Birdwatching in Gijón (N Spain)

domingo, 27 de junio de 2021

La escasa migración prenupcial de limícolas en 2021

    En lo que respecta al calendario ornitológico, la llegada de la primavera en una ciudad costera como Gijón está marcada, entre otros acontecimientos, por la arribada de las limícolas. Aves no paseriformes de pequeño a mediano tamaño que suelen verse en la línea de costa, humedales interiores, orillas de los ríos... Casi siempre están asociadas al agua. La migración primaveral suele ser corta en duración. Pero intensa en número de aves mientras dura. Por lo que las oportunidades para ver aves limícolas duran pocos días, aunque nos den mucho juego para observar varias especies. Pero, como todo en esta vida, la afirmación anterior tiene matices. Uno de esos matices son las condiciones meteorológicas. En primavera las aves van con prisas para llegar a sus lugares de cría. Por lo que las necesarias paradas para descansar, alimentarse, reponer fuerzas y seguir viaje, suelen ser breves. De muy pocos días. Y a veces de horas. Si el mal tiempo en forma de fuertes vientos de cara (vientos del E/NE) o lluvias persistentes les obligan a parar, podremos verlos en buenos números. Si la meteorología les es favorable (ausencia casi total de fuertes vientos en contra, pocos días de lluvia, presencia casi constante de vientos de cola, del S/SO y del O/NO, que les ayudan en su viaje) las paradas que hacen son las mínimas necesarias. Y por el tiempo justo para poder seguir su viaje hacia el norte de Europa.

   

   La temporada, como reza el título de la entrada, fue muy pobre en cuanto a número de especies y ejemplares vistos. Las condciones meteorológicas habidas desde algo más de mediados de abril y hasta últimos de mayo, que son las fechas para la observación de limícolas en migración prenupcial, estuvieron marcadas por vientos dominantes del S/SO y O/NO, temperaturas bastante cálidas y muy pocas jornadas de lluvia. Lluvia que, además, fue de chubascos débiles. Lo que facilitó que las limícolas pudiesen realizar su viaje haciendo las paradas justas y necesarias para descansar, alimentarse para reponer fuerzas y seguir viaje. Y eso que el paso prenupcial arrancó con ganas a últimos de marzo. Concretamente el 23 de marzo. Ese día vimos una pareja de combatientes Calidris pugnax. Que es una especie escasa y no siempre se tiene la oportunidad de ver en paso. Y que no habíamos mostrado aún en el blog. La foto es mala, pues las aves estaban a mucha distancia y hubo que forzar el zoom de la cámara.

Combatiente Calidris pugnax

   Ese mismo día y en el mismo lugar vimos también un andarríos grande Tringa ochropus. Que permaneció casi quince días allí. Se pasaba el tiempo comiendo en las aguas someras de lo que, por entonces, eran los restos de la charca de la cola del embalse de San Andrés de los Tacones. Hoy en día la zona está completamente seca. Tienen que reparar la presa y están vaciando el embalse.

Andarríos grande Tringa ochropus



   Los anteriores limícolas eran aves en paso. Siguieron ruta hacia sus lugares de reproducción en el N/NE de Europa. Pero los que os mostramos a continuación, los chorlitejos chicos Charadrius dubius, anidan en Asturias. Hasta ocho ejemplares se dejaron ver en la zona. Actualmente podemos ver una pareja. En años anteriores se pudieron sacar hasta tres parejas reproductoras. Unas imágenes sacadas en varias visitas a la zona.

Chorlitejo chico Charadrius dubius


Chorlitejo chico charadrius dubius


Chorlitejo chico Charadrius dubius


   Chorlitejo chico Charadrius dubius


Chorlitejo chico Charadrius dubius


   Si dejamos de verlos a los dos, o vemos nada más que a uno de ellos, será señal de que estarán incubando. Esperemos que lo consigan. Los lugares para anidar que la especie tiene en el concejo de Gijón son, cada día, más escasos.

   En cuanto a la zona del embalse de San Andrés de los Tacones, el lugar de las imágenes que os mostramos, no sabemos de más novedades en lo que respecta a limícolas. Vamos con otra de las zonas típicas de observación de estas especies. Las playas y pedreros costeros del concejo. En el pedrero que cierra por el E la playa de San Lorenzo, la temporada arrancó floja y terminó flojísima. Aparte de los pocos invernantes que aguantaron en la zona gran parte de la primavera, como los vuelvepiedras comunes Arenaria interpres y los correlimos oscuros Calidris maritima, fueron contados los ejemplares y especies de limícolas que pudimos ver. El día 16 de abril arracamos con la observación de los primeros correlimos tridáctilos Calidris alba y chorlitejos grandes Charadrius hiaticula. A lo largo de los días la mayor cantidad de correlimos tridáctilos que vimos fue de cinco. Y de siete fue el mayor bando de chorlitejos grandes observado. Cifran paupérrimas.

