta imagen, sacada de la Guía de Aves de Europa. Es la que escribió Lars Svensson y editó, en inglés, la editorial Collins. Deciros también que, si alguno de ellos vuelve a dejarse ver por nuestras tierras y es adulto, seguramente no estará en esos plumajes. Sino en su librea de invierno. Mucho más apagada y similar al del joven que nos visitó recientemente:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. Macho (arriba) y hembra (debajo)
adultos y en plumaje nupcial. Fuente ©: Collins Bird Guide. 2nd. Edition.
The most complete guide to the birds of Britain and Europe.

Autor: Lars Svensson. Ilustradores: Killian Mullarney y Dan Zetterström.

    En época de cría se alimentan principalmente de insectos y pequeños invertebrados, como crustáceos. En invierno comen, principalmente, zooplancton que van picoteando de la superficie del agua. En este vídeo que os compartimos se ve picotear la superficie al falaropo picofino. Lo que estaba comiendo lo desconocemos. Pero es evidente que se estaba alimentando:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus comiendo.
8/11/2023. Gijón, Asturias.

    El falaropo picofino migra de forma gregaria. Forma bandos para viajar. No lo hace en solitario. Además sus rutas migratorias habituales quedan muy alejadas de nuestras tierras asturianas. Es por ello que solamente se han recogido y homologado dos registros de la especie en casi cincuenta años de recopilación de observaciones de aves. Las rutas migratorias de los reproductores europeos son muy orientales. La más cercana a nosotros es una ruta marginal que pasa por Italia, Malta y Mauritania. Y que no viene recogida en la imagen que os mostramos al final de este párrafo. El grueso de la población del ártico europeo pasa por un área que va por Grecia y, sobre todo, por el Mar Negro, el Mar Caspio y más al este. En este mapa, que está sacado de un artículo publicado en la web Frontiers in Ecology and Evolution, podéis verlo. Los datos están proporcionados por aves radiomarcadas:

https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fevo.2019.00086/full


Rutas migratorias del Falaropo picofino Phalaropus lobatus.
Fuente ©: Frontiers in Ecology and Evolution.

    El ejemplar que estuvo tres días por Gijón, hasta el 8/11/23 y que fue el día en el que están sacadas casi todas las imágenes de esta entrada, era un primer invierno. Un ave no adulta. Que no había realizado todavía una migración. Inexperta. Esa juventud e inexperiencia, unidas a la sucesión de fortísimos temporales de esos días, con vientos de más de cien kilómetros por hora y contrarios al sentido de la marcha, aguaceros copiosos y marejada con olas de ocho a diez metros de altura significativa en la misma costa, seguramente hicieron que el ave se despistara, se separase del bando en el que viajaba y acabase en el muelle de Gijón. Muy lejos de su ruta habitual de migración. Los falaropos picofinos siguen rutas sobre tierra que están ligadas a masas de agua como pantanos, lagos, etcétera, que usan como lugares de descanso y alimentación. Se ve muy bien, en la imagen anterior, la ruta interior que sigue la especie. Pero cuando las condiciones meteorológicas se ponen tan duras como en los últimos días de octubre y primeros de noviembre, todas las aves migratorias tienen que arreglárselas como puedan y viajar por donde mejor les deje la meteorología. Algunas imágenes más de este precioso y escaso, aquí, limícola:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.



Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.
Atrapando algo comestible.

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.

    La población mundial de la especie se estima que oscila en una horquilla de entre 3.600.000 y 4.500.000 ejemplares. Y que tiene una tendencia a disminuir. No es fácil saber con exactitud el número de aves debido a su extenso rango de distribución y a lo remotas que son sus área de reproducción. La población europea parece estabilizada. Sin fluctuaciones. Las principales amenazas para la especie son los cambios en su hábitat causados por el incremento de temperaturas debido al cambio climático. Datos sacados de la web de BirdLife International:

https://datazone.birdlife.org/species/factsheet/red-necked-phalarope-phalaropus-lobatus/text

    El ave, como suele suceder con muchas especies de limícolas, mostró en todo momento un comportamiento confiado. Quizá demasiado confiado y tranquilo. Nadaba y se alimentaba tan campante. Mientras, un grupo de observadores estaba prácticamente encima de él, viendo sus evoluciones desde la barandilla del paseo. A menos de cinco metros de distancia en vertical. Prácticamente todo el tiempo que lo estuvimos observando, no paró de buscar comida. Estaba reponiendo fuerzas. Tengo que decir y aquí hablo a título personal, que pude ver al pájaro gracias al aviso que nos dio Armando Castañón Álvarez. Ese mismo día, el 8/11/23 y unas horas más temprano, José Antonio Tielve López y Tina Relancio Rodríguez estuvieron buscando al esquivo falaropo picofino. Hacia las tres de la tarde me uní a ellos en su busca. Me quedé solo al poco rato y cerca de las cuatro abandoné. Ya había desistido de verlo cuando el aviso de Armando Castañón Álvarez hizo que varios pajareros nos juntásemos allí. Así que he de agradecer muy especialmente su mensaje. Muchas gracias:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.


