Birdwatching in Gijón (N Spain)

sábado, 28 de noviembre de 2020

Lo que va de ayer a hoy

    La foto que va a continuación de este párrafo está sacada de la edición digital del diario gijonés "El Comercio" con fecha del miércoles 25/11/2020. Muestra la zona de la actual playa de Poniente tal como era antes del año 1994. En el que se inauguraron las playas artificiales de Poniente (llamada antaño playa de Pando) y El Arbeyal (conocida antiguamente como playa de La Casera).

Pedrero de Pando y antiguos astilleros.
Actual playa de Poniente. Foto © diario "El Comercio".

   Hoy en día la zona presenta una imagen muy parecida a la foto siguiente. Sacada también de la web del diario "El Comercio". Solamente falta en la foto el edificio del Acuario Gijón Bioparc.

Playa de Poniente. Foto © diario "El Comercio".

   La zona era, antes del año de creación de las playas en 1994, un hervidero de vida. Y un área de gran importancia para la invernada, descanso, alimentación y tránsito migratorio de aves. Un informe elaborado el año 1993 por José Vicente González Escudero, Antonio Fuentes Sánchez, Julián Rufino Gómez González y Bartolomé Muñoz Espejo, miembros de la C.O.A. (Coordinadora Ornitológica Asturiana, como se denominaba por entonces a dicha asociación) y el C.P.N. Havelda (Clubes de Conocer y Proteger la Naturaleza), puso de manifiesto la importancia de la zona para el paso migratorio y la invernada de aves acuáticas y marinas. Ese informe fue presentado a las autoridades municipales gijonesas. Que hicieron caso omiso a lo que en él se dice. Unas fotos:





   En el informe se ponía de manifiesto la enorme importancia de la zona para la ornitofauna costera que visita el concejo de Gijón. Haciendo una comparativa con una de las actuales joyas de la corona asturianas en temas ornitológicos, como es la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa, se observa que, aunque la riqueza de especies es mayor en Villaviciosa, la distribución en la bahía gijonesa es más uniforme. Datos de los pasos migratorios de los años 1991, 1992 y 1993:


   En lo que se refiere a algunas especies vistas durante los pasos migratorios, el número de ejemplares es mayor en la bahía de Gijón que en la Ría de Villaviciosa. Lo podéis ver en estas tablas comparativas de los años 1991, 1992 y 1993:


   Y en cuanto a las aves invernantes, estos son los datos de los tres primeros meses del año 1993 en la zona en cuestión:


   Por último, las conclusiones del informe. La lectura del primer párrafo de las mismas me producen una nostalgia y una pena enormes:


   "La zona oeste de la Bahía de Gijón es, con la Ría del Eo y la Ría de Villaviciosa, una de las pocas zonas, en Asturias, que son usadas por las aves migratorias costeras, .../"  ".../La importancia del enclave, según se demuestra en el capítulo 1 (Pags. 5 - 11) de este informe, es similar al de la Ría de Villaviciosa, zona de reconocido interés, .../"

   Estas son las dos páginas de conclusiones:




   En la segunda página de las conclusiones y en su último párrafo se dice que: "No deberían las Autoridades Gijonesas desaprovechar esta oportunidad para realizar un proyecto que uniese desarrollo y naturaleza, crecimiento y respeto por el medio natural. Es un reto de futuro que debe ser aceptado si la preocupación por el medio ambiente y el nuevo concepto de calidad de vida forma parte de la preocupación real de los políticos y no solamente de sus programas electorales." Veintiséis años más tarde seguimos prácticamente igual. Hablando de conservación del medioambiente natural, de protección y conservación de especies vulnerables o en peligro y de temas de ecología en general, estas son las manos en las que estuvimos, estamos y estaremos. A nuestros gobernantes, tengan el pelaje político que tengan, estos temas del ecologismo les interesan lo mismo que recibir una patada en la espinilla. Es decir, les interesan de nada, a absolutamente nada. Poco hemos avanzado. Mucha imagen. Mucho sonido. Fotos, vídeos, cortes de cinta, noticias en prensa. Se sacan los correspondientes réditos políticos al tema. Y se deja languidecer el asunto hasta que se muera por olvido y desatención. Pasa ahora, por ejemplo, con el tema de los perros sueltos por las playas. En la zona actual de descanso, parada, alimentación e invernada de las aves costeras (el tramo que va desde la desembocadura del río Piles hasta la Madre del emigrante), todos los días hay varias personas paseando a sus perros por la zona. Que es un aréa no permitida para ello. Si llamas a la policía local para que intervenga, los policías no vienen la mayoría de las veces. Lo que hace que los infractores se envalentonen y campen por sus respetos.

