Birdwatching in Gijón (N Spain)

domingo, 6 de junio de 2021

Migración prenupcial de abril. Abundancia de lavanderas boyeras y alguna otra sorpresa.

   La migración prenupcial de abril nos dejó algunos días muy buenos para poder gozar con la observación del paso de las lavanderas boyeras Motacilla flava. La mayoría de las subespecies de lavandera boyera son migratorias. La Península Ibérica es lugar de paso para ellas. Vienen del continente africano de pasar el invierno. Y vuelven a Europa, en el caso de nuestras latitudes, cruzando el Estrecho de Gibraltar y atravesando la Península Ibérica a lo largo y ancho de toda ella. Antes habían hecho el viaje inverso. Desde Europa y hacia el continente africano atravesando la mar, principalmente, por el Estrecho de Gibraltar. La lavandera boyera presenta varias subespecies. Y dentro de las mismas, para complicar aún más el asunto, hay hibridación en las zonas fronterizas entre subespecies. En el caso de la Península Ibérica la subespecie principal que anida es la lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae. Aunque también se da el caso de la nidificación, en Cataluña, de una población híbrida lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiaelavandera boyera italiana Motacilla flava cinereocapilla. Por nuestras tierras asturianas y (en concreto) gijonesas, las subespecies más abundantes durante los pasos migratorios son la citada lavandera boyera ibérica y las lavanderas boyeras británicas Motacilla flava flavissima y lavanderas boyeras centroeuropeas Motacilla flava flava.

   En el mes de abril hubo unas condiciones meteorológicas adversas para la migración de aves. Las especies migratorias, al acabar su temporada de reproducción en el norte y nordeste de Europa, viajan al continente africano para pasar el invierno. Es el caso de las lavanderas boyeras. Las que vemos en la Península Ibérica cruzan hacia África por el Estrecho de Gibraltar.  Y a principios de primavera hacen el trayecto inverso. Cruzan hacia Europa, desde el norte de África, también por el Estrecho de Gibraltar. Aunque para realizar su viaje procuran estar bien provistas de las convenientes reservas de energía (principalmente grasa corporal) el larguísimo viaje les supone un enorme gasto de energías. Si a ese gasto energético "normal", le sumamos el que produce enfrentarse a una meteorología adversa, el viaje se vuelve prácticamente imposible. Y durante muchos días del pasado mes de abril, la meteorología fue adversa para ellas. Con vientos del E/NE muy fuertes y constantes durante todo el día y parte de la noche. Y durante muchos días seguidos. Lo que hizo que tuviesen que parar a esperar que mejorase el tiempo. Parada, descanso y alimentación. Y, mientras tanto, oportunidad para que los observadores de aves pudiesemos contemplarlas. Un libro muy instructivo y recomendable para aprender sobre la importancia de la meteorología en el comportamiento de los pájaros es "Weather and Bird Behaviour", cuyo autor es Norman Elkins.

   Volviendo a las lavanderas boyeras. Es vital respetar su descanso. Darles tranquilidad para alimentarse, descansar y reponer fuerzas para contnuar su largo viaje. Tened en cuenta que el límite norte del área de invernada de estas boyeras que vemos aquí pasa, grosso modo, por Senegal, República de Malí, República del Chad, Sudán y la República Democrática Federal de Etiopía. Y el límite sur atraviesa por África del Suroeste y la sudafricana zona del Transvaal. Fuente: Aves Migradoras Ibéricas, cuyo autor es Francisco Bernis Madrazo. En este mapa de la Wikipedia podéis verlo más gráficamente. En verde oscuro, la zona en la que la especie está presente todo el año. En verde claro, el área de cría. En azul, el área de invernada:

Mapa de distribución de las lavanderas boyeras.
Fuente © Wikipedia.


   Como os decíamos, este pasado mes de abril fue, para nosotros, uno de los mejores en cuanto a cantidad de ejemplares y variedad de subespecies. Pudimos ver boyeras de las razas ibérica, británica y centroeuropea. Y mientras las condiciones meteorológicas fueron adversas para ellas, las vimos en buenos números. El bando más numeroso superó con creces los sesenta ejemplares. A continuación os mostramos algunas imágenes de la subespecie que anida en la Península Ibérica. La lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.

Macho de lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.

Lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.
Probablemente una hembra.


Macho de lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.


Lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.
Probablemente una hembra.



Macho de lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.

   Aunque no siempre las cosas son tan fáciles como en las anteriores imágenes. Para muestra, este botón:

Macho de lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.

