Birdwatching in Gijón (N Spain)

domingo, 12 de febrero de 2023

Gaviotas cabecinegras desde Alemania

    Es tiempo de aves invernantes y en paso migratorio. Lógicamente, cuando el tiempo empeora en el norte y este de Europa, las aves vuelan hacia latitudes más sureñas en busca de unas condiciones más benignas. Hablando de invernantes, eso sucede a últimos de otoño o primeros de invierno. De las condiciones meteorológicas dependen, principalmente, las especies y el número de aves que vienen a pasar el invierno a nuestras latitudes. Una de las especies migratorias que en nuestro concejo es muy abundante en otoño-invierno es la gaviota cabecinegra Larus (Ichthyaetus) melanocephalus. En días favorables, con mal tiempo atmosférico y marea baja, no es raro contar concentraciones de muchos ejemplares en las playas del concejo. Los mejores sitios son la desembocadura del río Piles en la playa de San Lorenzo y la Ría de los Vagones, que está unos quinientos metros al este, antes de llegar al Sanatorio Marítimo y a la que se llega cómodamente por el paseo marítimo. Ambos enclaves reúnen en esos días citados varios cientos de ejemplares de esta especie. Que se mezclan con otras gaviotas (reidoras, sombrías, patiamarillas, canas, argénteas, gaviones atlánticos o especies menos comunes) y algunos limícolas. De todas las aves que llegan en migración, una muy pequeña cantidad lleva anillas. La mayoría de esas aves anilladas solamente lleva anillas metálicas. Pero algunas, muy pocas en relación al total, pues en los días buenos de lectura de anillas, no superan el 3% del número total de aves, portan lo que se conoce como anillas de lectura a distancia. Anillas de plástico de colores y que, o llevan impreso un código o son una combinación de anillas de colores de pequeño tamaño y sin código. En el caso de llevar algún tipo de caractéres, de código, el mismo puede ser numérico, alfabético o alfanumérico. Llevar desde uno a varios caractéres. Y pueden incluirse en él algunos símbolos que van situados entre los dígitos del código. Un guión, barra inclinada, diéresis o un punto situado a distintas alturas, son algunos de esos símbolos. Se llaman "anillas de lectura a distancia" porque es posible verlas y a veces leerlas con telescopio o prismáticos. Y en la actualidad y con los potentes teleobjetivos de las cámaras de fotos, es posible fotografiarlos y leerlos con gran claridad y comodidad. Todo este preámbulo viene a cuento de algunas observaciones que hemos hecho en estos sitios. Una de ellas es una gaviota cabecinegra anillada en Alemania con anilla amarilla y código negro  AK·EP . En concreto, la de esta foto. Un recorte del original:

Gaviota cabecinegra Larus (Ichthyaetus) melanocephalus anillada en Alemania.

   Fue anillada en el año 2012 cuando era un pollo. Es decir que tiene más de diez años de edad. Era tan pequeña en aquella fecha que no se le pudo poner la anilla de color. Que se le colocó en mayo del 2021 en su localidad natal y siendo ya adulta. Nos cuenta el coordinador que es un macho. Otra pista más, junto a la época y localidad en la que se le puso la anilla de color, para suponer que se la capturó en el nido. Siendo un ejemplar reproductor. Se leyó la anilla de color por primera vez en diciembre del 2021 en Gijón. Es la primera observación que se hace de esta gaviota fuera de su lugar de nacimiento y anillamiento. Y ello es debido, con toda seguridad, a la falta de esa anilla de lectura a distancia de la que os hablamos antes. Desde el año en el que se le puso la anilla metálica y hasta que no se le puso la anilla de color, no hay registros del ejemplar. Nueve años en los que, con seguridad, la gaviota viajó a otros lugares para pasar el invierno. Una vez que se le puso  la anilla de color de lectura a distancia, no pasaron más de cinco meses hasta que se la vio. Para que os hagáis una idea de la potencia de los actuales zooms de algunas cámaras, en concreto de las llamadas cámaras bridge, os compartimos la fotografía original, con el zoom óptico (un 2000 mm.) desplegado al tope y, a continuación, el recorte con la gaviota solamente.


Gaviota cabecinegra Larus (Ichthyaetus) melanocephalus anillada en Alemania.
Foto original (arriba) y recorte (sobre estas líneas).


   El viaje de la gaviota probablemente se haya desarrollado en varias etapas. Pero, como os comentamos, fuera de su zona de nacimiento no hay más registros que este de Gijón. Por lo que el mapa que os mostramos solamente indica la distancia en kilómetros que hay desde ese lugar de Alemania y hasta nuestra ciudad.

Distancia en línea recta desde Pionierinsel Lühe y hasta Gijón recorrida por  AK·EP .