   Reconduciendo el tema a la cantidad y variedad de especies que hace años se veían por la zona y las que actualmente se observan. Por ejemplo y hablando de anátidas o limícolas, los bandos de anátidas, correlimos, vuelvepiedras y demás, estaban compuestos muchas veces por más de cien ejemplares. Los datos están sacados de los censos anuales de aves marinas y acuáticas invernantes. Estos censos se realizan, generalmente, cada segundo fin de semana de enero. De una sola especie, como el vuelvepiedras común Arenaria interpres, se podían contar más de doscientas (200) aves anualmente. En concreto en el año 1994, se vieron 228 ejemplares. La bahía de Gijón es (era), atendiendo al número de aves censadas, la más importante zona de invernada para la especie en Asturias. La gran mayoría se concentraban en la zona del pedrero de Pando. Que es como se llamaba a la actual playa de Poniente.

Vuelvepiedras común Arenaria interpres en plumaje nupcial.

   Años después de la creación de las playas se pasó a un máximo de 56 vuelvepiedras comunes vistos en los antiguos astilleros de El Natahoyo. Fue el 15/01/1997. Ese año se pasó a un máximo de 185 ejemplares contados en la bahía de Gijón durante el censo de aves marinas y acuáticas invernantes. Datos sacados del Anuario Ornitológico de Asturias publicados en la revista "El Draque", editada por la C.O.A. (Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies):


   Como podéis observar por las cifras, el número de efectivos en la especie descendió. Aunque hubo fluctuaciones anuales. Y la tendencia descendente continúa en la actualidad. De hecho y desde la creación de las playas de Poniente y El Arbeyal, la principal zona de paso, descanso e invernada para los limícolas dejó de ser la zona oeste de la bahía gijonesa. Y pasó a ser la que va desde la desembocadura del río Piles y hasta los pedreros cercanos al cabo San Lorenzo. Al este de la bahía de Gijón y al lado contrario de la zona primitiva. En el otoño de 2019 realizamos un censo de vuelvepiedras comunes, inexacto y fuera de fechas del censo de invernantes, en la zona que va desde la desembocadura del río Piles y hasta la escultura de "La madre del emigrante" en El Rinconín, el total de aves vistas fue de setenta y seis (76). El día 24 de septiembre de 2019 y en compañía de José Luis Alonso Orrasco. El censo arroja, con total seguridad, cifras mayores que en las que saldrían en las fechas apropiadas. Pues en septiembre aún hay paso de aves migradoras que aumentan el número de ejemplares. De ahí, de la zona de El Rinconín, es la foto anterior del vuelvepiedras común. Y también el vídeo que va a continuación. NOTA: Todos los vídeos están silenciados para que no se oiga el fuerte viento que, con frecuencia, sopla en la zona. También están sacados a pulso. De ahí el movimiento que se observa:

Vuelvepiedras común Arenaria interpres 

   En este otro vídeo podéis ver al vuelvepiedras común haciendo honor a su nombre. Dando la vuelta a las piedras para dejar al descubierto los animales de los que se alimenta.

Vuelvepiedras común Arenaria interpres alimentándose.


   Otro limícola que antaño era muy abundante en la bahía de Gijón es el correlimos oscuro Calidris maritima. Al igual que en la especie anterior, la bahía gijonesa es (era) el principal enclave invernal para ellos en Asturias y también en el litoral cantábrico. Se trata de una especie catalogada como "de interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.


   Y es una especie sensible a la alteración del hábitat. Se citan como amenazas para ella la destrucción de roquedos y calas por construcciones. Poco más que añadir al respecto:


   Antes de la construcción de las playas de Poniente y El Arbeyal los efectivos de la especie vistos durante las fechas del censo invernal eran de más de doscientas (200) aves. Concretamente y en el año 1993 se censaron en la bahía de Gijón un total de doscientos treinta y cuatro ejemplares (234). Datos publicados por la C.O.A. (Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies) en su revista "El Draque":


   Una vez que se construyeron las playas la cantidad de aves censadas en el invierno bajó considerablemente. En el censo de 1995 solamente se vieron ciento veintisiete (127) aves. Casi un 50% menos que el año anterior. Desde entonces, quitando un leve repunte en los años 1996 y 1998, la tendencia a la baja de la población invernante ha ido en aumento. Ciento diecisiete (117) ejemplares en el año 1997, sesenta y cinco (65) en 1998 (con solamente siete aves en la zona de Pando). La tendencia continúa hasta el año 2000, el último en el que se publicaron en papel la revista "El Draque" y el anuario ornitológico asturiano.

