Búho nival "Bubo scandiacus". Segunda y última parte. Por ahora.

    Los que estáis interesados en la ornitología o la observación de aves, es seguro que recordaréis la visita a España de tres ejemplares de búho nival Bubo scandiacus a últimos del pasado año 2021. El primer ejemplar se localizó en la playa cántabra de la Virgen del Mar el lunes 8 de noviembre del 2021. Murió al día siguiente en el Centro de Recuparación de Fauna Salvaje al que fue llevado. Era un macho joven que estaba seriamente desnutrido y deshidratado. Posteriormente, el 10 del mismo mes y año, Ramón de Maroto vio y fotografió una hembra joven en Moniello, Luanco, Gozón, Asturias. Ramón le hizo unas fotos cuando la vio irse volando mientras era acosada por un cuervo grande. Varios ornitólogos y observadores de aves asturianos, al conocer la noticia, se pusieron a la tarea de relocalizar al ave. Y unos días más tarde se encontró un búho nival en la rasa del Cabo Peñas. También en el concejo de Gozón, Asturias. A una distancia de pocas decenas de kilómetros al oeste de Moniello. Daniel López Velasco, Manuel Raúl Alonso Ríos o el alcalde de Gozón fueron algunos de los que lo encontraron. Pero la sorpresa fue comprobar que era un ejemplar distinto al que vio Ramón de Maroto. Era un macho. También un joven, como el cántabro. Que se dejó ver dos días en otro pueblo gozoniego, Verdicio. Os lo contamos, en su momento, en el blog. En esta entrada, si recordáis:

http://avesporgijon.blogspot.com/2021/11/buho-nival-bubo-scandiacus.html

   Posteriormente, el macho de búho nival asturiano desapareció de la vista. Volvieron a buscarlo intensamente. Y lo relocalizaron al este de su anterior ubicación. En el concejo de Gijón. En la bocana de la ampliación del puerto de El Musel. Allí lo vieron y fotografiaron Daniel López Velasco y Xuan Xulio Fernández García. Se pudo seguir su estancia desde el observatorio situado en el faro del Cabo Torres. Desde allí, aunque a muchísima distancia, se domina casi todo el puerto de El Musel. Y un ave de buen tamaño y un color tan llamativo como es un búho nival, se ve con telescopio sin mayores problemas y siempre y cuando esté a la vista. Yolanda Marcos Aparicio, José Laureano Álvarez Ramos y otros observadores estuvieron haciendo un seguimiento lo más completo posible. Del encuentro de Xuan Xulio Fernández García y Daniel López Velasco son estas imágenes que compartimos. Y que han sido generosamente cedidas por ambos. Gracias.

Búho nival Bubo scandiacus. Phonescoping. Autor ©: Xuan Xulio Fernández García.

Búho nival Bubo scandiacus. Autor ©: Daniel López Velasco.

   Para que os hagáis una idea de lo difícil que es, de las precauciones que hay que tener para observar, sin molestarla, a un ave salvaje, una foto mostrando la distancia al ave desde el vehículo desde el que la estaban viendo. Y esa es la perspectiva de la distancia real. Dentro del redondel amarillo está el ejemplar observado:

Búho nival Bubo scandiacus. Foto cedida por Xuan Xulio Fernández García y Daniel López Velasco.

   Pero, como seguro que algunos recordáis, la historia de estos ejemplares no acaba aquí. El macho estuvo unos días en la zona y fue visto a distancia, como os acabamos de contar. La hembra que Ramón de Maroto viera en Moniello y luego se localizó en el Cabo Peñas, en el mismo lugar en el que se viera al macho, también estuvo en el lugar varios días. Y desató una pequeña locura entre los observadores de aves de España y otros puntos de Europa. Que fueron a verla en masa. Incluso fueron noticia en informativos de televisión y portada de algún periódico. Como el diario gijonés "El Comercio":

Portada y noticia de la presencia de los dos búhos nivales Bubo scandiacus en Asturias.
Diario El Comercio. Edición impresa del 18/11/2021.

   Pero no acaba aquí el periplo de ambos ejemplares. Los dos, macho y hembra, desaparecieron de Asturias después de varios días de verse casi a diario. Y después de un tiempo no muy largo se vio de nuevo al macho en Cantabria. En Somo y Santoña. Del avistamiento en Somo se hizo eco Carlos Sainz en su muro de Facebook. Podéis leer la noticia en este enlace:

https://www.facebook.com/100007604943049/videos/1078105792992173/

   Y hace un par de días, de nuevo se ha vuelto a ver el macho en la población cántabra de Santoña. Analizando características del plumaje de este ejemplar y el que se vio en Asturias, se puede afirmar que es el mismo. Podéis leer la noticia en el siguiente enlace:

https://www.eldiariomontanes.es/dmontana/buho-nival-revoluciona-20220131123119-nt_amp.html

   De la hembra no hay noticias. Puede ser que haya emprendido viaje rumbo al norte. Hacia su lugar de nacimiento en el lejano ártico. Como muchos pensábamos. Pero por lo que hemos comprobado, el macho sigue aquí. Porque, aunque son aves grandes y de un color muy llamativo siempre y cuando no estén en un paisaje  nevado, no es nada fácil relocalizarlas. Tened en cuenta que son aves rapaces y son, casi con toda probabilidad, salvajes. Y como el resto de aves rapaces, de costumbres muy discretas. Daos cuenta que, cuando estuvieron en Asturias, costó mucho, mucho trabajo volver a verlas. Para acabar y yendo al título de esta entrada. ¿Por qué decimos lo de "segunda y última parte, por ahora"? Pues porque, aunque ya han pasado muchas semanas desde que se localizasen, por vez primera, a los tres ejemplares, de que se le hiciese la necropsia y se dijese que se le harían pruebas complementarias de isótopos estables al ejemplar cántabro y de que se recogiesen varias muestras de los ejemplares asturianos (egagrópilas, por ejemplo) todavía no se sabe nada (al menos públicamente) de los resultados de los análisis que se hubiesen hecho, si es que se han hecho, a esas muestras recogidas. Cuando sepamos algo, por ejemplo, cuando se publiquen los resultados y se den a conocer, os los compartiremos aquí. En el blog "Aves en Gijón". Que, esta vez sí, se ha mantenido dentro del ámbito geográfico marcado para poder contaros esta historia sobre una de las sensaciones del año ornitológico del 2021. Y que continúa en este 2022.

   Hasta una próxima ocasión. Gracias por visitarnos.