Siguiendo con las especies de aves que han sido vistas y recogidas al menos una vez en el concejo de Gijón, vamos ahora con el eider común Somateria mollissima. Si atendéis a la segunda frase del título de la entrada... ¿Cuál creéis que es la razón de la misma? No es difícil de adivinar. Seguro que muchos de nosotros, al meternos en la cama en una fría noche de invierno, nos hemos arropado con un caliente, cómodo y ligero edredón relleno de plumón. Ese plumón con el que rellenan los edredones de mayor calidad y precio, procede del protagonista de esta entrada. El eider común. Desde muy antiguo es conocida por los pueblos nórdicos la costumbre de los eideres (hay varias especies, aunque la más abundante y cercana al hombre, viviendo casi en régimen de semidomesticación, es el eider común) de forrar sus nidos que, en la naturaleza, no son más que meras depresiones en el terreno, con hierba seca, algas secas y, sobre todo, con plumón. Plumón que arrancan de su propio cuerpo. Ese forro hace que los huevos estén siempre a la temperatura adecuada. Incluso en los momentos en que la hembra abandona brevemente la incubación para refrescarse, comer... Los pobladores de las regiones en las que los eíderes comunes anidan, aprovechan esta circunstancia. Adecentan los lugares en los que los patos anidarán en la próxima temporada de reproducción. Y cuando los pollos han abandonado el nido, recogen ese plumón. Con los plumones de muchos nidos de eider común, una vez limpios y clasificados, se obtiene la materia prima con la que se rellena el edredón. La palabra edredón tiene su origen, según parece, en el término sueco ejderdum. Que significa plumón de eider. El término sueco viene, a su vez, del islandés oedhardun. Que, literalmente, significa "lo de abajo del eider". Es decir, lo que está bajo sus plumas.
En cuanto a las características del eider común, un pato perteneciente al Orden Anseriformes y la Familia Anatinae, deciros que presenta dimorfismo sexual. Es decir, que los machos y las hembras son diferentes. Los machos, que no se ocupan de la incubación, tienen un vistoso plumaje nupcial, cuando son adultos, con una combinación de colores negro, blanco, rosado y verde. La hembra, que se encarga de las labores de incubación, presenta un plumaje críptico, mimético, de tonos principalmente pardos, marrones y negros, con un ligero vermiculado. Su tamaño oscila entre 60 y 70 cms., su envergadura va desde los 95 a los 105 cms. y su peso promedio es de algo más de dos kilos (2,21 kgs.). Fuentes: SEO/BirdLife y Wikipedia.
Su área de reproducción se encuentra muy al norte de nuestras latitudes. Costas del Mar del Norte y del Mar Báltico, costas e islas del norte de Asia, Norteamérica y Groenlandia y en su lugar más meridional de reproducción, las Islas Británicas. Lo podéis ver en este mapa de la Wikipedia.
Eider común Somateria mollissima. Mapa de distribución mundial. Área de reproducción en verde. La de invernada, en azul cielo. Fuente: Wikipedia |
La población reproductora europea se estima entre 840.000 y 1.200.000 millones de parejas. La invernante, en un mínimo de 1.700.000 de ejemplares. En nuestro país se ven unos pocos individuos en invierno. Aquí en el norte, principalmente en las costas gallegas. Aunque, como curiosidad, hemos de citar que un macho hace ya años que se ha asentado como residente en la localidad cántabra de Santoña. Hace años era un invernante escaso, pero regular, en aguas asturianas. En los últimos años es un ave de presencia escasa e irregular en invierno. La subespecie que nos visita es la S. m. mollissima. Su población ha experimentado un ligero descenso en Europa. Motivado por falta de recursos alimenticios debido a la sobrepesca de los peces de los que se alimenta, contaminación, molestias humanas y caza. Dicho descenso de población no se ha visto compensado con aumentos en otras regiones de su rango de distribución. Es por eso que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha catalogado a la especie con el estatus de "Casi Amenazado" (Near Threatened). Fuente: BirdLife International:
En esta grabación de Xeno-Canto podéis oír su voz:
En Asturias, como os dijimos, se ha vuelto un ave de presencia muy escasa, casi esporádica, durante el invierno. Desde 1975 y hasta el año 1999, se registraron en nuestra región ciento treinta y un (131) ejemplares. Desde el año 2000 y hasta la actualidad, solamente diecinueve (19). Fuente: Annuariu Ornitolóxicu d'Asturies:
Nosotros en Gijón hemos registrado, desde el año 1984, trece (13) eideres comunes. Y solamente uno desde el año 1996. El último que pudimos ver nos visitó en el invierno del 2018. En concreto lo localizamos el 11/12/18 y lo vimos hasta el 20/12/18. Una hembra. Para finalizar la entrada, os mostramos unas imágenes. En algunos vídeos se la ve comiendo mejillones. Que arranca y tritura con su fuerte pico.
Eider común Somateria mollissima. Hembra. Invierno del 2018. |
Eider común Somateria mollissima. Hembra. Invierno del 2018.
Esto ha sido todo por hoy. A la espera de que los siguientes inviernos vuelvan a traernos otra preciosidad como la que os mostramos en esta entrada. Gracias por visitarnos.
1 comentario:
Gracias por este maravilloso e instructivo y a la vez ilustrador blog¡!
Mis respetos¡!
Enhorabuena 👏¡!
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