   Y así ha sido hasta el invierno de 2019. En el que en un conteo, inexacto y que no fue efectuado en las fechas indicadas para el censo oficial, que José Luis Alonso Orrasco y yo hicimos en la zona que va desde la desembocadura del río Piles y hasta la estatua de "La madre del emigrante" en la zona de El Rinconín, Gijón, contamos solamente once (11) correlimos oscuros. Fue el día 9/12/2019. El día 18/01/2020, en fechas apropiadas para el censo de aves acuáticas y marinas invernantes, vimos solamente ocho (8) aves. Ese invierno el número máximo de ejemplares observados y del que los autores del blog tengamos noticia, fue de diecisiete (17). Datos facilitados por Alfredo Benjamín Ramírez Sancho.

Correlimos oscuro Calidris maritima

Correlimos oscuros Calidris maritima en el Mayán de Tierra


   En cuanto a las demás especies de limícolas, también se observa un acusado descenso en el número de ejemplares. En el caso del correlimos común Calidris alpina se pasó de más de trescientas aves (301 en concreto) en el paso prenupcial del año 1993 a solamente veinticinco (25) ejemplares en el año 2000. El último con datos publicados en papel. En cuanto a datos propios de fechas posteriores y que aún no han sido publicados en "El Draque", las cifras son paupérrimas, con máximos de 96 correlimos comunes el 6/05/2019 y de 21 aves el 24/05/2020.

   La especie es invernante muy escasa, anecdótica, en la bahía gijonesa. El grueso se ve en los pasos migratorios y, especialmente, en el prenupcial.

Correlimos comunes Calidris alpina y
Correlimos tridáctilos Calidris alba


   El zarapito trinador Numenius phaeopus también cayó en picado en la bahía de Gijón. De cincuenta (50) trinadores vistos en el paso prenupcial del año 1993, el último año antes de la creación de las dos playas artificiales, hemos pasado a cinco, seis o ningún ejemplar durante el mismo período en los siguientes años. La excepción a la regla fue el año 2000. En la primavera de ese años se vieron una treintena (30) de aves en la zona de El Rinconín. En el postnupcial no es raro ver desde el Cabo San Lorenzo bandos de varias decenas volando al oeste. De hecho, la mejor forma de ver zarapitos trinadores en Gijón, es observarndo las aves que pasan en vuelo durante los dos pasos migratorios. El mayor bando registrado por nosotros tenía ciento treinta y un (131) aves. Fue en agosto del 2019. En cuanto a ejemplares posados en tierra, la mayor cantidad de zarapitos trinadores que hemos visto fue durante un conteo hecho desde la desembocadura del río Piles y hasta la estatua de la Madre del emigrante. Un total de veintisiete (27) zarapitos trinadores. A primeros de mayo del 2019. En este vídeo podéis ver a un zarapito trinador que está intentando zamparse un cangrejo corredor o zapatero Pachygrapsus marmoratus. La popular "sapa", como se la llama en Gijón. El vídeo está rebajado de calidad para que quepa entero en el blog. No se ve en él el momento en el que el trinador consigue tragarse, desmenuzada, a la sapa. Dejé de grabar para no hacer demasiado largo el vídeo, pues estuvo más de veinticinco minutos peleando con ella. Atrapándola, matándola, quitándole las patas y despedazando el cuerpo para poder tragarlo.




   Los datos de esta entrada están sacados de la revista "El Draque", editada por la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (C.O.A.), del informe sobre la zona oeste realizado por la C.O.A. y el C.P.N. Havelda. Y de observaciones propias que han sido comunicadas a los coordinadores del Anuario Ornitológico de Asturias y que aún no han sido publicadas en papel:



   Podemos seguir así con todas las especies de limícolas, ardeidas, buceadoras o anátidas que se ven en Gijón. Pero solamente sería abundar en lo dicho y aumentar el tamaño de la entrada, haciéndola tediosa. Para finalizar solamente deciros que, aunque el llamado "calentamiento global", "cambio climático" tiene una importancia capital en lo que se refiere a los movimientos migratorios de las aves, en el caso de las aves marinas y acuáticas (y muy especialmente en lo que atañe a limícolas y anátidas) que visitan el concejo de Gijón, la destrucción de los pedreros  naturales y zonas arenosas que se extendían desde el pedrero de Pando y hasta la zona de la playa de El Arbeyal (antigua playa de La Casera), ha sido la principal causa de la disminución en el número de efectivos.

