La migración prenupcial de aves, especialmente de limícolas, está en uno de sus máximos. Las aves, que han pasado el invierno en el suroeste de Europa y África, están volviendo a sus lugares de cría, situados en el norte y nordeste europeos. Para ello no necesitan de excepcionales condiciones favorables del tiempo atmosférico. Aunque les ayuden determinadas variables. Pero sí que necesitan que los vientos no les dificulten el avance. Los limícolas son aves de vuelo potente y rápido. Pero si se tienen que enfrentar a fuertes vientos de cara, como los imponentes vendavales del nordeste que estamos teniendo estos días, se ven obligados a detenerse en su viaje y descansar hasta que las condiciones mejoren. Ello hace que se produzcan concentraciones impresionantes. Como la que hubo el lunes 13 de mayo, al oscurecer en la ensenada de Llodero, Zeluán, Asturias. Más de tres mil quinientas (3.500) aves de varias especies. Lo dicho en esta introducción se explica muy bien en el libro titulado "Weather and bird behaviour". de Norman Elkins (página 159 a 167). Está a la venta en línea por Google Books, entre otros sitios web. Es una obra muy útil para llegar a comprender el funcionamiento de las migraciones. Y, consecuentemente, para llegar a saber, con un alto grado de probabilidades de acertar, cuales serán los mejores momentos para poder ver determinadas aves. El enlace a Google Books.
La situación anticiclónica, con dos zonas de altas presiones centradas en el Mar del Norte y las Islas Baleares, nos mandan vientos del este y nordeste. Que se oponen a la marcha de las aves que tienen que viajar al norte. Se puede ver en este mapa de la web británica "Met Office", También se ve el frente del oeste que se acerca. Llegará el jueves de tarde, parece. Y cambiará la situación como se da la vuelta a una tortilla:
En Gijón los limícolas se concentran en cantidades mucho más modestas y con muchas menos especies vistas que en Zeluán. Pero aún así se pueden ver cosas muy bonitas y disfrutar del paso prenupcial. En la zona que solemos pasear y que va desde el último tramo del río Piles hasta la escultura de "La madre del emigrante" en la zona del Rinconín, no hay día que no nos sorprenda algo bonito de contemplar. Y no solamente son aves limícolas las que se ven. Esta hembra de ánade azulón Anas platyrhynchos y sus catorce pequeñines casi recién nacidos se pasaron por allí hace unos pocos días.
Ánade azulón Anas platyrhynchos. Hembra con catorce crías pequeñas.
En el embalse de San Andrés de los Tacones en Serín, también se nota el paso de aves migratorias. En lo que se refiere a limícolas, pudimos ver un andarríos bastardo Tringa glareola, que no sale en las imágenes por estar demasiado lejos y muy escondido entre los árboles. También vimos tres parejas de cigüeñuela común Himantopus himantopus.
Cigüeñuela común Himantopus himantopus. Hembra arriba y macho abajo.
Cigüeñuela común Himantopus himantopus. Macho y hembra.
Pero no solamente nos visitan los limícolas para criar en nuestras latitudes. Las cigüeñas blancas Ciconia ciconia han pasado a ser no tan raras en nuestra región. El llamado calentamiento global y la disponibilidad de alimento en los vertederos, hace que bastantes ejemplares permanezcan en Europa todo el año. Y que ya haya varias parejas que anidan en Asturias. Estas tres estaban la semana pasada en la charca de la cola. Junto a las cigüeñuelas. Las acompañaba una garza real Ardea cinerea.
Cigüeña blanca Ciconia ciconia
Cigüeña blanca Ciconia ciconia y garza real Ardea cinerea
En el embalse también anidan los muy comunes ánades azulones. Esta hembra que sale fugazmente en el vídeo desde el segundo doce en adelante y por debajo de las cigüeñas, tenía diez patitos muy pequeños.
Cigüeña blanca Ciconia ciconia y Ánade azulón Anas platyrhynchos. Hembra con diez crías pequeñas.
Volviendo a las aves limícolas. Como os comentamos al principio, los fuertes vientos del nordeste que les soplan de cara, les dificultan tanto el viaje que los pájaros desisten de seguir la migración y se detienen a descansar y alimentarse hasta que las condiciones mejoren y puedan continuar la marcha. Esto hace que podamos ver cosas interesantes. Como se muestra en el siguiente vídeo. Donde se ve un pequeño grupo de correlimos tridáctilos Calidris alba, correlimos gordos Calidris canutus y chorlitos grises Pluvialis squatarola alimentándose en el pedrero mientras esperan a que amaine el vendaval. El fortísimo viento se puede oír en el vídeo. Y también se puede ver. En el movimiento que provoca en el que filmaba la escena.
Bando de limícolas alimentándose
Además de descansar y alimentarse, también hay que hacer labores de mantenimiento. El plumaje debe estar siempre en las mejores condiciones posibles. Queda aún mucho trecho por volar. Es lo que hace, cuidar el plumaje, este zarapito trinador Numenius phaeopus. Que todavía debe llegar a sus zonas de reproducción que están situadas en Islandia, Groenlandia, Fenoscandia y otros países del norte de Europa.
Zarapito trinador Numenius phaeopus
Los chorlitejos grandes Charadrius hiaticula y los correlimos comunes Calidris alpina, las dos especies más abundantes en este paso prenupcial por la bahía gijonesa, descansan entre las piedras del pedrero.
Chorlitejo grande Charadrius hiaticula y correlimos común Calidris alpina
En otros lugares de la bahía, como en las orillas del río Piles, los correlimos comunes, en compañía de otros limícolas, se alimentan de pequeños invertebrados.
Correlimos común Calidris alpina
Correlimos común Calidris alpina
Con ellos vemos otras especies de limícolas que hacían lo mismo. Comer para coger fuerzas y poder seguir el viaje migratorio con más garantías. Agujas colipintas Limosa lapponica y archibebes comunes Tringa totanus, se afanaban en la labor.
Aguja colipinta Limosa lapponica atrapando anélidos. Probablemente Hediste (Nereis) diversicolor. Se les conoce popularmente como "xorra de agua".
Aguja colipinta Limosa lapponica
Archibebe común Tringa totanus
Y un migrante que, más que estar en paso primaveral, da la impresión de que va a quedarse una buena temporada. No es otra que la gaviota de Delaware Larus delawarensis que Clemente Álvarez Usategui localizó ya hace más o menos un mes. Sigue llena de malófagos, que son piojos de las aves. Pero parece que no le afecta gran cosa. En el vídeo podéis observar como suelta lastre antes de emprender el vuelo.
Gaviota de Delaware Larus delawarensis
Seguiremos pendientes de las novedades ornitológicas que haya por el concejo de Gijón. Y os lo contaremos aquí.
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