   Toda esta información que compartimos ahora (y más que no podemos compartir, pues son datos privados) se consigue mandando un correo electrónico al coordinador del correspondiente programa de anillamiento. La información sobre quienes son los coordinadores está en una página web en la que, en teoría, vienen todos los programas con anillas de lectura a distancia que se hacen en Europa. La página se llama European Colour-Ring Birding. Y es conocida entre los que nos dedicamos a la lectura de anillas como CR-Birding:



   Pero no es esa la única gaviota anillada que proporciona datos curiosos, interesantes. Otra gaviota cabecinegra anillada en Alemania estaba descansando a unas decenas de metros de distancia. Un ejemplar ya visto en inviernos anteriores y que lleva la anilla verde con código blanco  AKHH . Tiene un curioso y largo historial de observaciones. Ha sido vista en su lugar de nacimiento de Alemania. En lo referente a Europa y fuera de nuestras fronteras, se vio en Francia varias veces y en los Países Bajos en una sola oportunidad y durante la migración. En España ha sido vista en Galicia y Gijón durante su invernada. En concreto y en esta temporada del otoño/invierno 2022/2023, la gaviota viajó hasta tierras gallegas antes de dar media vuelta y asentarse, parece, en la bahía de Gijón para pasar el invierno. Se la anilló en el año 2008 con una anilla de código diferente la  AEYU  y como ave de más de tercer año-calendario. Es decir, siendo ya adulta. En enero del 2009 fue vista en Gijón por Pablo Fernández Pérez. Y desde entonces solamente dejó de verse aquí en el año 2011. Y la hemos visto muy recientemente. En concreto el 3 de febrero de este año 2023. Tiene, por lo menos, dieciocho años de edad. Las anillas de color se cambian, siempre que sea posible, en el caso de que presenten algún tipo de deterioro y puedan suponer un peligro para el ejemplar en cuestión. Para hacerlo hay que capturar al ave. Por lo que no siempre se puede cambiar la anilla:

Gaviota cabecinegra Larus (Ichthyaetus) melanocephalus anillada en Alemania.

   El mantenimiento del plumaje en las mejores condiciones posibles es una necesidad para las aves. Las gaviotas vienen a última hora a la desembocadura del río Piles para lavarse en sus aguas dulces y quitarse la suciedad y el salitre acumulados durante el día. Aquí vemos a nuestra amiga alemana en su sesión de acicalamiento del plumaje después de haberse bañado en el río.

Gaviota cabecinegra Larus (Ichthyaetus) melanocephalus
anillada en Alemania.  AKHH .


   Por último y para no sobrecargar la entrada de hoy, vamos con una gaviota cabecinegra alemana vista recientemente. Lleva una anilla amarilla con código negro  AY·JN . Y fue vista por primera vez principios de febrero del 2023. El ejemplar reúne varias características interesantes. La primera es que fue anillada en el 2021 siendo un adulto y en su colonia de cría. Por el comportamiento en ese lugar se sabe que es un macho. Un segundo dato curioso es que esta gaviota cabecinegra pertenece a una colonia de cría de la que, hasta ahora, no habíamos recibido ningún ejemplar. Fue anillada en Riether Werder, Luckow, Mecklenburg-Vorpommern. Una pequeña isla alemana situada en el oeste del Mar Báltico y que está prácticamente en la frontera con Polonia. Si te echas a nadar en dirección este, la orilla que alcanzarás a los pocos cientos de metros es ya territorio polaco. En esta captura de Google Earth os mostramos el sitio donde la anillaron. La isla está señalada con una flecha amarilla. La línea amarilla que viene desde el borde inferior de la imagen es la frontera entre Alemania y Polonia:

Lugar de anillamiento de  AY·JN . Fuente: Google Earth


   Y en esta otra captura de la misma web, Google Earth, tenéis la distancia en línea recta que recorrió la gaviota cabecinegra hasta llegar a nuestras tierras. Unos 1.800 kilómetros.

Distancia en línea recta desde el lugar de anillamiento de  AY·JN 
y hasta el sitio del avistamiento. Fuente: Google Earth.


   Si se repasa el historial de avistamientos de esta gaviota, se comprueba otro dato que, cuando menos, resulta curioso. Se ha visto en Gijón a los pocos meses de su anillamiento. Y posteriormente y solamente en una ocasión, en febrero del 2022, en Gran Bretaña.Todos los demás registros, que son pocos pues el historial es breve, son asturianos. Una vez la vieron en la gozoniega playa de Bañugues y los demás son gijoneses. La observación británica fue hecha cerca de un mes después del último registro en Gijón, ya de vuelta al norte de Europa. Y no se ha vuelto a ver por su lugar de anillamiento. Aquí tenéis a la gaviota cabecinegra  AY·JN :

Gaviota cabecinegra Larus (Ichthyaetus) melanocephalus anillada en Alemania.



   Para los que nos dedicamos a la búsqueda y captura fotográfica de anillas de color de lectura a distancia, es apasionante comprobar la cantidad de datos, de información que nos proporciona el seguimiento de estas aves anilladas. Y estamos deseando que crezca el número de personas que nos dedicamos a ello. Creemos que es muy necesario que los jóvenes que vienen tras nosotros se enganchen a nuestra afición. Pero una afición no busca más aliciente que el mero disfrute. Y creemos que la lectura de anillas de aves aúna la satisfacción de la afición de la observación de aves, con la información que aporta la anilla que lleva el ejemplar observado. Nos da información. La información es conocimiento. Y el conocimiento es sabiduría. Hasta una próxima ocasión. Gracias por visitarnos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante!

Nacho Vega dijo...

Muchas gracias.

Sí que resultan interesantes los datos que nos dan las anillas leídas.