   Hasta una próxima ocasión. Gracias por visitarnos.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Bisbitas. Un género complicado.

    La observación e identificación de aves es una actividad que, para quienes nos gusta la vida salvaje, proporciona muchas satisfacciones. Salir al campo a bichear, observar la fauna salvaje, fotografiar a los animales que se mantienen al descubierto el tiempo suficiente para poder tomar unas imágenes decentes. Identificar lo que estamos viendo y/o fotografiando... Muy gratificante poder desarrollar nuestra afición. Pero algunas veces las cosas se complican. Algunas aves son difíciles de observar. Las causas de esa dificultad son varias. Su carácter inquieto, el lugar por donde andan... Y además de esto, hay algún género de aves que, por ser muy parecidos todos sus miembros, presentan dificultades extras a la hora de identificar correctamente a las distintas especies que lo componen. Esto último que os contamos pasa con los (o las) bisbitas "Anthus sp." Las bisbitas son unos pájaros de pequeño tamaño, que tienen entre 14 y 18 cms. de longitud y unos 24-27 cms. de envergadura, por lo general. El bisbita de Richard Anthus richardi es algo mayor, con una longitud de unos 19-20 cms. y unos 29-33 cms. de envergadura. En Asturias podemos ver, principalmente, las siguientes especies: Bisbita campestre Anthus campestris, bisbita costero Anthus petrosus, bisbita alpino Anthus spinoletta, bisbita pratense Anthus pratensis y bisbita arbóreo Anthus trivialis. Casi todos los inviernos (en muy pequeño número) podemos observar en algunos puntos del litoral a los bisbitas de Richard Anthus richardi. Un migrador que viene desde sitios tan alejados como Mongolia o Siberia. Especies aún más escasas (alguna cita se ha dado en Asturias) son ya muy raras y complicadísimas de ver. En esta entrada del blog vamos a centrarnos en tres especies que se pueden ver, con mayor o menor facilidad, en el concejo de Gijón. Esas especies son el bisbita costero, el bisbita pratense y el bisbita arbóreo. También se observan, en muy escaso número durante los pasos migratorios, los bisbitas de Richard y campestres. La bisbita campestre anida principalmente en zonas de media y alta montaña, con algunas puntuales citas de cría en las zonas costeras. El bisbita de Richard es invernante regular, pero escaso, en algunos puntos de la costa. En donde también se le ve en paso. Nosotros tenemos un dato de un migrante postnupcial visto, hace algunos años, en el Parque del Cabo San Lorenzo. Datos extraídos del Anuario Ornitológico Asturiano. Y publicados por la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies en su revista "El Draque". Volviendo a las tres especies de bisbitas que pueden verse con relativa facilidad en Gijón hay que decir que, aunque algunas especies son muy parecidas en su aspecto, una forma de poder diferenciarlas es por la época del año en la que las vemos. La bisbita arbórea Anthus trivialis es una especie que llega en primavera a nuestras latitudes para criar. Y se marcha a principios de otoño al continente africano para pasar el invierno. Aunque es un nidificante abundante por toda Asturias, en Gijón solamente la hemos observado en los pasos. Y en pequeños números. No más de dos o tres ejemplares. Actualmente parece que la especie está en disminución en nuestra región. Se distingue de su pariente, el bisbita pratense, principalmente por tener las franjas de pecho y flancos de diferente tamaño. Las de los flancos son más finas que las del pecho. Lo que, visto a distancia, da un efecto como de que solamente tiene marcas en el pecho. Carece, también, de tinte ocráceo oliva en los flancos. Y el color de pecho y vientre (quitando las marcas oscuras) es más claro que en el bisbita pratense. Que sí tiene un tinte ocre en sus flancos. Esta pareja de bisbitas arbóreos fue vista en el entorno del Parque del Cabo San Lorenzo. Las fotos son recortes de las originales.


