Cuando los gijoneses nos referimos al "Parque" (con mayúscula) estamos hablando del Parque de Isabel la Católica. Situado en la parte este de la ciudad, es un lugar privilegiado para pasear rodeado de animales y vegetación. Tanto animales salvajes, como de colección. El paseo al que me refiero en la entrada, fue una simple vuelta de circunvalación a uno de los estanques. Al mayor que hay en ese parque. Sin esforzarse mucho en buscar cosas que llevarse a los prismáticos o al objetivo de la cámara de fotos, se pueden hacer observaciones interesantes. Como esta barnacla canadiense Branta canadiensis que lleva una anilla de metal. Procede de un parque londinense. No es, en puridad, un animal salvaje. Se comporta dócilmente, sin miedo a los humanos. Pero no deja de ser un ave que vuela libremente. Y que se ha marchado de Londres para aparecer en Gijón. Tampoco se la puede considerar un ave "doméstica" o "de colección". En el Parque Isabel se la ve siempre asociada con un ganso egipcio Alopochen aegyptiaca. En la segunda foto se puede leer parte del código de la anilla metálica. El enrejado es de una valla electrificada que rodea los dos estanques del parque. Se instaló para evitar que un grupo de nutrias europeas Lutra lutra entrara en los estanques y depredara sobre las aves que allí hay.
Barnacla canadiense Branta canadiensis.
Barnacla canadiense Branta canadiensis. Detalle de la anilla.
En invierno también se pueden observar algunas anátidas invernantes. Como los cucharas europeos Anas clypeata, silbones europeos Anas penelope o gaviotas reidorsa Chroicocephalus ridibundus. Especies que se ven en la foto.
Cuchara común Anas clypeata macho y hembra. Silbón europeo Anas penelope macho. Gaviota reidora Chroicocephalus ridibundus.
Otros inquilinos de los estanques del parque han llegado hasta allí por la despreocupación de algunas personas. Personas a las que el Medio Ambiente y el peligro que para la fauna local supone la introducción de especie exóticas, les importa un comino. En las fotos podéis ver algunos ejemplares de tortugas alóctonas. Acaban con todo bicho viviente que se mueva en las aguas del estanque.
Galápagos exóticos.
Las gaviotas usan el parque como lugar de descanso, alimentación y "túnel de lavado" del plumaje. El agua casi dulce de los estanques les vale para quitarse el salitre, procedente del agua marina, que llevan en las plumas. Esta gaviota reidora Chroicocephalus ridibundus, lo sabe bien.
Gaviota reidora Chroicocephalus ridibundus.
Mosquiteros comunes Phylloscopus collybita.
Los árboles que hay en las islas de los dos estanques sirven de posadero y dormidero a varias especies. Unos que los usan a diario son los cormoranes grandes Phalacrocorax carbo.
Cormorán grande Phalacrocorax carbo.
Las garcillas bueyeras Bubulcus ibis y las garcetas comunes Egretta garzetta utilizan las islas, además de como dormidero, como lugar de cría. Una numerosa colonia de garcillas bueyeras ya hace años que se ha instalado en el lugar.
Garcillas bueyeras Bubulcus ibis.
Garceta común Egretta garzetta.
Las urracas Pica pica también van a dormir a la zona. Se concentran por cientos cada atardecer.
Urraca Pica pica.
El lugar es un sitio casi inmejorable para la observación de algunos pajarinos muy esquivos. Como los mosquiteros comunes Phylloscopus collybita. Invernan por la zona. Y es fácil observar sus movimientos entre las ramas desnudas de los árboles. Que usan como posadero para, desde allí, lanzarse veloces a capturar los insectos que hay cerca. En los vídeos solamente se ve al mosquitero despegar de la rama. Fue demasiado veloz para poder seguir su vuelo.
Ahora, en invierno, el parque es un lugar de invernada de las aves. Pero en otras épocas del año es lugar de cría. Como lo demuestran la cantidad de nidos viejos que se ven en los árboles desnudos de hojas. Para muestra está la foto final. Pudiera ser, viendo la débil y descuidada construcción, un nido de columbiforme. Paloma o tórtola. Pero en realidad no lo sabemos. Lo dejaremos en "pudiera".
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