Correlimos tridáctilo Calidris alba

Chorlitejo grande Charadrius hiaticula


   Dentro de los limícolas hay especies que efectúan migraciones de muy larga distancia. Es el caso de muchos zarapitos trinadores Numenius phaeopus. No pocos anidan en el ártico siberiano después de haber pasado el invierno en sus cuarteles de invierno africanos. Algunos llegan a alcanzar el extremo meridional de África. El mayor grupo visto en este paso prenupcial fue de tres aves. El 19 de abril.

Zarapito trinador Numenius phaeopus



   El último zarapito trinador que vimos fue el día 7 de mayo. Un ave en la llamada Ría de los Vagones. Los zarapitos trinadores, como os decíamos, son grandes viajeros. Viajan tanto de día, como de noche. Y se sabe, por seguimiento hecho en aves radiomarcadas, que pueden realizar vuelos ininterrumpidos de unos 5.000 kilómetros. El protagonista fue un macho. Y tardó seis días. En este enlace a un artículo de Antonio Sandoval Rey podéis leer la noticia. Bajo el enlace va la foto del último trinador visto por nosotros en este prenupcial:



Zarapito trinador Numenius phaeopus



   El 19 de abril, junto a los tres zarpitos trinadores, vimos un exiguo grupo de tres correlimos tridáctilos Calidris alba. Uno de ellos estaba cojo. Mal futuro le esperaba a ese pobre tridáctilo. En una de las fotos se coló uno de los invernantes que todavía no se habían marchado. Un correlimos oscuro Calidris maritima.

Correlimos tridáctilos Calidris alba. El ejemplar cojo es el de la izquierda.

Correlimos tridáctilos Calidris albacorrelimos oscuro Calidris maritima. El ejemplar cojo es el de la derecha.

Correlimos tridáctilo Calidris alba cojo de la pata izquierda.


   La temporada fue avanzando a ritmo de un lento goteo de ejemplares de especies de limícolas ya vistos en el paso o en la invernada. Y hasta el 1 de mayo no localizamos una nueva especie. Un mínimo bando de correlimos comunes calidris alpina. Estaban en compañía de algunos correlimos tridáctilos y chorlitejos grandes.

Correlimos común Calidris alpina


Correlimos comunes Calidris alpina


   Y tres días más tarde, el 4 de mayo, observamos uno de los dos chorlitos grises Pluvialis squatarola que vimos.

Chorlito gris Pluvialis squatarola


   Dos días después, el 6 de mayo, vimos el segundo y último ejemplar de la especie.

Chorlito gris Pluvialis squatarola



   Ese día 6 de mayo también pudimos ver el segundo y último ejemplar de Archibebe común Tringa totanus que localizamos en este prenupcial. Fue el único que pudimos fotografiar y filmar.
   


Archibebe común Tringa totanus


   Ese mismo 6 de junio también vimos unos pocos correlimos tridáctilos Calidris alba. Como el de estas foto y vídeo.

Correlimos tridáctilo Calidris alba




   Y esto fue todo lo que pudimos ver en este paso prenupcial de limícolas. Nos las prometíamos muy felices con los combatientes, el andarríos grande y varios ejemplares de chorlitejo chico que pudimos ver en los albores del paso. Pero se quedó ahí la cosa. Hasta una próxima ocasión. Juan y yo esperamos que os haya parecido interesante esta entrada del blog.

4 comentarios:

Manuel Marcos dijo...

Muy buena entrada.

Nacho Vega dijo...

Muchas gracias.

Es una entrada algo escuálida. Pero está redactada con los escasísimos datos que nos dió el paso prenupcial de este año 2021. Los vientos tienen una gran importancia en la mayor o menor presencia de aves en las playas. Por suerte, los vientos de cola que hubo esta primavera en las fechas buenas para el paso prenupcial de limícolas, seguro que habrán favorecido que hayan llegado mejor y más rápido a sus zonas de cría. Gracias por leer y comentar.

Salvador Rodríguez Villar dijo...

Enhorabuena por el trabajo.
Un saludo.

Nacho Vega dijo...

Muchas gracias, Salvador.

Un trabajo fácil y entretenido. Basta con pasear, prismáticos y cámara de fotos en ristre, por el muro de la gijonesa playa de San Lorenzo. El resto viene solito.