Bisbita arbóreo Anthus trivialis 


   El bisbita más común en Asturias (y por ende en Gijón) es el bisbita pratense Anthus pratensis. Antiguamente llamado bisbita común. Anida en el norte y este de Europa y Asia, desde el sureste de Groenlandia,  Islandia y hasta el noreste de Asia. Y pasa el invierno en el sur de Europa, norte del continente africano y zonas del Próximo Oriente. En Asturias se conoce algún caso puntual de reproducción. Pero es algo casi anecdótico, pues es principalmente invernante. Cuando llega en migración lo hace en grandes cantidades, formando bandos de hasta varios cientos de ejemplares. El año pasado pudimos ver un bando de unas setenta aves en la Campa Torres. Y hace años, en un conteo de pocas horas desde el mirador del cabo San Lorenzo, vimos llegar desde la mar unos doscientos. El bisbita pratense, aparte de aparecer en una época del año diferente de la que lo hace el bisbita arbóreo, se distingue de su "primo" por tener un pico más delgado y fino, una más corta y menos definida lista superciliar, flancos con un tinte ocre oliváceo, la uña del dedo posterior más larga y marcas de similar tamaño en pecho y flancos.


Bisbita pratense Anthus pratensis 






   Por último os mostramos unas imágenes de la tercera especie de bisbita que podemos ver, con relativa facilidad, en el concejo de Gijón. El bisbita costero Anthus petrosus. Antiguamente era una subespecie del bisbita ribereño Anthus spinoletta, llamada bisbita ribereño costero A. s. petrosus. Actualmente se ha separado en dos especies. Bisbita alpino Anthus spinoletta y bisbita costero Anthus petrosus. Es una especie a la que pocos observadores prestamos la debida atención. Su pequeño tamaño, escasez y comportamiento esquivo, hacen que no sea una especie atractiva para el observador. Se distingue bastante bien de las dos bisbitas anteriores. El color  general pardo gris ceniza de cabeza, dorso y alas, el patente anillo ocular blanco, las marcas oscuras de pecho y flancos, que tienen un leve tinte grisáceo,  las patas y pico oscuros, son rasgos que los diferencian de casi todos los demás bisbitas. En Gijón es de presencia escasa, pero bastante regular, en las escolleras de las playas de Poniente y El Arbeyal. Aunque también se observan aves solitarias en el embalse de San Andrés de los Tacones. Datos del Anuario Ornitológico de Asturias publicados por la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies en su revista "El Draque". Hablando por nosotros, las únicas observaciones que tenemos de la especie están hechas en la escollera que, en la playa de Poniente, va desde el Acuario y hasta la baliza que culmina el espigón oeste de la playa. Y en la escollera que va desde el principio de la playa de El Arbeyal y hasta Marina Yates. Siempre individuos aislados. Y siempre un visto y no visto. Suelen estar metidos entre las piedras, en constante búsqueda de insectos. Las imágenes que os compartimos están hechas por María del Carmen Del Llano Fernández y Alfonso Jorge Caso De Los Cobos Martínez. A quienes damos las gracias por el detalle de habernos dejado compartirlas. Muchas gracias a ambos.

Bisbita costero Anthus petrosus.
Foto: Autores © María del Carmen Del Llano Fernández
y Alfonso Jorge Caso De Los Cobos Martínez.

Bisbita costero Anthus petrosus.
Foto: Autores © María del Carmen Del Llano Fernández
y Alfonso Jorge Caso De Los Cobos Martínez.


   Esto ha sido todo por hoy. Hasta una próxima ocasión.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Rarezas (2ª Parte). No soy raro. Aunque lo fui.

   La consideración como rareza de una especie de ave es algo cambiante. Aves que hace unos años eran clasificadas como una rareza, no lo son actualmente. El que una especie deje de considerarse como rareza en un país o región, es debido al aumento de las observaciones en ese territorio. El Comité de Rarezas de SEO/BirdLife, si recordáis la entrada anterior, es el que decide qué criterios se han de seguir en España para considerar como rareza a una especie. Las citas que se envían por parte de los observadores para ser homologadas como rareza, son publicadas posteriormente en un informe. Que pasará en breve a tener una periodicidad mensual. Y en lo referente a Asturias, quien decide qué especies de aves son consideradas como rarezas en nuestra región, es el Comité de Rarezas de la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (C.O.A.). Muchas de las rarezas de la lista asturiana fueron, en el pasado, rarezas a nivel nacional. Ha sucedido, por ejemplo, con la gaviota de Delaware Larus delawarensis. Hace décadas eran muy escasas las citas de esa especie en nuestro país. Pero el aumento de observaciones que han sido comunicadas en estos últimos años, ha hecho que saliera de dicha categoría en la Península. Y que se mantenga como rareza en las Islas Baleares, territorios del norte de África e Islas Canarias. Unas fotos y vídeos de algunas de las gaviotas de Delaware vistas estos últimos años.