    Hay una especie que tiene un aspecto muy parecido. Es el falaropo picogrueso Phalaropus fulicarius. El ejemplar que os mostramos a continuación no tiene la misma edad que el protagonista de esta entrada. Pero las fotos dan una idea aproximada del parecido. Tanto en tamaño (hay tres centímetros de diferencia entre ambos), como en estructura. Las fotos son del creador de este blog y muy buen amigo Juan Bueno Pardo. Están hechas desde un barco oceanográfico en el que, por entonces, Juan estaba trabajando. Mientras navegaba a la altura de Gijón, sacó estas fotos. En ellas veis un ave en plumaje invernal. No es un primer invierno, como el falaropo picofino de la entrada. Pero se ven muy bien, en las estupendas fotos de Juan, las diferencias de estructura y plumaje entre especies. En el caso del falaropo picogrueso y en primer lugar, su pico. Más grueso y corto. También y aunque sea un ejemplar de distinta edad, se observa la ausencia de anchas bandas de color claro en el dorso. Que sí son visibles, a cualquier edad, en el falaropo picofino. Lo podéis comprobar en la lámina de la guía que os mostramos a continuación. Después de las fotos:

Falaropo picogrueso Phalaropus fulicarius. 10/12/2009. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Bueno Pardo.


Falaropo picogrueso Phalaropus fulicarius. 10/12/2009. Gijón, Asturias.
Autor foto ©: Juan Bueno Pardo.

    Y en esta imagen, sacada también de la Guía de Aves de Europa. Escrita por Lars Svensson y editada en inglés por la editorial Collins y que mencionamos antes, se puede comparar el parecido en los plumajes de edades similares:

Plumajes de juveniles, primeros inviernos y no reproductores
del falaropo picogrueso Phalaropus fulicarius (arriba) y
el falaropo picofino Phalaropus lobatus (debajo).
Fuente ©: Collins Bird Guide. 2nd. Edition.
The most complete guide to the birds of Britain and Europe.

Autor: Lars Svensson.
Ilustradores: Killian Mullarney y Dan Zetterström.

    El ejemplar no paró de buscar comida. En algunos momentos puntuales se dedicó a arreglarse el plumaje. El resto del tiempo que estuvimos viéndolo, lo dedicó a alimentarse. Como se ve en las fotos:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.


Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.


Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/2023. Gijón, Asturias.

    Las aguas de las dársenas del puerto local de Gijón están muy sucias. Montones de plásticos y papeles flotan en ellas. Lo veis en las dos fotos siguientes. No pareció importarle al ave. Probablemente no habría visto nunca, hasta que llegó a nuestras tierras, un ser humano, un vehículo a motor o una embarcación. De ahí, probablemente, su confiada conducta. Y tampoco, claro, había visto toda esa cantidad de cosas extrañas flotando en el agua. También podéis apreciar en las imágenes lo cerca que estaba de los pajareros que habíamos ido a verlo. El desenfocado que se ve en la esquina inferior derecha de estas dos fotos, es el borde del muro del muelle.



Falaropo picofino Phalaropus lobatus rodeado de basuras. 8/11/2023. Gijón, Asturias.

    A pesar de su pequeñez, sorprendía su casi continuo movimiento, como un juguete de cuerda. Y su velocidad de desplazamiento. Nadaba y se movía con gran agilidad y rapidez mientras buscaba alimento. Lo podéis ver en el siguiente vídeo:

Falaropo picofino Phalaropus lobatus. 8/11/23. Gijón, Asturias.


   El día en el que lo vimos se quedó en la zona al oscurecer. Probablemente esa noche durmió allí. Al día siguiente y prácticamente desde el amanecer, un grupo de pajareros volvió para intentar verlo. Pero no tuvieron éxito. No volvimos a ver al precioso falaropo picofino. Probablemente y con la mejoría del tiempo que, a partir de la segunda semana de noviembre, hubo en nuestras tierras, el ave siguió ruta en su viaje al sur. Esperemos que tenga suerte y logre llegar a su destino. Recordad que es un ejemplar joven, inexperto y solitario. Que está separado del grupo con el que inició su aventura viajera en las lejanas tierras árticas en las que nació. Va a necesitar suerte para llegar en solitario a su lugar de invernada. Esto es todo por hoy. Nos queda agradecer a Celestino Benítez su generosa colaboración con la cesión de la foto que nos ha ayudado a ilustrar esta entrada del blog. A Javier Alonso Almeida por su ayuda para localizar los puntos en los que se vio al ejemplar. Y por supuesto, nuestro agradecimiento para Armando Castañón Álvarez por el aviso que nos permitió ver al ejemplar. Sin él esta entrada no hubiera existido. Muchas gracias a Javier, Celestino y Armando.

    Esta entrada, aunque está publicada por mí, ha sido confeccionada al alimón con Juan Bueno Pardo.

    Nos despedimos por hoy. Pero no sin antes de agradecer, por supuesto, vuestra visita. Juan Bueno Pardo y yo esperamos que esta entrada os haya parecido interesante. Muchas gracias y hasta una próxima ocasión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial reportaje.
Enhorabuena!!

Nacho Vega dijo...

Muchas gracias. No fue difícil. Tuvimos mucha suerte ese día los que allí estuvimos viendo al pajarín.