Ayer me fui a dar una vuelta por embalse de San Andrés de los Tacones. Tenía la esperanza de que los avistamientos de varios ejemplares de Serreta grande en distintos puntos de Asturias y otras partes del Cantábrico, hubieran dejado sedimentado algún ejemplar de la especie en dicho lugar. Prueba no superada. El embalse lleva varias semanas con el nivel hídrico bajo mínimos. Y el número de acuáticas invernantes que alberga, bien por esa escasa cantidad de agua embalsada, bien por la bonanza meteorológica que hasta ahora tuvimos, es más bien escaso. Lo más intersante que pude ver fue un Zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis y un grupo de veintinueve Cucharas europeos Anas clypeata que, cerca de la presa y bastante confiados, estaban alimentándose. También se veían: Porrones europeos y moñudos, cercetas comunes, ánades azulones, un grupo de ocho somormujos lavancos, fochas comunes, zampullines comunes, garzas reales, cormoranes grandes, garcetas comunes, andarríos chicos, un andarríos grande y una importante gaviotada. Entre los varios miles de gaviotas destacaban al menos dos ejemplares, que parecían adultos, de gaviota argéntea Larus argentatus, con su color gris claro. Algunos pescadores de caña satisfacían su afición en los lugares preparados al efecto. Lavancos y cormoranes pescaban a unas decenas de metros de ellos.
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