Gaviota de Delaware Larus delawarensis

   Exactamente lo mismo ha pasado con la gaviota groenlandesa Larus glaucoides. Aunque de esta última especie todavía se considera como rareza a nivel nacional a la subespecie canadiense, Larus glaucoides kumlieni. Hace un par de inviernos hubo una buena invernada de la especie en Asturias. De esa época son la mayoría de las fotos y vídeos. Alguno de los ejemplares se parece algo a dicha subespecie L. g. kumlieni, pues tiene las primarias oscuras. Pero todos son L. g. glaucoides.




Gaviota groenlandesa Larus glaucoides 





   

 Otro que tampoco es actualmente una rareza es el porrón acollarado Aythya collaris. Es un pato neártico, procedente de Norteamérica, y que se ve algunos inviernos por Asturias. Estas imágenes, de una bonita hembra, son del Parque de Isabel la Católica.

Porrón acollarado Aythya collaris

   

   Otra especie que antaño era una rareza y que, hogaño, ha dejado de serlo por el aumento de las observaciones, es el gavión hiperbóreo Larus hyperboreus. La mayoría de los individuos que se ven en nuestra región son aves no adultas. Como este primer invierno, prácticamente un juvenil, visto en la desembocadura del Piles. Luego pasó una buena temporada entre ese lugar y el Parque de Isabel la Católica.

Gavión hiperbóreo Larus hyperboreus


   Los hiperbóreos de segundo invierno tienen el plumaje de un color bastante más claro, predominantemente blanquecino marfil. Y su rasgo distintivo en relación con las aves más jóvenes es el color del iris. Oscuro en aves de primer invierno. Claro en aves de edad superior. Lo podéis ver bien en esta foto de uno que se vio en el puerto de El Musel.

Gavión hiperbóreo Larus hyperboreus. Ave de 2º invierno.

   Este otro ejemplar, también de segundo invierno, fue visto hace unos pocos años. Y también en el puerto de El Musel. Fijaos en la primera foto. Es tan grande como el cormorán grande Phalacrocorax carbo que está a su lado. Era un bicho grandote, este bonito gavión hiperbóreo. Probablemente un macho. En la segunda foto se le ve al lado de una gaviota patiamarilla Larus michahellis.







   
   Otra especie de ave, un paseriforme en este caso, que ya no es considerada rareza a nivel nacional es el mosquitero bilistado Phylloscopus inornatus. Es un pajarín que tiene su principal área de reproducción en Siberia, llegando por el sur a Mongolia y el norte de China. E inverna en el sureste de Asia. Aunque algunos se dejan ver por aquí. Este otoño, además, está de rabiosa actualidad en nuestro país, pues ha habido una buena irrupción de ellos. Los ornitólogos llaman "influx" a este fenómeno. Estas fotos son de un ejemplar que se vio en Perlora hace años. Estaba en un enorme tilo y en compañía de unos cuantos mosquiteros comunes. No fue fácil dar con él. Las fotos no son nuestras. Aunque no recordamos quien las hizo. Disculpas.


Mosquitero bilistado Phylloscopus inornatus 

   Para acabar, vamos con unas aves que son grandes viajeras y, por ello vienen de tierras muy lejanas. Nos referimos a las limícolas. En el caso del correlimos canelo Calidris subruficollis, es una especie que procede de latitudes árticas. Anida en el noreste de Siberia, Alaska y Canadá hasta la Bahía de Hudson. Este vídeo corresponde a dos ejemplares vistos en la rasa del cabo Peñas en Gozón. También tiene bastantes años. Está hecho con "digiscoping" con adaptador.   

Correlimos canelo Calidris subruficollis


   Y la última especie que os mostramos hoy es otro limícola que se reproduce en altas latitudes de buena parte de Asia y Norteamérica, al menos entre la Península de Yamal en Siberia y hasta la Bahía de Hudson en Canadá. Es el correlimos pectoral Calidris melanotos. Hace años no era infrecuente verlo en invierno en la Ría de Villaviciosa. De allí es la foto.