   Como os contamos antes, en Asturias anida la subespecie ibérica. Después de que las condiciones meteorológicas mejorasen y las lavanderas boyeras desaparecieran del lugar en el que se vieron obligadas a parar, pudimos ver un macho de lavandera boyera ibérica en lugar y fecha apropiados para la cría. El segundo vídeo es de hace poco más de una semana. En el mismo sitio del anterior. En el primer vídeo, con el pájaro situado a una gran distancia, se ve poco más que un punto. Algo diminuto.

Macho de lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.
Mayo del 2021.

Macho de lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae.
Mayo del 2021.



   Otra de las subespecies de lavandera boyera que es relativamente fácil de observar por nuestras latitudes es la lavandera boyera centroeuropea o alemana Motacilla flava flava. Los machos, los más fáciles de identificar en el campo, se distinguen bastante bien de los de la subespecie ibérica por su garganta amarilla que, a veces, está bordeada a ambos lados por una fina línea blanca. La garganta de las lavanderas boyeras ibéricas es de un color blanco puro. Hay otras diferencias. Pero esa pensamos que es la más visual. La que más salta a la vista en el campo. Unas fotos y vídeos.

Lavandera boyera centroeuropea Motacilla flava flava. Macho.

Macho de lavandera boyera centroeuropea Motacilla flava flava.

Lavandera boyera centroeuropea Motacilla flava flava. Macho.


   Las áreas de distribución de las lavanderas boyeras centroeuropeas e ibéricas se solapan en el límite sur. Lo que hace que haya hibridación entre ellas. Esta circunstancia complica aún más la identificación en el campo. De hecho estamos convencidos de que algunas de las boyeras vistas no podían asignarse, con completa seguridad, a una subespecie en concreto. Lamentamos no poder mostraros fotos o vídeos. No tuvimos oportunidad.

   Y la tercera subespecie de boyera que hemos visto en este paso prenupcial fue la lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima. Su área de distribución primitiva se limitaba a la isla de Gran Bretaña. Y no a toda ella, pues Escocia quedaba fuera del área de distribución. Actualmente se ha extendido, por lo menos, a Irlanda y las costas  del norte de Francia, Bélgica y Países Bajos. Es la más sencilla de separar en el campo de las tres subespecies más habituales de lavandera boyera que podemos ver por aquí. Presenta toda ella una coloración general de tonos amarillos o amarillentos. Un amarillo vivo en las partes inferiores, mejillas y lista ocular, obispillo y parte baja del dorso. Y un amarillo de tonos más aceitunados en cabeza, parte posterior del cuello y parte alta del dorso. Unas imágenes seguro que os lo explicarán mucho mejor.

Lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima. Macho.


Lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima. Macho.


Lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima. Macho.


 Lavandera boyera británica motacilla flava flavissima.
Probablemente una hembra.

Lavanderas boyeras británicas Motacilla flava flavissima.


   Para finalizar con las lavanderas boyeras, unas fotos para poder comparar las tres subespecies que nos visitaron en este mes de abril. Las tres juntas en esta imagen. Británica, centroeuropea e ibérica.

Machos de las subespecies de lavandera boyera centroeuropea Motacilla flava flava (arriba izquierda), lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae (arriba derecha) y lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima (abajo derecha).

Machos de lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima y lavandera boyera centroeuropea Motacilla flava flava. Al fondo y desenfocado.


Machos de lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima y lavandera boyera ibérica Motacilla flava iberiae (en la parte delantera y desenfocado).


Machos de lavandera boyera británica Motacilla flava flavissima y lavandera boyera centroeuropea Motacilla flava flava (al fondo).




   Una vez hemos acabado con las lavanderas boyeras, vamos con una de las sorpresas. Las adversas condiciones meteorológicas para la migración, coincidieron con un buen flujo de collalbas grises Oenanthe oenanthe. Hubo días en los que pudimos ver hasta diez ejemplares. En el vídeo que cierra la entrada podéis ver la lucha de la collalba gris por mantenerse de pie en el posadero. Al final tuvo que desistir y echarse a tierra, entre la vegetación.

Collalba gris Oenanthe oenanthe.


Collalba gris Oenanthe oenanthe.

Collalba gris Oenanthe oenanthe.



   Y esto ha sido todo por esta vez. Esperamos que os resulte interesante. Hasta una próxima ocasión.

2 comentarios:

Javi Alonso dijo...

Muy buena!

Nacho Vega dijo...

Gracias, amigo. Fue muy fácil de hacer. Las fotos, todas sin excepción, las hice desde el asiento del coche. Es el mejor escondite para que los bichos no se sientan amenazados. Dentro del coche, quieto y en silencio. Bueno... No muy en silencio. Si hay partido de fútbol, suelo poner la radio. Pero a los bichos parece importarles un pimiento que lo haga.