Correlimos pectoral Calidris melanotos 


   Esperamos que os hayan resultado interesantes estas dos entradas sobre aves raras y escasas que hemos tenido la suerte de ver en Asturias. Hasta una próxima ocasión.

lunes, 9 de noviembre de 2020

Rarezas (1ª Parte). Qué raro eres.

   Rarezas. Son el objeto de deseo de muchos de nosotros, los observadores de aves. Aunque no las vayamos a buscar, siempre es un motivo de alegría encontrar un ave de una especie considerada una rareza. Pero... ¿Qué es una rareza? ¿Qué criterios se siguen para considerar rareza a una especie?  ¿Quiénes deciden que lo que ha visto el observador es una rareza? ¿Qué proceso sigue el avistamiento del observador, desde que es vista el ave y hasta que se homologa esa cita como rareza? El concepto de "rareza" en lo referente a aves depende del ámbito geográfico. Lo que en una región de España se considera una rareza, puede no serlo en el resto del país. En lo que se refiere a nuestro territorio, la determinación como rareza de una determinada especie de ave le corresponde al Comité de Rarezas de SEO/BirdLife. En su "Lista de Aves de España 2019", que está disponible en su página web, podéis comprobar qué criterios siguen para determinar si una especie de ave es rareza. En la página 10 y siguientes:

https://www.seo.org/wp-content/uploads/2019/05/ListaAvesdeEspa%C3%B1a2019.pdf

    Pero una vez que hemos visto e identificado un ave y sabemos, viendo la lista de aves de SEO/BirdLife, que está considerada como rareza... ¿Qué debemos hacer? Lo primero de todo, sacar fotos, de la mejor calidad posible, para poder apoyar ese avistamiento. Si no disponemos de cámara de fotos, lo que debemos hacer en el momento inmediatamente posterior a la observación, es una descripción lo más detallada posible. Y apoyarla con dibujos que, mejor aún, deberían ser un desarrollo de apuntes tomados en el campo en el momento de la observación. Una vez que tengamos el material gráfico o la descripción con los dibujos, hay que rellenar una ficha u hoja de registro de información. Que está disponible en la web de SEO/BirdLife. Se puede hacer desde el ordenador o dispositivo móvil. O se puede imprimir y rellenar a mano:

https://www.seo.org/wp-content/uploads/2016/03/Ficha_Rarezas_CRSEO.pdf

   Y cuando la información ha sido enviada al Comité de Rarezas de SEO/BirdLife, solamente nos quedará esperar. Si los integrantes de dicho comité consideran que lo que hemos visto es, o no una rareza, nos enviarán una comunicación. Y en el caso de aceptarla como rareza, la observación se publicará en el informe que ese comité elabora para que todos tengamos conocimiento de las aves raras que se han visto en España durante ese año. Lo hacen en la revista "Ardeola", que está disponible en línea. El informe ha empezado a publicarse con una periodicidad bimestral.

https://www.reservoirbirds.com/Articles/RBAR_000025.pdf?fbclid=IwAR0dbFzUthJ8ZGE_pIhxnTOx3-qWQP_K59Y0Nl1cjMwwNcfV5nPDAjNkhLc

    En lo que respecta a Asturias, el organismo que decide qué es una rareza es el Comité de Rarezas de la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (C.O.A.):

http://www.coa.org.es/index.php/rarezasmenu

    Y esta es la lista de rarezas de aves de Asturias:

http://www.coa.org.es/index.php/rarezasmenu/17-listararezas 

   Si le echáis un vistazo a la lista asturiana, veréis que muchas de sus especies fueron consideradas en el pasado rarezas a nivel nacional. La C.O.A. (Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies) hasta editó un libro sobre el particular. Libro titulado "Aves raras y escasas en Asturias".

http://www.coa.org.es/index.php/libros 



   En Galicia y para premiar el avistamiento de esas aves raras, han creado unos premios específicos. Los llamados "Premios RARO". Premia al más raro de los raros y se elige por votación popular. Podéis leer sobre ellos en este enlace a su página web:

https://www.birderscove.com/big-raro.html 

  Yendo a lo que actualmente se consideran rarezas a nivel nacional, vamos a empezar compartiendo unas imágenes de un bonito macho de cerceta americana Anas carolinensis. Una especie neártica norteamericana. Y que se presenta de forma escasa e irregular en Asturias. En los últimos años (del 2001 al 2013) el año en el que más ejemplares se vieron fue el 2007, con  doce. Datos del Anuariu Ornitolóxicu D'Asturies, publicados por la C.O.A. El del vídeo y fotos, un macho, es el último ejemplar visto en Gijón del que se tiene noticia. Estuvo en el embalse de San Andrés de los Tacones. Se distingue porque la franja blanca del costado es vertical. En la especie europea, la cerceta común, dicha franja es horizontal. Podéis comprobar la diferencia en la tercera foto. La hembra es prácticamente indistinguible de la hembra de cerceta común.



Cerceta americana Anas carolinensis (izquierda) y
cerceta común Anas crecca




   Otra rareza que ha sido vista en Asturias es el arao aliblanco Cepphus grylle. Una especie propia del ártico y que en contadas ocasiones baja del paralelo 60º. En concreto se ha visto dos veces aquí. La primera en el puerto de El Musel, Gijón. La segunda en el puerto de El Puntal, Ría de Villaviciosa. De ese lugar es la foto.

Arao aliblanco Cepphus grylle 


   Otra rareza vista en contadas ocasiones en nuestra provincia es el negrón careto Melanitta perspicillata. Una hembra joven apareció en la playa de El Arbeyal en el año 2010. Es un visitante neártico (norteamericano) que vive en Alaska y Canadá.

Negrón careto Melanitta perspicillata 


   Dentro de las rarezas, ya lo habéis visto en lo que os contamos sobre los premios RARO, existen categorías. Hay rarezas que son mucho más "raras", escasas, que otras. Dentro de esta categoría se engloba el próximo ave que os mostramos. El correlimos semipalmeado Calidris pusilla que en el año 2008 estuvo unos días en la playa de La Espasa, Caravia/Colunga. Muy pocas citas de la especie hay registradas en España. Es otro visitante neártico, que también tiene su área de reproducción en la tundra del sur de Canadá y en Alaska. En Europa es un divagante raro, pero regular, que se suele ver en latitudes mucho más norteñas que las nuestras.


Correlimos semipalmeado Calidris pusilla 


   Otro limícola que nos ha visitado desde tierras norteamericanas es el chorlitejo culirrojo Charadrius vociferus. Es todavía más raro que algunos de los que os hemos mostrado hasta ahora. El de las fotos, un joven que se vio en el cabo Peñas, Gozón, fue la quinta cita para España. Un ave muy confiada, demasiado, que se acabó largando a los pocos días de ser localizada. Muy probablemente fue debido a las molestias causadas por los observadores que hasta allí nos desplazamos para verla.


Chorlitejo culirrojo Charadrius vociferus 






   Por último os vamos a compartir unas fotos de un andarríos del Terek Xenus cinereus. Otro limícola muy viajero y muy raro en Asturias. Pero este no viene de norteamérica, sino de tierras centroeuropeas y asiáticas. Su área de reproducción más próxima se sitúa en Bielorrusia y Ucrania. Y llega hasta cerca de la Península de Kamtchatka por el este y el Mar Blanco por el norte. Pasan el invierno en el este del continente africano, Asia del Sur y Australia. Por lo que su presencia aquí es muy poco común. El mapa de distribución, sacado de la Wikipedia, muestra en color verde la zona de nidificación y en azul el área de invernada.

Mapa de distribución del Andarríos del Terek Xenus cinereus. Fuente: Wikipedia.

   Las fotos son del ejemplar que hubo en Zeluán, en la Ría de Avilés. Hace ya bastantes años de ello. Es el ave de la izquierda.



Andarríos del Terek Xenus cinereus 




   Y esto ha sido todo por hoy. Nos hemos salido del ámbito geográfico del blog. Pero creemos que el tema merecía que nos tomásemos esta licencia. Y nos hemos dejado en el tintero algunas rarezas vistas en Asturias en estos últimos años. Cisne cantor, ánsar nival, ánsar campestre, porrón bola, porrón osculado, escribano cabecinegro, serreta grande, albatros sp., petrel sp., zampullín picogrueso, correlimos de Baird, correlimos batitú, agujeta escolopácea, andarríos maculado, gaviota de Bonaparte, gaviota guanaguanare, gaviota pipizcán, mérgulo atlántico... Pero, aparte de que no disponemos de material gráfico para apoyar las citas, tampoco queremos cansar con montones de datos. Para que os hagáis una idea de la riqueza ornitológica de nuestro país y, en concreto, de nuestra región asturiana, esta entrada es suficiente. Hasta una próxima ocasión.